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lunes, 18 de julio de 2016

Hablemos de Reciclaje 4.0

El tema de la llamada Economía Circular se está manejando ya en todos los aspectos productivos de la industria, incluso de los servicios. El concepto como tal es muy amplio y, aunque parece nuevo, en determinados ámbitos ya se venía aplicando.

Este modelo de afrontar la producción y los hábitos de consumo conlleva dos principios fundamentales:
  •    La reducción de los residuos y tender al vertido cero
  •     El residuo como recurso, es decir, como materia prima
Y para ello se manejan a su vez aspectos tan importantes como los recursos financieros, los flujos de materiales, las ideas (open mind) y la innovación abierta, que lo hacen ser un sistema de gestión complejo y apasionante.

En este marco, la gestión de los residuos se mueve perfectamente, generando nuevos modelos de negocio basados en el ecodiseño, que alargue el ciclo de vida de los productos y los preparare para su reutilización, reparación y reciclaje y manejando la cantidad de datos que se van a generar (BigData). Estos aspectos son los retos más importantes de la Economía Circular y donde la Responsabilidad Extendida del Productor, se manifiesta como la única herramienta eficiente para concluir con éxito este reto.

viernes, 27 de mayo de 2016

¿Merece la pena instaurar el SDDR en España? Así funciona el sistema de depósito

Desde hace ya algún tiempo nos vienen bombardeando sobre las bondades del SDDR y las maravillosas consecuencias que tendría su implantación sobre las tasas actuales de reciclado en nuestro país. Pero, ¿qué es un sistema de depósito y cómo funciona realmente? ¿De verdad es la solución para alcanzar los objetivos marcados por la Unión Europea en materia de reciclado?


martes, 26 de abril de 2016

¿Cómo se gestionan los residuos de envases domésticos en el resto de Europa?



Actualmente existen dos tipos de sistemas de gestión de envases domésticos:
Sistema de Depósito Devolución y Retorno (SDDR): basado en el pago previo de un depósito por parte de los consumidores que les es devuelto en el momento que devuelvan los envases a los establecimientos de venta de bebidas, bien mediante recogida manual (dependiente), bien mediante recogida automática (máquina RVM). Posteriormente los envases recogidos mediante recogida manual serán llevados sin compactar a una planta de conteo, y los envases recogidos mediante recogida automática serán llevados a un reciclador o recuperador. Este sistema sólo gestiona una parte de los envases, por lo que debe convivir con otro que gestione la parte restante.
Sistema Colectivo de Responsabilidad Ampliada del Productor (SCRAP): se basa en una acción conjunta de las empresas envasadoras, las administraciones públicas y los ciudadanos. Tiene como finalidad la recogida periódica de envases usados y residuos de envases, en el domicilio del consumidor o en sus proximidades a través de la instalación de contenedores en la vía pública. El material recogido por vehículos especializados es llevado a plantas de clasificación de materiales en el caso de los envases ligeros, y directamente a recicladores o recuperadores en el caso de la fracción papel/cartón y la fracción vidrio.
Dentro del entorno europeo, Bélgica es el país líder en cuanto a la tasa de reciclado. Actualmente de acuerdo con los datos publicados en Eurostat, se sitúa a la cabeza con una tasa de 78,7% en el año 2013. La empresa encargada de la gestión de los residuos de envases, Fost Plus, cuenta con una amplia experiencia en el sector, desde 1994 fecha en la que inició su recorrido. Este país gestiona sus residuos de envases a través de un SCRAP universal (para todos los envases)similar al existente es España, con la diferencia de que se han definido unos objetivos mínimos de valorización y reciclado más ambiciosos que los marcados por la Directiva de envases y existe la obligación de separar los residuos y depositarlos en bolsas de basura oficiales cada una identificada con un color característico (en Bruselas por ejemplo depositar vidrio envase en la bolsa blanca de fracción resto conlleva una multa administrativa de 62,5€).

