sábado, 23 de marzo de 2013

FRACTURA HIDRAULICA, ¿ENERGÍA MARAVILLOSA O RESIDUO SIN GESTIONAR?


La fracturación hidráulica, más conocida como fracking, consiste en una técnica para la extracción de gas no convencional atrapado en el subsuelo, por medio de la rotura del sustrato pizarroso mediante una solución de agua, arena y sustancias químicas.

Fuente: www.aquiconfidencial.es 
Ya desde el año 2011, el fracking ha sido tema de actualidad y debate en nuestro país. Son pocos los que no han dado su opinión (a favor o en contra) sobre esta técnica para la extracción de gas de pizarra o gas de esquisto (en inglés: shale gas).

España posee, según cálculos del Consejo Superior de Colegios de Ingenieros de Minas, recursos de gas pizarra para 39 años de consumo. Según ACIEP, gracias al fracking, podría desarrollarse una industria  que permitiría al país reducir su factura energética en 13.000 millones de euros al año (a precios actuales), así como recortar su alta dependencia del exterior en términos de energía.

Sin embargo la polémica medioambiental que supone el empleo de esta técnica tiene varios frentes abiertos: emisiones de gases de efecto invernadero, contaminación de suelos y acuíferos, destrucción del paisaje, uso excesivo de recursos hídricos, posibles alteraciones sísmicas, posibles daños sobre la salud de las personas, etc.

Otro de los problemas que presenta el fracking es la gestión del líquido de fracturación ya usado. Inicialmente este elemento está formado en la mayoría de las ocasiones por agua con arena (98-99,5%) y productos químicos de diversa naturaleza (2-0,5%). Este líquido se inyecta a través de un pozo en el sustrato y una vez finalizada la fractura, parte es recuperado. Una fracción de esa parte se vuelve a emplear en una nueva fractura, pero la mayoría de este se convierte inevitablemente en un residuo cuya composición no es del todo conocida y cuya gestión apenas está regulada en nuestro país. Las empresas dedicadas a esta técnica no están obligadas por la ley a revelar los productos químicos que utilizan. Esto hace aún más complicado elaborar una normativa que indique estrictamente el modo de gestión de este residuo, que en muchas ocasiones contiene sustancias químicas peligrosas. 
A lo largo de las últimas décadas en España se han elaborado estrictas leyes que seguían normativas europeas en cuanto a la gestión de residuos, obteniéndose unos  resultados bastante positivos. No obstante, Europa se ha abstenido de establecer una normativa que indique su posición de cara al fracking.

La incertidumbre ante esta técnica en nuestro país era un hecho hasta el día 15 de Marzo, cuando el Consejo de Ministros aprobó un proyecto de ley que indicaba que las explotaciones de este tipo estarían reguladas por la Ley del Sector de Hidrocarburos del 7 de octubre de 1998. Además, en esta ley se indica que los proyectos de fracturación hidráulica estarán obligados a someterse a un procedimiento de evaluación de impacto ambiental. De esto se deduce que nuestro Gobierno está a punto de dar carta blanca al fracking sin haber investigado antes un método apropiado para la gestión del líquido de fracturación, y sin antes haber indicado cómo gestionar un residuo tan peligroso.

 Actualmente en EEUU, este residuo es almacenado en grandes balsas sin apenas ser sometido a procesos de tratamiento. Nadie sabe cómo será gestionado en nuestro país. Esperemos que el Gobierno siga la política que ha llevado a cabo hasta ahora en el tema de gestión de residuos y elabore un buen método para gestionar el líquido desechado, ya que por lo visto en los próximos años el fracking entrará con fuerza en España.

Fuentes:

El País: http://sociedad.elpais.com/sociedad/2013/03/16/actualidad/1363471123_789066.html
Ecologistas en Acción: http://www.ecologistasenaccion.org/article8490.html
Plataforma por un Nuevo Modelo Energético:
ACIEP
Shale Gas España
Gessal
http://www.lamoncloa.gob.es/ConsejodeMinistros/Referencias/_2013/refc20130315.htm#SistemasEl


Ana Cifuentes Barroso; Carmen Izquierdo Cuadrado; Marta Sedano Vijande
Estudiantes del Grado en Ingeniería del Medio Natural (UPM)