Mostrando entradas con la etiqueta Clima. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Clima. Mostrar todas las entradas

martes, 11 de diciembre de 2012

La Cumbre del Clima acuerda prorrogar hasta 2020 el Protocolo de Kioto

(c) REUTERS
La Conferencia de las Partes de la Convención de la ONU sobre Cambio Climático (COP18) que se celebra en Qatar ha concluido con un acuerdo para prorrogar hasta 2020 el conocido como Protocolo de Kioto para la reducción de gases de efecto invernadero.

El acuerdo, conocido como Puerta Climática de Doha, supone prorrogar Kioto ocho años, el único tratado internacional vinculante para combatir el calentamiento global. Sin embargo, Rusia, Japón y Canadá, entre otros, no han accedido a este nuevo compromiso con lo que las emisiones de CO2 de los participantes suponen ahora apenas el 15 por ciento de las emisiones globales.

"Les agradezco a todos ustedes su buena voluntad y el duro trabajo para avanzar en este proceso", ha afirmado el presidente de la Conferencia, Abdulá bin Hamad al Attiyah, durante la presentación de los resultados de las negociaciones maratonianas de la conferencia. La COP18 en realidad debería haber concluido el viernes, pero fue prorrogada para lograr un acuerdo.

El delegado ruso, Oleg Shamanov, sin embargo, ha manifestado la negativa de su país, que rechaza prorrogar el Protocolo de Kioto más allá de 2012. Rusia defendía una utilización menos restringida de los derechos de emisión no usados.

Todas las delegaciones presentes en Doha han reconocido que el acuerdo final no satisface las recomendaciones de los científicos, que pedían medidas drásticas para evitar un calentamiento que provoca olas de calor, tormentas de arena, inundaciones, sequías o la subida de los niveles del mar.

El Protocolo de Kioto, firmado en 1997, obligaba a 35 países industrializados a reducir una media de al menos un 5,2 por ciento las emisiones de gases de efecto invernadero tomando como referencia las emisioens de 1990. Sin embargo, ya en su origen no incluía a países desarrollados tan importantes como Estados Unidos --que lo firmó, pero no lo ratificó-- y no imponía objetivos de reducción de los gases a los países en desarrollo como China, India, Brasil o México.

Las emisiones de dióxido de carbono, el principal gas de efecto invernadero, crecerán este año un 2,6 por ciento a nivel mundial y duplican ya las tasas de 1990, fundamentalmente por las aportaciones de grandes potencias en desarrollo como China o India.

CALENDARIO DE NEGOCIACIÓN

El acuerdo alcanzado en Doha aplaza además hasta 2013 las negociaciones sobre la demanda de los países en vías de desarrollo, que exigen mayores donaciones para ayudarles a frenar las emisiones de gases de efecto invernadero, y deja para 2015 la firma de un nuevo acuerdo global que entraría en vigor en 2020.

Las negociaciones se dividirán en dos "corrientes", una que estudiará las medidas para combatir el cambio climático a partir de 2020 y otra que se encargará de las medidas para estimular un acuerdo ambicioso antes de esa fecha.

La primera ronda de contactos, según el acuerdo alcanzado en Doha, será entre el 29 de abril al 2 de mayo de 2013 en Bonn (Alemania); la siguiente posiblemente en septiembre de 2013 y al menos dos reuniones más en 2014 y otras dos en 2015. Estas negociaciones se denominarán Plataforma de Durban, nombre de la ciudad sudafricana donde el año pasado se celebró la reunión sobre calentamiento global en la que se acordó 2020 como fecha para la entrada en vigor de un pacto mundial.

En cuanto a los objetivos económicos, en Doha no se ha cerrado un calendario para cumplir con el objetivo de incrementar hasta los 100.000 millones de dólares anuales las ayudas para que las economías en desarrollo recorten sus emisiones.

El texto "anima a los países desarrollados a incrementar sus esfuerzos para proveer de recursos de al menos el nivel (de 2010-12) para el periodo 2013-15" y prevé negociaciones el año próximo para determinar nuevas fuentes de finanziación. En 2009 los países desarrollados acordaron destinar 10.000 millones de dólares anuales a los países en desarrollo para adaptarse y fijaron el objetivo de 100.000 millones de dólares para 2020.

Fuente: Europa Press

lunes, 14 de mayo de 2012

Climatólogos europeos advierten del peligro que corre la barrera de hielo Filchner-Ronne por el cambio climático


La barrera de hielo Filchner-Ronne de la Antártida, ubicada en el Mar de Weddell, podría derretirse a gran velocidad y dejar de ejercer como barrera de las corrientes de hielo que drenan la plataforma de hielo del oeste de la Antártida. Al menos así lo afirma un grupo de climatólogos financiados con fondos europeos. 

