martes, 28 de diciembre de 2010

BIODEGRADACION DE RESIDUOS DE BOLSAS OXODEGRADABLES DE PEAD BAJO CONDICIONES CONTROLADAS DE COMPOST

Autores: J.V.López; M.P. Arraiza; M.Aguilar; A.Fernando; M. Gómez (Cátedra Ecoembes de Medio Ambiente) (Artículo derivado del proyecto de investigación sobre Bioenvases realizado en colaboración con Ecoembes y otras entidades)

  1. INTRODUCCION
La normativa que regula la gestión de los residuos urbanos (RU) en los países desarrollados, evita que los envases plásticos acaben en los vertederos. El principio de prevención, seguido del de reutilización y reciclaje de materiales de envases, también limita la valorización energética de los mismos.
Se está exigiendo la necesidad de buscar alternativas a aquellos productos derivados de materias primas no renovables (fuente de energía finita y aumento de precio de las mismas). Ello genera un desarrollo de productos sustitutivos de estas fuentes tradicionales, elaborados a partir de materias primas renovables y que, ante su abandono como residuo, sean capaces de biodegradarse sin contaminar el medio.
En el caso del sector de los envases y embalajes, el mayor ámbito de aplicación de los plásticos, es el que ha experimentado más crecimiento en los últimos tiempos en cuanto a sustitución con los denominados  bioplásticos (BPL) (IBAW 2005). Siguiendo esta línea, lo adecuado para la gestión de los residuos de BPL, es procurar que éstos sean tratados junto con la fracción orgánica de los RU y cumplan su cometido de biodegradación y compostaje. Se deberá evitar en la medida de lo posible que sean separados junto con la fracción de plásticos convencionales, sobre todo, si su destino es el reciclaje de éstos.
Sin embargo, en el mercado de envases, fundamentalmente en bolsas, se están introduciendo los materiales oxodegradables (OXO), que no son más que plásticos derivados del petróleo (PEAD, PEBD, PS, fundamentalmente) con aditivos que aceleran su degradación.
El presente artículo, muestra los resultados de la biodegradación del PEAD-OXO, bajo condiciones controladas de compost en laboratorio en función de la norma UNE 14855 y EN-ISO 13432, dada la complejidad de su separación en las plantas de clasificación, y su potencial aparición en plantas de compost y vertederos. 
2. ANTECEDENTES Y JUSTIFICACION
La primera etapa de degradación de los materiales OXO puede ser iniciada por la luz ultravioleta (UV) de la radiación solar, calor y/ó tensión mecánica, que desencadenan el proceso de degradación por oxidación (Ajioka et. Al, 1998). De esta manera se reduce el peso molecular del polímero debido a la ruptura de las cadenas moleculares quedando una molécula con suficientemente bajo peso molecular que sería susceptible de desarrollar un proceso de biodegradación con el tiempo.
Aunque esta tecnología y sus productos no son nuevos, desde su aparición en el mercado en los años 80 (Itria et al., 2002) han surgido muchas dudas con respecto a si son verdaderamente biodegradables según las normas internacionales de biodegradación que se describen más adelante. Asimismo existen dudas de que los residuos que quedan tras  la degradación tengan efectos tóxicos para el medio ambiente provocado por residuos metálicos con potencial toxicidad. Otra desventaja adicional de los polímeros OXO es que si se reciclan mezclados con polímeros comunes éstos se tornan degradables con lo que se impide su reciclado a usos de larga duración como tubos, cables, postes, y otros productos.
Sin embargo, la compostabilidad de un residuo de envase es aquél degradable que, generando básicamente CO2, H2O, y humus, a una velocidad similar a la de los materiales orgánicos sencillos (por ejemplo la celulosa), no deja residuos tóxicos ni visibles (Mohee, 2007). Existe normativa en la Unión Europea, como la Norma EN 13432 en vigencia desde enero de 2005, entre otras, que permite certificar los plásticos compostables y los envases fabricados a partir de éstos, de forma tal que el consumidor pueda distinguirlos fácilmente (Tabla 1). La certificación y el etiquetado de los bioplásticos como biodegradables/compostables, permitiría tratar estos materiales post-consumo junto con la fracción orgánica (restos de comida, poda, papeles) de los residuos sólidos urbanos en plantas de compostaje (López et al. 2008). La pregunta que surge es si los residuos de envases OXO, cumplen o no con estos requisitos. 
3. METODOLOGIA
3.1. Descripción del ensayo
- Normas empleadas: Las normas europeas que rigen el ensayo realizado son: EN 13432: 2001/AC. Envases y embalajes. Requisitos de los envases y embalajes valorizables mediante compostaje y biodegradación. Programas de ensayo y criterios de evaluación para la aceptación final del envase o embalaje. Y la ISO 148551: 2005. Determinación de la biodegradabilidad aeróbica final de materiales plásticos en condiciones de compostaje controladas, método según el análisis de Carbono generado. Parte I. Método General.
-       Partes del ensayo. Se emplea como inóculo rico en microorganismos (Vazquez, et al, 2006; López et al., 2008), derivado de compost maduro y estabilizado procedente del compostaje de la fracción orgánica de RU de Valdemingómez (Madrid). Como material de referencia de control positivo se emplea TLC (cromatografía de capa fina) de grado celulosa con un tamaño de partícula de menos de 20 micras de diámetro. Como fuente de nutrientes, se emplearon las distintas muestras a analizar, Plástico Oxodegradable (PEAD aditivado).