Otro de los países situados en cabeza es Alemania con una tasa de reciclado de 71,8% en 2013. Este país cuenta con un SDDR obligatorio que se implantó en el año 2003 con el objetivo de incrementar el uso de envases reutilizables, y un SCRAP que se encuentra en funcionamiento desde el año 1991. Sin embargo, de acuerdo con los datos publicados por el “Federal Ministry for the Environment, Nature Conservation and Nuclear Safety”el porcentaje de envases de bebida reutilizables puestos en el mercado ha mantenido la tendencia a reducirse aún después de la implantación del sistema de depósito, con la excepción del sector de la cerveza.

En cuanto a los datos económicos, de acuerdo con la información publicada en las páginas web oficiales de las empresas que gestionan cada uno de los sistemas, el coste por tonelada valorizada/reciclada es de 472 euros en Alemania (sin contar con los costes organizativos del SDDR ya que no se dispone de datos) y de 205,5 en Bélgica, es decir, el coste de gestión en Alemania sin contar con los costes organizativos del SDDR, supone más del doble que en Bélgica.

Con estos datos sobre el papel, sólo cabe una reflexión ¿Tiene sentido plantearse la implantación de un sistema que no es universal (al no gestionar todos los tipos de envases, tiene que convivir con otro sistema que gestione la parte restante de los mismos) y que duplica los costes, cuando existe un sistema universal con capacidad de proyección que funciona correctamente?

Por Laura Mellado de la Pascua.