El equipo logró demostrar con cálculos realizados mediante distintos modelos que el aumento de las temperaturas atmosféricas sobre el Mar de Weddell suroriental podría provocar un flujo de enormes masas de hielo hacia el mar durante los próximos seis decenios. 

La investigación recibió apoyo del proyecto ICE2SEA («Estimar la contribución futura del hielo continental a la subida del nivel del mar»), al que se adjudicaron casi 10 millones de euros por medio del tema de Medio ambiente del Séptimo Programa Marco (7PM) de la Unión Europea.

En un artículo de la revista Nature, el equipo, compuesto por científicos de Alemania y Reino Unido, rebate la presunción generalizada de que las barreras de hielo del Mar de Weddell serán ajenas a los efectos directos del cambio global debido a su situación periférica. Hasta ahora muchos expertos consideraban que las consecuencias del calentamiento global para la Antártida se manifestarían sobre todo en el Mar de Amundsen, la zona occidental del continente.

El Dr. Hartmut Hellmer del Instituto Alfred Wegener de Investigación Polar y Marina (AWI), autor principal del estudio, apuntó a la necesidad urgente de no descuidar la zona oriental: «El Mar de Weddell no se ha considerado en profundidad debido a la consideración generalizada de que, al contrario que el de Amundsen, sus aguas templadas no alcanzarían las barreras de hielo. No obstante, hemos descubierto un mecanismo que impulsa agua caliente hacia la costa que influirá enormemente en la barrera de hielo Filchner-Ronne durante los decenios venideros.»

El Dr. Hellmer describió las barreras de hielo como «corchos de una botella para las corrientes de hielo que hay detrás de ellas» y explicó su importante función: «Reducen el flujo de hielo pues están encajadas en bahías y se apoyan sobre islas.» Advirtió que: «Si por cualquier razón las barreras se deshelasen, desde su base se volverían tan finas que las superficies de contacto se reducirían y el hielo situado detrás de ellas empezaría a desplazarse.» 

Los modelos utilizados en el estudio indican que la llegada de aire más caliente reducirá el hielo marino del sur del Mar de Weddell, sólido en la actualidad, y aumentará su fragilidad y propensión al movimiento en las décadas venideras. Un aporte de agua más caliente por debajo de la barrera de hielo de Filchner-Ronne derretiría el hielo desde abajo y modificaría la dinámica de las lenguas de los glaciares. Los cálculos del equipo muestran que a final de siglo se desintegrará el frente hidrográfico de la zona sur del Mar de Weddell que hasta ahora evitaba que el agua caliente pasara por debajo de la barrera de hielo. Estos cálculos se basan en previsiones atmosféricas del Centro Hadley de Previsiones Meteorológicas del Reino Unido en Exeter y entre los datos se han incluido previsiones de los patrones de viento y temperatura en la Antártida. 

Jürgen Determann del AWI comentó: «Calculamos que la mayor tasa de deshielo se producirá cerca de la línea de tierra, la zona en la que la barrera de hielo se asienta sobre el fondo marino en la transición hacia el glaciar. Actualmente la barrera de hielo Filchner-Ronne se está derritiendo en este punto a una velocidad de cinco metros al año. Al comienzo del siglo que viene la velocidad de deshielo habrá aumentado hasta los cincuenta metros al año. Si la elevada velocidad de deshielo se compensa en su totalidad mediante el flujo de hielo procedente del continente, esta pérdida de masa supondrá un aumento global del mar de 4,4 milímetros anuales.» 

Los cálculos más recientes basados en datos de teledetección muestran que el nivel del mar en todo el mundo subió entre 2003 y 2010 a una velocidad de 1,5 milímetros anuales debido al deshielo de glaciares y barreras. Este aumento se suma a los 1,7 milímetros anuales provocados por la expansión térmica de los océanos. 

El proyecto ICE2SEA reúne a investigadores de 24 institutos científicos de Bélgica, Chile, Dinamarca, Finlandia, Francia, Alemania, Islandia, Italia, Países Bajos, Noruega, Polonia y Reino Unido. El proyecto se ha propuesto desentrañar las interacciones que se producen entre el hielo y el clima y así lograr predicciones más ajustadas de los efectos del deshielo en el nivel del mar.

Otro artículo publicado en Nature Geoscience esta misma semana por otro equipo científico advierte del peligro que supone esta situación para la estabilidad de la plataforma de hielo de la Antártida. 

Este otro equipo, dirigido por Martin Siegert de la Universidad de Edimburgo (Reino Unido), estudió el grosor de las lenguas de hielo Institute y Müller, que desembocan en la barrera de hielo Filchner-Ronne, con la intención de conocer la geografía del suelo sobre el que se apoyan.