Tabla.1.  Esquema de Normas de ensayo para evaluar la degradación de envases plásticos
PROCESO
NORMA
DEFINICION
ALCANCE
Oxidación térmica
ASTM D4102

ASTM D4871
Resistencia oxidativa de composites
Oxidación universal /estabilidad térmica
EE.UU
Fotodegradación
ASTM D5208

ASTM D53

ASTM D3826
Exposición de plásticos a UV

Resistencia a la abrasión de plásticos, previo exposición UV
Degradación final de polímeros
ISO4892
UNE 53104
EE.UU

EE.UU
Biodegradación
ASTM G 21-96

ASTM 5210-92


ASTM 5526-94


ASTM 5247

resistencia de materiales poliméricos sintéticos a hongos.
biodegradación anaeróbica de materiales plásticos en presencia de lodos residuales municipales.
biodegradación anaeróbica de materiales plásticos en condiciones aceleradas de relleno sanitario.
biodegradación anaeróbica de plásticos degradables por microorganismos específicos.
EE.UU

EE.UU


EE.UU


EE.UU
Compostabilidad
ASTM 5338-98



ASTM 5988-96


ASTM 6002-96

ASTM 6003-96


ASTM 6400-99

EN 14855
Método de ensayo estándar para la determinación de la degradación aeróbica de los materiales plásticos en condiciones controladas de compostaje
biodegradación aeróbica en suelos de materiales plásticos o residuos plásticos después del compostaje
posibilidad de compostaje de plásticos degradables ambientalmente.
Determinación de la pérdida de peso de los materiales plásticos expuestos a condiciones controladas de compost aeróbico
Especificación de estándares para plásticos compostables
Determinación de la biodegradabilidad final aeróbica y desintegración de materiales plásticos en condiciones de compostaje controladas
EE.UU
EN 13432 (*)

EE.UU


EE.UU

EE.UU


EE.UU
EN 13432
EUROPA
(*)Requisitos de los envases y embalajes valorizables mediante compostaje y biodegradación
3.2. PRINCIPIO DEL MÉTODO Y CONDICIONES DEL ENSAYO
El método de ensayo determina la biodegradabilidad total y el grado de desintegración de un material de ensayo bajo condiciones de simulación de un proceso aeróbico intensivo (López et al., 2008). La incubación debe realizarse en oscuridad o luz difusa, con oxígeno en saturación,
temperatura constante (58 ± 2ºC) y humedad aproximada de 50 %. El tiempo máximo de duración del ensayo es de 6 meses.
3.3. .EQUIPOS Y REACTIVOS
Se han tomado como referencia, las experiencias sobre biodegradación de materiales a escala de laboratorio (Calmon et al., 2000; Kijchavengkul et al., 2006; Mohee et al.,2007; López et al., 2008), utilizando sus mismos esquemas en cuanto a quipos a utilizar.
Equipos
-       Sistema de suministro de aire exento de CO2. Se empleó un compresor de aire conectado a botellas con una trampa de CO2 para cada muestra.
-       Aparatos de medida de CO2 por absorción completa en una disolución básica.
-       Tubos herméticos de aire para conectar los recipientes de compostaje con el suministro de aire y el sistema de medición de CO2.
-       Equipo analítico para la determinación de sólidos secos totales, sólidos volátiles y carbono orgánico total (TOC).
-       Biorreactores de 3 L de capacidad.
-       Baños termostatizados.
-       pHmetro, balanza, termómetros.
Reactivos
-       Agua destilada, NaOH, HCl concentrado, Fenolftaleína (FNA), Heliantina (HNA), Papel Tornasol
 3.4. PROCEDIMIENTO OPERATIVO
a. Preparación del inóculo
Como inóculo se empleó compost bien aireado procedente de una planta de compostaje aeróbico, de RU, 2 a 4 meses de edad. Debe ser homogéneo y estar libre de objetos, que se eliminaron manualmente. Se tamizó en malla de 0,5 cm2  de luz. Se determinaron los Sólidos Secos Totales (SST = 42,29%), Sólidos Volátiles (SV = 10,15%) y el Carbono Orgánico Total (TOC = 21,14%). Se ajustó la humedad mediante la adición de H2O o secado. Se mezcló 1 parte de inóculo con 5 partes de H2O desionizada. Se agitó y se comprobó que el pH se encontraba dentro del rango establecido por la norma (7 a 9). Durante el ensayo, tal y como especifica la norma, se verificó la actividad del control positivo (celulosa), comprobando que se degradó en un 70% al menos, y que el blanco produjo de 50 a 150 mg CO2/g de SST en los primeros 10 días del ensayo.
b. Preparación del material de ensayo y referencia
Para cada uno de los materiales de ensayo así como el material de referencia (celulosa), se determinó el carbono orgánico total (TOC), equivalente a g (TOC) /g (SST) y los SST y SV. Así
mismo, se comprobó que el material de ensayo así como el material de referencia tenían la cantidad mínima de carbono orgánico para producir CO2 en cantidad adecuada para la determinación, esto es, un mínimo de 50 g de SST con 20 g de TOC/recipiente (Tabla 2).