domingo, 27 de marzo de 2016

La guerra de los envases

Un gesto tan sencillo como tirar una lata al contenedor amarillo, multiplicado por el número de personas concienciadas con el reciclaje, es lo que ha colocado a España 19 puntos por encima de los objetivos establecidos por la Unión Europea en esta materia. En 2014, la tasa de reciclaje de envases domésticos se elevó hasta el 73,7%, una cifra dos puntos porcentuales por encima de los resultados del año anterior, y que no ha dejado de crecer desde 1998, cuando España apostó por el modelo integrado de gestión de este tipo de residuos.
Así todo, en los últimos años se ha generado una importante controversia alrededor de la posible implantación de un sistema de reciclado de envases de un solo uso conocido como sistema de depósito, devolución y retorno de envases o SDDR, que recuerda a ese método aplicado en España en los años 80 de ‘devolver el casco’. El casco era como se llamaba a la botella o el tarro de yogur vacío que se volvía a llevar a la tienda para que lo lavaran y lo volvieran a llenar. La devolución del casco era lógica teniendo en cuenta que no se habían desarrollado aún sistemas de distribución eficaces, y buena parte de los productos se fabricaban y comercializaban a nivel local. Medio siglo después, y aunque con una cultura del reciclaje mucho más sólida, quienes defienden el SDDR mantienen que la fórmula más eficaz para reciclar es que cada consumidor pague un depósito, a modo de fianza, que le sería devuelto a la hora de retornar el envase.
Lo que plantea el SDDR es que, al comprar una determinada bebida en un supermercado o en una tienda, además del precio de la bebida, el cliente debe abonar una cantidad adicional: el depósito. Esta especie de fianza funciona en Suecia, Noruega, Dinamarca, Finlandia y Alemania, y de forma más o menos parcial en Holanda (solo para botellas PET), en Estonia y en Lituania.
Pero, ¿qué son exactamente los sistemas SDDR? Para comprenderlo, Miguel Aballe, director de la Asociación de Latas y Bebidas, propone un pequeño ejercicio: «Vete a una media o gran superficie. Observa los productos y cómo están envasados. Empieza por lo que no es alimentación, sigue por alimentos sólidos −incluyendo los congelados y precocinados−, continúa por los productos cremosos y deja para el final los líquidos de alimentación. Encontrarás vinos, licores, cavas, leche, aceites, caldos, salsas, aguas, zumos, cervezas y refrescos. El SDDR se aplica solamente a una élite de productos: zumos, agua, refrescos y cervezas».
«En algunos países donde está en vigor el SDDR –continúa− ni siquiera incluye a todos ellos ni a todos los formatos de envases en que se presentan esos productos. Tampoco se aplica a envases domésticos de gran tamaño (como las garrafas de cinco litros, tan comunes en nuestro país) o muy pequeños». Esa es la principal diferencia que establece entre el SDDR y el SIG. Que el segundo no discrimina los envases: independientemente de su formato, tamaño o material con el que estén elaborados, se recogen, tratan y procesan. Por poner un ejemplo, el SDDR incluye latas de bebidas pero no latas de aceitunas. «Es un sistema pensado para los mismos que lo crean. Quieren envases fáciles de aplastar, limpios y qué más valgan como materia prima».
¿Envases de élite?
En este sentido, algunas cifras resultan engañosas. «Uno de los argumentos más típicos a la hora de defender los sistemas de devolución y retorno es decir que la tasa de reciclaje asciende a un 98%. Claro, pero ese 98% es el porcentaje de aquellos envases que recogen, que no superan el 30%. Por eso no puede compararse con la tasa de reciclaje derivada de los sistemas integrados de gestión. A través de Ecoembes se recicla un 73,7% de los envases, pero incluye una variedad de envases mucho mayor; no discrimina», sostiene Aballe, que denomina a los envases gestionados por los SDDR «envases de élite».
En su opinión, este sistema «no tiene más remedio que funcionar en paralelo a los SIG. «No lo puede sustituir». Algo que también comparte Julio Barea, portavoz de Greenpeace: «La Ley de envases del 98 planteaba los dos sistemas: el SDDR y el SIG. El segundo no se ha implementado, pero ambos deberían de ser compatibles, y el SDDR podría ampliarse a otros residuos como los electrodomésticos o las pilas». «No tenemos declarada ninguna guerra contra los SIG, solo pretendemos que las cosas avancen», aclara.
«Gran parte de los 50 millones de envases de bebidas que se venden al día en España (18 mil millones al año) no vuelven a donde tienen que volver. Por eso hay que fomentar la reutilización. En Alemania las botellas de PET se utilizan entre 25 y 50 veces», explica Barea. «Cualquier envase tiene un valor. ¿Qué hacer con el abandono de residuos en campos y playas, por ejemplo?», se pregunta. Según un estudio del Gremi de la Recuperació de Catalunya, casi medio millón de toneladas de envases de bebidas acaban cada año enterrados en vertederos o quemados en incineradoras, materiales que, si se recuperasen, podrían reciclarse por valor de 100 millones de euros al año.
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Pero para Aballe, la solución no pasa por el SDDR. «Con un sistema SDDR, el ciudadano tendría que almacenar en su casa los envases vacíos sin poderlos plegar, aplastar o deteriorar bajo pena de perder la fianza, y los comercios tendrían que convertirse en recolectores de residuos, con las complicaciones añadidas, tanto técnicas como económicas, de tener productos y residuos bajo un mismo techo».
Preguntado por los sistemas de gestión de residuos empleados en otros países vecinos, Aballe se afirma que las circunstancias de cada país son muy distintas. «Cuando analizo el caso europeo, distingo por una parte Alemania y por otra los países nórdicos. Cada país tiene una cultura de reciclaje distinta. No puede hablarse de un sistema, sino de muchos sistemas». «Generalmente, en los países donde está implantado el SDDR, los supermercados ya tienen máquinas específicas para recogerlos. Lo metes y la máquina, que te da un ticket: 5 latas, 1 euro. Con ese ticket vas a la caja y normalmente te descuentas de la siguiente compra». Pero las máquinas a las que se refiere Aballe rondan entre los 20.000 y los 30.000 euros, sin olvidar el espacio de uso que requieren. Y en España habría que instalar nada menos que 30.000.
«Ese sistema tiene un coste global. Además de las máquinas y el espacio que ahora se dedica a la venta y que se tendría que destinar a ellas, se necesita un centro de recuento de envases. Se estima que implantar un SDDR en España costaría alrededor de 1.000 millones de euros al año. Y teniendo en cuenta el número de envases que entrarían en ese sistema −16.000 millones−, el coste unitario por envase sería de 6 céntimos. Y eso es mucho dinero», advierte.