Sus descubrimientos muestran una pendiente inversa empinada y una gran corriente de subida en la cuenca subglaciar en el punto de encuentro entre la plataforma de hielo del oeste de la Antártida y el Mar de Weddell. Por desgracia su lecho es relativamente liso, con pocos obstáculos o «puntos de agarre» capaces de detener la reducción paulatina de la plataforma de hielo.
Fuente: CORDIS.Europa.eu (10/05/2012)

lunes, 7 de mayo de 2012

Las temperaturas en Europa aumentarán hasta 2,5 ºC de 2021 a 2050


Expertos de la Agencia Europea de Medio Ambiente (EEA, pos sus siglas en inglés) han creado una serie de mapas en los que pronostican los cambios de las temperaturas y las precipitaciones que sufrirá el continente europeo durante el siglo XXI. Según los mapas, todas las áreas europeas se calentarán entre 0,4 y 2,5 ºC a mediados de siglo.

Según el conjunto de las predicciones climáticas regionales del proyecto europeo ENSEMBLES, Europa será de media 1,5 ºC más cálida en el periodo 2021-2050 que de 1960 a 1990. A mediados de siglo XXI, los expertos sugieren que todas las áreas del continente se calentarán un mínimo de 0,4 ºC y un máximo de 2,5 ºC. Pero el sur y sureste de Europa así como Escandinavia sufrirán el mayor calentamiento.

Los mapas, creados en Eye on Earth –un servicio público de información global que permite a los usuarios integrar todo tipo de datos–, predicen además que en el periodo de 2071 a 2100 las temperaturas serán 3 ºC más cálidas que de 1960 a 1990. A finales de siglo, en el noreste de Escandinavia las temperaturas podrían ascender hasta los 6 ºC, y en la cuenca mediterránea los cambios serán mayores que en otras zonas.

Los expertos de la Agencia Europea de Medio Ambiente (EEA, por sus siglas en inglés) también señalan que las diferencias entre verano e invierno serán mayores. El mayor ascenso de temperaturas en verano se producirá en el área mediterránea. Los mapas muestran que de 2021 a 2050 las temperaturas podrían ascender en verano a 2,5 ºC respecto a las temperaturas de 1960 a 1990 en estas zonas.

Para los investigadores, temperaturas más altas suponen un aumento de las olas de calor y la sequía, que provocan impactos en el abastecimiento de agua, la producción agrícola y la salud humana.

Aumentan las lluvias en invierno

En cuanto a las precipitaciones, en las regiones del norte, los modelos pronostican un aumento de lluvias, mientras que en sur y en las regiones mediterráneas disminuirán hasta un 15%. 

Para el periodo 2021-2050, las precipitaciones aumentarán en invierno en toda Europa. Sin embargo, las lluvias en verano disminuirán. Según los expertos, ambas tendencias serán más pronunciadas de 2071 a 2100.  

Todos los datos recogidos proceden de 25 modelos climáticos regionales en el marco del proyecto ENSEMBLES. Los cambios climáticos se producirían en un escenario que asume un rápido crecimiento económico, y una población mundial que llega a los 9.000 millones de personas en 2050, que a partir de ese momento disminuye de forma gradual.
Fuente: AgenciaSINC.es (04/05/2012)

miércoles, 8 de febrero de 2012

El clima europeo podría enfriarse por una masa de agua dulce del Ártico


Hay informaciones relacionadas con la ciencia que pueden dejarnos helados. Tanto metafóricamente, por lo sorprendente o curiosas que resultan, como literalmente. Esta es una de ellas.

Según uno de los últimos estudios sobre el clima,  publicado por la revista Nature Geoscience, las temperaturas en Europa podrían bajar a consecuencia de una masa de agua dulce que se ha ido acumulado en el Ártico desde hace unos 15 años.

Según los cientificos que han participado en este estudio, los investigadores del Centro de Observación y Modelizaión Polar (CPOM) en el University Collage de Londres y Centro Oceanográfico nacional de Reino Unido, esta balsa de agua, que ha sido vista gracias a los satélites de la Agencia Espacial Europea (ESA) ERS-2 y Envisat, se ha generado en el Océano Ártico por una aceleración del Giro Beaufort, un patrón de circulación oceánica impulsado por los vientos del Ártico.

De la misma manera, un cambio en la dirección del viento podría hacer que esa masa de agua dulce se derramara en el resto del océano Ártico y llegara al Atlántico Norte. Aquí frenaría la corriente del Atlántico Norte, una de las cinco principales corrientes oceánicas, que emana calor desde el agua, expandiéndolo por la mayor parte del continente europeo.

Si esto llega a ocurrir, al frenarse esta corriente oceánica dejaría de producirse el calor que hace que tengamos el actual clima y por eso, sería mucho más frío.
Fuente: Blogdemedioambiente.com (07/02/2012)