Tabla 2. Características de los materiales de referencia ensayo.
MATERIAL
% SST
% TOC
% SV
CELULOSA
47,80
42,93
13,90
PEAD
50,23
80,49
15,11

Tanto el material de ensayo como referencia se trocearon con superficie <4 cm2.
 c. Puesta en marcha del ensayo
Se prepararon los siguientes recipientes, de 3 L de capacidad cada uno:
- 3 para el PEAD
- 3 para el material de referencia (celulosa)
- 3 para el blanco (compost)
Se mezcló masa seca de inóculo con masa seca de ensayo en proporción 6:1 mezclando bien y poniendo la misma cantidad de compost por recipiente, que se llenaron hasta unas ¾ partes de su volumen. Se comprobó que el material debe tener un 50% de humedad o estar algo pegajoso y con agua cuando se presiona con la mano. Se colocaron los recipientes en los baños a 58ºC y se airearon con aire libre de CO2 y agua (pasando el aire a través de botellas con una disolución
de NaOH 0,1 N). Se manejaron igual material de ensayo y referencia.
d. Medidas
Se midió el CO2 generado a intervalos regulares de tiempo, 1 vez al día. Los recipientes se agitaron semanalmente. Se controló que la humedad no fuese demasiado alta ni baja, en torno al 50%. Se midió el pH a intervalos regulares, comprobando que se encontraba en el rango de 7 a 9. Para determinar el CO2 generado se empleó el método de absorción completa en una disolución básica, basado en la reacción del CO2 libre del H2O con el NaOH para formar NaHCO3. Para ello, se hizo pasar el gas procedente de cada recipiente por 200 ml de una disolución de NaOH 1 N, capaz de retener la totalidad de CO2 generada cada día por cada uno de los materiales de ensayo. Diariamente, se tomaron 10 ml de la muestra, se valoraron con HCl 0,05 N y FNA hasta cambio de color. Se anotaron los ml de HCl consumidos. Así mismo, se comprueba que el compost no se ha secado ni tiene moho. Si se seca se añade H2O desionizada, si tiene moho, se hace pasar aire seco.
e. Fin del ensayo
Tras 90 y 180 días de ensayo, se pesaron los recipientes con sus contenidos, se determinaron los sólidos secos totales y volátiles. Se anotaron apreciaciones visuales en relación con la apariencia del material de ensayo para determinar su grado de desintegración. Así mismo, a partir de los datos de CO2 producido, se calculó la biodegradabilidad del material ensayado, así como la de un control positivo bajo condiciones de compostaje aerobio.
3.4. ELEMENTOS DE CALCULO
A partir de los datos de SST y COT se calculó la cantidad teórica de CO2 en gramos por recipiente (ThCO2), que puede producirse por el material de ensayo utilizando la ecuación:
 ThCO2 = MTOT∙CTOT∙44/12
 Donde,
MTOT son los sólidos secos totales, en gramos, en el material de ensayo introducido en los recipientes de compostaje al principio del ensayo,
CTOT es la proporción de carbono orgánico total en los sólidos secos totales en el material de ensayo, en gramos por gramo, y
44 y 12 son la masa molecular del CO2 y masa atómica del C respectivamente.