Por Marta H. Vázquez
Tomado de Ethic: la vanguardia de la sostenibilidad
Más información en ethic.es
 http://ethic.es/2016/03/la-guerra-de-los-envases/


martes, 1 de noviembre de 2011

Análisis y debate en torno a la nueva ley de residuos y suelos contaminados


La Agencia de Ecología urbana del Eixo Atlántico y el Ayuntamiento de A Coruña celebraron el pasado miércoles un seminario para analizar y debatir las novedades y las consecuencias de la nueva ley de residuos y suelos contaminados para entidades locales, gestores y el público general.

El seminario Gestión sostenible del territorio: consecuencias de la nueva ley de residuos y suelos contaminados celebrado el pasado miércoles en la Domus de A Coruña, sirvió como foro de debate y consulta para los cerca de cien asistentes entre los que se encontrabas las distintas partes interesadas como gestores de residuos, concejales, técnicos municipales, comerciantes y público general.

Tras la apertura del concejal delegado de Medio Ambiente y Sanidad de A Coruña, Enrique Salvador, el experto en Derecho Ambiental, Pedro Poveda Gómez de la firma Gómez-Acebo y Pombo expuso las novedades que introduce la Ley 22/2011, de 28 de julio, de residuos y suelos contaminados. En su presentación incidió en las competencias municipales y los problemas de financiación que se plantean con la nueva ley, las lagunas y contradicciones legales que se encuentran en relación a la gestión de residuos comerciales así como en la problemática que conlleva la nueva definición de residuos urbanos y de compost. También explicó los inconvenientes de la creación de una comisión de coordinación en materia de residuos que se plantea en el texto, así como, de la introducción del silencio administrativo negativo a la hora de conceder autorizaciones para la gestión de residuos por desincentivar las inversiones de los promotores privados. En cuanto a los aspectos positivos de la ley destacó la importancia que supone la transposición de la directiva de residuos a la legislación nacional o la aclaración y mejora en torno al régimen de transporte de residuos y de instalaciones para su tratamiento más acorde con la legislación europea.

El ponente Alfonso Maíllo, asesor técnico de Urbaser, analizó la ley desde el punto de vista de las empresas gestoras de residuos. A parte de resumir los aspectos clave de la legislación europea en materia de residuos, mencionó exigencias de la nueva ley como la supresión de las bolsas comerciales de un solo uso no biodegradables, o la obligación de que el composta proceda de recogida selectiva.

Depósito, devolución y retorno

En en la mesa redonda sobre la posible introducción de los sistemas de depósito devolución y retorno se manifestaron las posturas encontradas. Mientras que Víctor Mitjans, Director de Estudios de Retorna, habló de la importante mejora que supondría la implantación de un sistema de este tipo para la consecución de los objetivos de reciclado con un coste de gestión prácticamente nulo. Por otro lado, Juan Ramón Meléndez Agudín, Director General de Sismega, explicó que la mejora de los objetivos de reciclado con este sistema sería siempre inferior al 6% con respecto a los que consiguen actualmente los municipios mediante la recogida selectiva pero que implicaría un incremento de los costes de gestión del orden de 500 millones de euros al año.

Además Luis Fernández Díaz, Secretario General Técnico de la Federación Gallega de Comercio también indicó su oposición a la implantación de los sistemas de depósito devolución y retorno por las repercusiones que su implantación podría tener en la gestión diaria y la posibilidad de la desviación de los clientes hacia otro tipo de superficies comerciales. Concluyendo que aunque se pueda conseguir mejorar el porcentaje de envases reciclados con este sistema, lo haría a un precio muy alto y que los recursos dedicados a ello se podrían destinar a otras acciones más eficientes desde el punto de vista ambiental.

Seminario sostenible
En el Seminario se han introducido medidas de sostenibilidad que mejoren el desempeño ambiental, social y económico del evento. Así mismo se hará un seguimiento para estimar los consumos energético y de agua así como la generación de residuos y emisiones de gas de efecto invernadero, derivados de la celebración del evento.

Presentaciones de los ponentes disponibles en: https://sites.google.com/site/seminarioeixoecologia/presentaciones-ponentes

Vía: Agencia de Ecología urbana del Eixo Atlántico
Geo: Coruña