miércoles, 30 de mayo de 2012

Un estudio de la UJI apuesta por la biometanización de los residuos biodegradables como generador de biogás

La biometanización de los residuos biodegradables podría convertirse en una alternativa eficaz en la gestión tradicional de los residuos, capaz de generar energía renovable como el biogás (compuesto fundamentalmente de metano y dióxido de carbono); reducir el volumen y peso de los residuos que van a los vertederos y disminuir la emisión de metano a la atmósfera, muy adecuada para un país como España, con un amplio tejido agrícola y mucha industria agroalimentaria, según las conclusiones de la investigación realizada por el ingeniero industrial de la Universitat Jaume I de Castellón, Álvaro Álvarez Arregui.

El objetivo fundamental de la biometanización es la reducción del volumen de residuos biodegradables como consecuencia del proceso anaeróbico (sin oxígeno) de descomposición producido por las bacterias y microorganismos en la materia orgánica mediante el que se obtiene una fracción gaseosa llamada biogás, que puede ser utilizada por la producción de electricidad, combustible para vehículos o como nutriente por la tierra.

En la investigación realizada por el estudiante en el laboratorio del Grupo de Investigación de Residuos de la UJI (INGRES) se ha experimentado con tres mezclas diferentes para evaluar cuál de ellas generaba mayor volumen de biogás y una alta concentración de metano. Las dos mezclas que han generado una mayor proporción de biogás, con más de un litro por kilo de materia seca y día y porcentajes del 69,79% y 59,50% de metano, han sido la constituida por lodo digerido, residuo orgánico sucio y compuesto; y la formada por lodo no digerido, carne de cerdo, sangre y restos de poda.

Otra de las conclusiones del estudio es que la mezcla con mayor volumen de biogás y metano serviría para producir, con los residuos biodegradables de una provincia como Castellón, una potencia de generación eléctrica de 4 megavatios, lo que equivaldría a abastecer anualmente el consumo energético de unos 4.000 ciudadanos.

Uno de los aspectos más interesantes a nivel medioambiental es que esta técnica evitaría la liberación de una gran cantidad de metano a la atmósfera, un gas que causa entre 21 y 23 veces más el efecto invernadero que el dióxido de carbono. Además, la captación del biogás permitiría utilizarlo como fuente de energía, produciendo electricidad para el consumo doméstico, como combustible para los automóviles o simplemente, para obtener calor.

Por último, el estudio también ha contemplado el aprovechamiento del material residual de la biometanización, el digestato, un lodo que se puede utilizar como fertilizante o acondicionador de suelos, con un elevado contenido de nutrientes; o la transformación en pellets por su incineración y recuperación de energía, siempre que el coste previo del secado no fuera superior a la energía obtenida.

El estudio titulado "Posibilidades de biometanización a partir de distintos tipos de residuos biodegradables", dirigido por el profesor del Departamento de Ingeniería Mecánica y Construcción Francisco Colomer, ha constituido el trabajo final de máster presentado por el alumno en el Máster de Eficiencia Energética y Sostenibilidad en Edificios y se enmarca dentro del proyecto del mismo nombre del Plan de Promoción de la Investigación cofinanciado por la Universitat Jaume I y la Fundación Bancaja-Caja Castellón.
Fuente: elEconomista.es (29/05/2012)