A partir de la cantidad acumulada de CO2 liberada por cada uno de los recipientes, se calculó el porcentaje de biodegradación (DT), de cada material de ensayo, utilizando la ecuación

DT = [(CO2)T - (CO2)B] /ThCO2

Donde,
(CO2)T es la cantidad acumulada de CO2 generado por cada recipiente de compostaje que contiene el material de ensayo, en g/recipiente,
(CO2)B es la cantidad acumulada media de CO2 generado en los recipientes del blanco, en g/recipiente
ThCO2 es la cantidad teórica de CO2 que puede producir el material de ensayo, en g/recipiente.
Finalmente, se calculó el porcentaje de degradación por pérdida de peso y se determinó el grado de desintegración de cada uno de los materiales ensayados.
3.5 VALIDEZ DE LOS RESULTADOS
Se comprobó la validez del ensayo según los parámetros establecidos por la norma ISO 14855. El ensayo se considera válido si el grado de biodegradación del material de referencia es más del 70% después de 45 días; la diferencia entre el porcentaje de biodegradación del material de referencia en los recipientes de compostaje es menor del 20% al final del ensayo; el inóculo en el blanco generó más de 50 mg y menos de 150 g de CO2/g de SST después de 10 días de incubación. 
4. RESULTADOS
4.1.BIODEGRADACION DE LA CELULOSA
Los resultados de las mediciones diarias a 90 y 180 días son los siguientes:

                                    Error     Estadístico
Parámetro     Estimación       estándar            T                P-Valor
Ordenada       -0,360707        1,79829      -0,200583          0,8418
Pendiente        19,4307       0,451716        43,0154            0,0000
                                        Análisis de la Varianza
Fuente          Suma de cuadrados     GL  Cuadrado medio Cociente-F   P-Valor
Modelo                    16069,7                     1        16069,7         1850,32     0,0000
Residuo                   477,663           55        8,68478
      Total (Corr.)            16547,3           56

Coeficiente de Correlación = 0,985461
r2 = 97,1134 porcentaje
r2 (ajustado para g.l.) = 97,0609 %
Error estándar de est. = 2,94699
Error absoluto medio = 2,64774

La ecuación del modelo ajustado es de tipo logarítmico:

%D = -0,360707 + 19,4307*ln(TIEMPO)

Dado que el p-valor en la tabla ANOVA es inferior a 0.01, existe relación estadísticamente significativa entre %D y T para un nivel de confianza del 99%.
 Por otra parte,  r2 indica que el modelo explica un 97,1134% de la variabilidad en %D. El coeficiente de correlación es igual a 0,985461, indicando, por tanto, una relación relativamente fuerte entre las variables (Fig.1).
Estimaciones básicas de D: A 30 días = 65,7%; a 90 días = 87,0%; a 120 días = 92,6% y a 180 días = 100% à BIODEGRADABLE
 Fig.1. Curva de biodegradación de la celulosa como material de referencia
4.2.ANALISIS DE LA BOLSA PEAD-OXODERADABLE
Al igual que para el caso de la celulosa , los valores calculados han sido los siguientes:

                                   Error     Estadístico
Parámetro     Estimación       estándar              T             P-Valor
Ordenada       -0,500447         1,0463          -0,478304     0,6343
Pendiente           9,6862       0,262821          36,8548      0,0000
                                   Análisis de la Varianza
Fuente          Suma de cuadrados     GL  Cuadrado medio Cociente-F      P-Valor
Modelo                    3993,33            1        3993,33         1358,28        0,0000
Residuo                     161,7             55             2,94
-----------------------------------------------------------------------------
Total (Corr.)             4155,03          56

Coeficiente de Correlación = 0,980349
R2 = 96,1083 porcentaje
R2 (ajustado para g.l.) = 96,0376 porcentaje
Error estándar de est. = 1,71464
Error absoluto medio = 1,15657

La ecuación del modelo ajustado es
%D = -0,500447 + 9,6862*ln(T)
Dado que el p-valor en la tabla ANOVA es inferior a 0.01, existe relación estadísticamente significativa entre %D y T para un nivel de confianza del 99%.
r2 indica que el modelo explica un 96,1083% de la variabilidad en %D (Fig.2).  El coeficiente de correlación es igual a 0,980349, indicando una relación relativamente fuerte entre las variables.  El error estándar de la estimación muestra la desviación típica de los residuos que es 1,71464.  
Estimaciones básicas de D: A 30 días = 32,4%; a 90 días = 43,0%; a 120 días = 45,9%; a 180 días = 49,80  y a 270 días = 53,7% à NO BIODEGRADABLE

 Fig.2. Curvas de biodegradación de las bolsas oxodegradables
4.3. PERDIDA DE MASA
El porcentaje de biodegradabilidad se puede calcular también a partir de los pesos inicial y finales del material ensayado. En la Tabla 3 se muestran los resultados obtenidos en cuanto a la variación del peso de las muestras antes y después del ensayo. Las medidas se refieren a peso seco. Tanto peso inicial como restante se refiere a la mezcla de material de ensayo y compost. Los cálculos se han hecho referidos a cada uno de los materiales.

