martes, 26 de abril de 2016

¿Cómo se gestionan los residuos de envases domésticos en el resto de Europa?



Actualmente existen dos tipos de sistemas de gestión de envases domésticos:
Sistema de Depósito Devolución y Retorno (SDDR): basado en el pago previo de un depósito por parte de los consumidores que les es devuelto en el momento que devuelvan los envases a los establecimientos de venta de bebidas, bien mediante recogida manual (dependiente), bien mediante recogida automática (máquina RVM). Posteriormente los envases recogidos mediante recogida manual serán llevados sin compactar a una planta de conteo, y los envases recogidos mediante recogida automática serán llevados a un reciclador o recuperador. Este sistema sólo gestiona una parte de los envases, por lo que debe convivir con otro que gestione la parte restante.
Sistema Colectivo de Responsabilidad Ampliada del Productor (SCRAP): se basa en una acción conjunta de las empresas envasadoras, las administraciones públicas y los ciudadanos. Tiene como finalidad la recogida periódica de envases usados y residuos de envases, en el domicilio del consumidor o en sus proximidades a través de la instalación de contenedores en la vía pública. El material recogido por vehículos especializados es llevado a plantas de clasificación de materiales en el caso de los envases ligeros, y directamente a recicladores o recuperadores en el caso de la fracción papel/cartón y la fracción vidrio.
Dentro del entorno europeo, Bélgica es el país líder en cuanto a la tasa de reciclado. Actualmente de acuerdo con los datos publicados en Eurostat, se sitúa a la cabeza con una tasa de 78,7% en el año 2013. La empresa encargada de la gestión de los residuos de envases, Fost Plus, cuenta con una amplia experiencia en el sector, desde 1994 fecha en la que inició su recorrido. Este país gestiona sus residuos de envases a través de un SCRAP universal (para todos los envases)similar al existente es España, con la diferencia de que se han definido unos objetivos mínimos de valorización y reciclado más ambiciosos que los marcados por la Directiva de envases y existe la obligación de separar los residuos y depositarlos en bolsas de basura oficiales cada una identificada con un color característico (en Bruselas por ejemplo depositar vidrio envase en la bolsa blanca de fracción resto conlleva una multa administrativa de 62,5€).

Otro de los países situados en cabeza es Alemania con una tasa de reciclado de 71,8% en 2013. Este país cuenta con un SDDR obligatorio que se implantó en el año 2003 con el objetivo de incrementar el uso de envases reutilizables, y un SCRAP que se encuentra en funcionamiento desde el año 1991. Sin embargo, de acuerdo con los datos publicados por el “Federal Ministry for the Environment, Nature Conservation and Nuclear Safety”el porcentaje de envases de bebida reutilizables puestos en el mercado ha mantenido la tendencia a reducirse aún después de la implantación del sistema de depósito, con la excepción del sector de la cerveza.

En cuanto a los datos económicos, de acuerdo con la información publicada en las páginas web oficiales de las empresas que gestionan cada uno de los sistemas, el coste por tonelada valorizada/reciclada es de 472 euros en Alemania (sin contar con los costes organizativos del SDDR ya que no se dispone de datos) y de 205,5 en Bélgica, es decir, el coste de gestión en Alemania sin contar con los costes organizativos del SDDR, supone más del doble que en Bélgica.

Con estos datos sobre el papel, sólo cabe una reflexión ¿Tiene sentido plantearse la implantación de un sistema que no es universal (al no gestionar todos los tipos de envases, tiene que convivir con otro sistema que gestione la parte restante de los mismos) y que duplica los costes, cuando existe un sistema universal con capacidad de proyección que funciona correctamente?

Por Laura Mellado de la Pascua.