Cuando desde la Cátedra Ecoembes nos plantearon la oportunidad de realizar nuestro trabajo Fin de Máster en Gestión Sostenible de los Residuos, en proyectos de cooperación en países extranjeros fuimos varios alumnos los que nos sentimos atraídos por la idea.
Mi proyecto se desarrolló en Bogotá (Colombia), en colaboración con la Corporación Horizontes Colombianos. El proyecto se llevó a cabo en un planta de almacenaje y desensamble de Residuos de Aparatos eléctricos y electrónicos informáticos y de telecomunicaciones (computadoras, impresoras, ordenadores portátiles, etc…)
Que eligiera este proyecto se debió principalmente a dos factores: por un lado el reto que suponía adentrarse en un tema de tanta complejidad como es la gestión de RAEE (Residuos de Aparatos Eléctricos y Electrónicos), y por otro tener el privilegio de poder ver como se estaba haciendo en un país tan lejano como Colombia.
Cuando les comenté a mis amigos y familiares la idea de irme a realizar el proyecto a Colombia, una de las frases que más se repetían como no podía ser de otra manera fue “ten mucho cuidado…”. Me encontré muchas, demasiadas caras de preocupación mientras les hablaba de mis intenciones. Por desgracia Colombia no goza de buena fama en España, es un país del que prácticamente no nos llegan noticias, y las pocas que vemos en los telediarios son sobre asuntos relacionadas con secuestros, narcotráfico o terrorismo.
La realidad que yo viví sin embargo es muy distinta a lo que nos llega por los medios de comunicación. Es cierto que hay que tomar siempre precauciones en un lugares tan lejanos como Colombia, y que no todas las zonas dentro de un país gozan de la misma seguridad, pero mi experiencia ha sido la de encontrarme en una ciudad segura, que gracias al progreso económico y social de los últimos años ha convertido a Colombia en un país que para nada tiene que ver con la imagen que tenemos en España y que año tras año crece en materia de seguridad.
Ha sido una gran experiencia descubrir de primera mano, como los ciudadanos de Bogotá trabajan día a día por construir una ciudad y un país que crezca sobre los cimientos de la Paz, la Justicia y la Democracia y también de ver cómo están concienciados porque este desarrollo se lleve a cabo dentro de la tolerancia, la igualdad y el respeto por el Medio Ambiente.
Iniciativas como Bogotá Basura Cero, son el claro ejemplo de esfuerzo colectivo por encarar el futuro con optimismo y transformar la gestión de residuos en una megalópolis como Bogotá. Dentro de este progreso e iniciativas en temas de gestión de residuos también se encuentra un tema de tanta actualidad como es la gestión RAEE. De hecho, pocos días antes de viajar a Bogotá se aprobaba la ley 1672 donde se establecía los lineamientos para la adopción de políticas de gestión integral de RAEE.
Una vez llegado a Bogotá tome contacto con los miembros de Corporación Horizontes Colombianos y comencé mis visitas a la planta de tratamiento en la que estuve un mes. Tengo que agradecer en este punto la ayuda recibida por mi compañera de Máster Ingrid, colombiana y residente en Bogotá, que me sirvió de gran ayuda para buscar alojamiento y asentarme los primeros días.
Encuanto a mi trabajo en la planta, tuve la oportunidad de ver todo lo relacionado con la recogida y de búsqueda de RAEE. Uno de los objetivos primordiales es la de disuadir a las empresas de que entregasen sus residuos a gestores informales que no hacen un correcto tratamiento de los residuos.
Este tipo de gestores informales desensamblan y aprovechan solo aquellas partes valiosas, por medio de procesos que ponen en riesgo su salud y la del resto de ciudadanos, y finalmente desechan en descampados o junto a la basura doméstica aquellos componentes que no les reportaban beneficios.
Conseguir que empresas, particulares e instituciones públicas entreguen sus RAEE a Gestores autorizados que cumplan con la normativa ambiental es uno de los grandes retos en la Gestión Integral de RAEE en Colombia.
Además pude conocer de primera mano los procesos de almacenaje y desensamble en sus diversos componentes (plásticos, vidrio, metales…), y también las dificultades que se encuentran a la hora de buscar recicladores autorizados que aseguren que se los materiales se seguirán tratando de una manera sostenible.
En resumen, gracias a la UPM y la Cátedra Ecoembes he podido vivir una experiencia inolvidable, que me ha permitido crecer como técnico y como persona. Conocer una maravillosa ciudad como Bogotá y poder tener una toma de contacto con los problemas a los que se enfrenta una planta de tratamiento de RAEE en un país que ha comenzado recientemente y con firmeza su andadura hacia la gestión sostenible de los residuos.
Por: Manuel de la Venta Granda, Ingeniero Técnico Forestal.
Máster en Gestión Sostenible de los Residuos.