Tabla 3. Pesos de las muestras (peso seco, g)
MUESTRA
Peso Inicial
Peso restante
% Pérdida de masa
CELULOSA
350,00
29,00
91,71
PEAD
350,00
190,00
45,71

4.4. GRADO DE DESINTEGRACION
El grado de desintegración determina la descomposición física en fragmentos de inferior tamaño del material ensayado. Su apreciación puede hacerse visualmente. En la Fig.3 se muestran los materiales de ensayo antes y después de la degradación. La medición de la desintegración determina la descomposición física del material plástico en muchos fragmentos pequeños. Esto es fundamental para que el envase pueda ser recuperado orgánicamente, que se desintegre en el procedimiento biológico sin que se observen efectos negativos en el proceso.
Según requisitos marcados por la Norma EN 13432, la desintegradabilidad consiste en la fragmentación y la pérdida de visibilidad del residuo en el compost final (ausencia de contaminación visual). El que el material tiene que estar desintegrado antes de 3 meses, con un tamaño inferior a 2 milímetros.


5.      CONCLUSIONES
En el presente trabajo se ha determinado la biodegradabilidad de los envases OXO según la norma EN 13432, y su desintegradabilidad. Para ello, se llevaron a cabo los ensayos de biodegradabilidad en polímeros sintéticos degradables de PEAD. Los resultados en cuanto a porcentaje de biodegradabilidad y grado de desintegración son los siguientes:
La celulosa, o control positivo, alcanzó el 70 % de biodegradación en el día 45, tal y como establece la Norma para que el ensayo se considere válido. Al final del ensayo (90 días) la celulosa había alcanzado un 91,22 % de degradación, calculado por el método de CO2 producido, coincidente con el valor obtenido por el método de pérdida de masa (91,72%). Al final del ensayo no se distinguían fragmentos de celulosa en los restos de la mezcla superiores a 2 mm. A 180 días la biodegradación era total.
El material de ensayo PEAD alcanzó en el período de ensayo un 44,46% de biodegradación, calculado por el método de CO2 producido, coincidente con el valor obtenido por el método de pérdida de masa (45,71%). Al final del ensayo se distinguían abundantes fragmentos del material en los restos de la mezcla superiores a 2 mm. La función de biodegradación de las bolsas de PEAD aditivadas es del tipo:

%D = -0,500447 + 9,6862*ln(T)
Con un coeficiente de correlación r = 0,98.

Cabe concluir, por tanto, que según los indicadores de la norma EN 13432, las bolsas de PEAD aditivadas  NO SON BIODEGRADABLES, por lo que su mezcla con la fracción orgánica es un error, dado que se han de eliminar junto con los demás plásticos en las plantas de compostaje. No obstante, si parte de estos residuos va a parar a los vertederos, al menos se tiene la certeza que en el tiempo que van a estar enterrados estos residuos, SI se verificará la degradación de estos plásticos, frente a los mismos materiales no aditivados.
REFERENCIAS
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Calmon A. et al. An automated test for measuring polymer degradation. Chemosphere 41 (2000) 645 – 651.
Gaurav Kale, Rafael Auras, Sher Paul Singh and Ramani Narayan (2007). Biodegradabilidad de las botellas de ácido poliláctico en situación real y simuladas las condiciones de compostaje.
Iovinoa R., R. Zulloa, M.A. Raob, L. Cassara and L. Gianfredab (2007). Biodegradación de poli (ácido láctico) / almidón / coco biocomposites bajo condiciones de compostaje controlado.
Itria R. F., Luppi L. I. and L. A. de Tullio. (2002). Estudio comparativo de ensayos de biodegradabilidad. Recursos Naturales y Ambiente, 4º Jornadas de Desarrollo e Innovación. Nov.
Kijchavengkul, T., Auras, R. , Rubino, M.  Ngouajio,M.,  Fernandez, R. (2006). Development of an automatic laboratory-scale respirometric system to measure polymer biodegradability Polymer Testing, Volume 25, Issue 8, Pages 1006-1016.
López, J.V., Arraiza, M.P. y León, B. (2008). Biodegradación de residuos de papel en plantas de compostaje. Tecno Ambiente. 18. 183. 15-21.
Mohee, R. et al.,(2007). Biodegradability of biodegradable/degradable plastic material. Waste Management 10.p. 1016
Mohee, R., G. Unmar.(2007). Determining biodegradability of plastic materials under controlled and natural composting environments. Waste Management 271486 – 1493.
Vázquez – Rodríguez G. et al. (2006). Effect of the innoculation level in aerobic biodegradability tests of polymeric materials. International Biodeterioration & Biodegradation 58. 44 – 47.



lunes, 20 de diciembre de 2010

EL NUEVO MARCO DE LA GESTION DE RESIDUOS EN ESPAÑA

Los denominados nuevos retos ambientales actuales, que no son más que el reconocimiento a nivel general de los efectos ambientales que venimos detectando desde hace ya varias décadas, están sirviendo para cambiar la filosofía productiva e integrarse en las políticas económicas, educativas,... de toda índole y, por supuesto, en las propias leyes. 
La nueva Directiva Europea de Residuos de 2008 y el Plan Nacional Integrado de Residuos, constituyen el nuevo marco de actuación en materia de gestión de residuos. Ello culminará con la transposición de la mencionada Directiva en una ley de residuos, que sustituirá a la ya caduca Ley 10/98.
Por otro lado, hay que constatar el hecho que la aprobación de la Directiva 94/62/CE y su transposición a la legislación española a través de la Ley 11/97 de envases y residuos de envases, ha generado unos resultados importantes en cuanto a recuperación de materiales (plásticos, latas, papel/cartón, vidrio), alcanzándose con creces los objetivos marcados en la misma para todos los países del área comunitaria, si bien ha dejado en entredicho la gestión de otros residuos urbanos que no han sido abordados hasta ahora.

La Ley de Envases y Residuos de Envases, preveía dos modos de operar: el sistema de devolución y retorno (SDDR) y el sistema integrado de gestión (SIG). La industria del envasado optó por el SIG (bolsa amarilla) con resultados óptimos y contrastables en la actualdiad, si bien hay disparidad en los números según comunidades autónomas. En su conjunto el balance no sólo ha sido positivo, sino que se han creado otros SIG tales como SIGRE para los medicamentos; SIGFITO para los envases plásticos de origen fitosanitario; ECOASIMELEC para los residuos de aparatos eléctricos y electrónicos, etc. Ahora bien, mientras se ha avanzado en estas fracciones de residuos, se ha dejado de lado otra no menos importante como lo es la materia orgánica, la cual representa en peso bruto entre un 30-40% en el conjunto de la basura urbana.
¿Cómo será la gestión de los residuos en los próximos 10 años?
La Directiva de Residuos 2008/98/CE (DOUE 22/11/2008) estabelce una nueva jerarquía en la gestión:
- Prevención
- Preparación para la reutilización
- Reciclado
- Valorización energética
- Eliminación
Para ello, se introduce una nueva definición de residuo de manera que todo subproducto, material, envase, etc, pierde su condición de residuos,  siempre que pueda valorizarse a través de su reutilización como materia prima, que disminuya el consumo de recursos no renovables y se reduzcan los impactos ambientales en el medio de extracción. El fin de la condición de residuo es facilitar su reciclaje material. Por ejemplo, actualmente el papel y cartón que usamos y depositamos en los contenedores azules, hoy por hoy son residuos para reciclar. Con la nueva ley, pasan a ser materias primas. Lo mismo ocurrirá para los envases, vidrio, aceites usados......, dejando sin aplicación una extensa y farragosa legislación actual específica de los mismos.
Otro aspecto importante de la nueva ley es la inclusión de la responsabilidad ampliada del productor, que obligaría a que los residuos de sus productos sean aceptados por él y gestionados de manera que se hagan cargo de los costes correspondientes a dicha gestión. Un efecto claro, para todo aquello que no esté sometido a un SIG, va a ser el incremento en el precio de los productos finales, repercutiendo esa gestión en el consumidor, como era de esperar. Esta medida hoy por hoy, tal y como está la economía, no tiene mucho futuro, máxime cuando la discusión de la directiva se realizó antes de la crisis económica y no contemplaba la profundidad de la misma, sobre todo en determinados estados miembros de la UE.
También incluirá la nueva ley los objetivos de reciclaje para las fracciones de papel, metal, vidrio y plástico, abriendo la posibilidad de incluir en éstas, los biorresiduos (residuos biodegradables de parques y jardines,  alimenticios y de cocina procedentes de los hogares y canal HORECA y otros asimilables procedentes de plantas de transformación de alimentos). Sin embargo, no plantea objetivos para los residuos peligrosos o de origen industrial.

Finalmente, hace mención a los aceites industriales usados y prevé la regeneración de los mismos. La incineración de residuos urbanos pasa a considerarse una operación de valorización si se cumple con los principios de eficiencia energética.
La nueva legislación fijará, por tanto, el marco para la próxima década, si bien la atención a los problemas ambientales tales como el cambio climático o el sobre consumo de recursos naturales asociados a los residuos, hacen necesaria la aplicación de políticas de gestión avanzadas y la demanda de nuevos técnicos en la materia, que se formen al amparo del nuevo marco y bajo esa perspectiva, que sin duda, generará nuevas necesidades y puestos de trabajo, con independencia de la situación económica regional.
JVLA_CEMA

domingo, 19 de diciembre de 2010

LA VIDA SECRETA DE LOS ENVASES


Los productos y envases que usamos cada día dejan una huella en el medio ambiente. Pero no sólo ellos. Nosotros, como consumidores, producimos un impacto incluso mayor. Una mesa redonda, dentro de las Jornadas de Medio Ambiente de Madridiario, analiza las fórmulas que deben seguir las empresas y los ciudadanos para reducir ese impacto.
El reciclaje es uno de los cambios de mentalidad más importantes que ha sufrido la sociedad en los últimos años. Nos hemos acostumbrado a separar la basura en casa y ya no nos sorprendemos porque se haya multiplicado el número de contenedores en nuestras calles. Sin embargo, todos esos cambios son relativamente recientes y, lo que es más importante, esa mentalidad está en constante proceso de renovación para reducir cada vez más nuestra huella ambiental en el entorno.


Así lo constataron -durante una mesa redonda titulada 'El ecodiseño en la fabricación de productos reciclables'- el presidente de la Asociación de Recuperadores de Madrid (Arema), Antonio García Gleiser; la jefa del departamento de Prevención de Ecoembes, Esther Colino, y el director del Grupo de Investigación en Gestión Ambiental de la Escuela Superior de Comercio Internacional de la Universidad Pompeu Fabra, Pere Fullana.

Los dos primeros expusieron la labor que realizan sus asociaciones para avanzar, respectivamente, en el reciclado eficiente del papel y cartón, y de los brick y latas. García Gleiser, en primer lugar, recordó el importante paso que ha dado Madrid en los últimos diez años a la hora de reciclar el papel. Su asociación -creada en el año 1995 y que en la actualidad integra a ocho empresas recuperadoras y a un fabricante de papel- ha pasado de reciclar 30.000 toneladas de papel en el año 1999 a las 92.000 del año pasado. "La siguiente ciudad que más recicla es Barcelona, pero apenas llega a 60.000 toneladas", subrayó García Gleiser.

Durante su intervención -enmarcada en las VIII Jornadas de Medio Ambiente organizadas por Madridiario-, García Gleiser explicó las dificultades que se encuentran a la hora de recuperar el papel que tiramos a los contenedores azules. En ocasiones, esas dificultades se derivan de un uso incorrecto de los contenedores -como echar vidrio o plásticos al contenedor azul-, pero en otras ocasiones esos problemas provienen de los propios materiales. "Las tintas de los papeles, las grapas o los laminados hacen que ese papel llegue contaminado", explicó el responsable de Arema. "No todos los papeles pueden ser destintados. Además en los últimos años ha proliferado la colocación de pegatinas, adhesivos que dificultan el proceso de reciclaje al producir manchas en los nuevos rollos de papel recuperado".

Dificultades parecidas se las encuentra Ecoembes a la hora de dar una segunda oportunidad a los brick y latas. La empresa, a la que están asociadas cerca de 12.000 empresas españolas reciclen, logró ahorrar más de 70.000 toneladas de envases en 2009. "Nosotros ayudamos a las empresas a identificar qué más pueden hacer para reducir su huella ambiental -aseguró Colino-. Es muy importante hacer ver que un envase mal diseñado genera un impacto ambiental mucho mayor".

En otras palabras, intentar que la huella ecológica de un producto sea lo más leve posible desde su fabricación hasta que se convierte en residuo. "Pero para todo eso hay que superar barreras 'invisibles' -lamentó Colino-. Todavía se tiende a pensar que ese proceso es un problema, y esa es una visión que hay que superar".

En este sentido, la representante de Ecoembes recordó algunos de los factores a tener en cuenta para alcanzar mayor eficiencia en el proceso de reciclado. "Es importante que los elementos del envase sean facilmente separables -como el tapón de una botella-, pero también hay que tener en cuenta las dimensiones del envase, el color o, uno de los elementos más importantes, la composición de los materiales que lo forman -advirtió Colino-. Un fragmento de PVC en un envase de Pet, por ejemplo, impide completamente el reciclado".

Pero la huella de los materiales no es, ni mucho menos, la más importante. "Debatir sobre si es bueno o no retirar las bolsas de plástico de los supermercados es una pérdida de tiempo -sentenció un contundente y escéptico Pere Fullana-. Lo que hay que discutir es nuestro modelo basado en un consumo masivo".

Fullana, director del Grupo de Investigación sobre Gestión Ambiental de la Escuela Superior de Comercio Internacional de la Universidad Pompeu Fabra, instó al auditorio a cuestionar el concepto de reciclado desde su misma base. "Ahora reciclamos porque nos han dicho que hay que reciclar y que unos materiales son malos, pero no es verdad. No hay materiales malos, sino aplicaciones incorrectas, y no siempre es bueno reciclar. Los envases pueden ser contaminantes, pero hay que tener en cuenta que el impacto ambiental del producto que va dentro de ese envase es mucho mayor".

  Fullana echó mano de un concepto que pugna por hacerse un hueco en nuestros días y que supone una pequeña revolución: la inteligencia ecológica. "Esta inteligencia ecológica es fundamental para la supervivencia de nuestra especie -prosiguió-. Las políticas ambientales no han funcionado para crear una sociedad sostenible. Cada día somos más y sociedades como la china o la india se van incorporando a nuestra forma de consumo masivo. En 2011, sin ir más lejos, pondremos en el mercado un 15 por ciento más de productos que se convertirán en residuos. Ello nos obliga a que esos productos sean un 15 por ciento más ecológicos para compensar".

25-11-2010 - David Canellada - Fotografías: Diego Sánchez

jueves, 2 de diciembre de 2010

EMPRESAS ESPAÑOLAS Y RECICLAJE DE PAPEL

Más del 90% de las empresas españolas recicla el papel y cartón que genera su actividad laboral, mientras que el promedio europeo se sitúa en el 80%. En los últimos años el reciclaje ha tenido un gran impulso en nuestro país, colocando a España entre los países europeos que más reciclan papel y cartón. Los últimos datos hablan de 5.000 millones de kilos reciclados al año, lo que supone un porcentaje que prácticamente alcanza el 70% del papel que se consume. La recuperación de papel se ha duplicado en los últimos diez años y España bate cada año su propio récord, gracias al esfuerzo de ciudadanos, administraciones públicas e industria papelera. Actualmente, casi el 70% del papel que utilizamos se recicla, lo que nos sitúa a la cabeza de Europa, junto a países con mayor tradición en reciclaje, como Suiza, Alemania, Holanda, Austria o Noruega, cuyas cifras rondan el 72%. El reciclaje de papel se ha convertido así en el centro de la conciencia ecológica española. El 96% de los 1.164 municipios españoles con más de 5.000 habitantes cuenta con un sistema de recogida selectiva, lo que permite que en nuestro país se reciclen al año más de 5.000 millones de kilos de papel.  
RRHHPress.com (27.11.10)

ECOLOGICO PAPEL

Como asiduo lector de libros y revistas, leí con interés el artículo sobre la elección entre leer en papel o en máquinas electrónicas. Me sorprende que cuando se hacen este tipo de comparaciones no se tenga en cuenta que vivimos en un mundo de escasos recursos y que no se mencione el efecto medioambiental que tiene utilizar uno u otro soporte. De las materias primas necesarias para fabricar los dos soportes, sólo una de ellas es renovable y sostenible: la madera.. Si a esto añadimos que los bosques y sus derivados son sumideros de carbono, la madera y, a su vez, los libros y otros soportes de papel tienen otra ventaja añadida. Ni el petróleo ni los minerales necesarios para producir los soportes electrónicos son sostenibles ni renovables; el primero, además, tiene un efecto absolutamente negativo en las emisiones de CO2. El lector crítico podrá pensar que utilizando soportes electrónicos salvamos los bosques. En países con larga tradición maderera, como Suecia, de donde soy, se entiende la necesidad de gestionar los bosques de forma que la masa forestal se mantenga y crezca con el tiempo, ya que el bosque contribuye a la riqueza del país gracias a los ingresos por la venta de papel, madera u otros productos, pero también porque es parte importante de la vida de la población. El papel no constituye un problema, siempre y cuando se gestionen los bosques de forma sostenible, como ya se hace en Europa. Creo firmemente que estamos haciendo un flaco favor al medio ambiente y a la sostenibilidad si sustituimos libros, revistas y periódicos impresos en papel por soportes electrónicos. Les invito a reflexionar acerca de si los soportes de lectura electrónicos pueden no ser tan ecológicos, teniendo en cuenta el tipo de materiales con que se fabrican, sin olvidar, además, el consumo energético.  
Mikael Wiren, Madrid. El País (21.11.10)