El semianario tenía como objeto la conferencia del Dr. Albert Figuera sobre PURA FELICIDAD y la relación existente entre felicidad y salud. En el acto estuvieron la Directora del
Instituto para la felicidad de CocaCola, Silvia García Barnechea, el Director General de
Ecoembes, Oscar Martín, y el Director de la ETSI de Montes, José Vicente López. Coordinaba el seminario Belén Vazquez de Quevedo, responsable de formación de la
Cátedra Ecoembes de Medio Ambiente.
La presentación del acto por parte del Profesor López Álvarez se centró en la pertinencia del tema en estos momentos, dado que el tratamiento del concepto de felicidad se iba a realizar desde un punto de vista científico, médico, y no superficial; tal y como algunos podrían entender, y a su vez, cómo se engarzaba con la política de Responsabilidad Social que está emprendiendo la ETSI Montes dentro de la UPM.
Tras la presentación, tomó la palabra, Oscar Martín, quien desde una perspectiva empresarial dio su punto de vista sobre la felicidad aplicada al conjunto de la sociedad. Señaló que era el momento adecuado para que un momento de depresión, las personas en su conjunto abordaran un pensamiento en positivo y no en negativo, buscando precisamente las cosas positivas de la vida y la sociedad en todo su espectro y no las negativas, que son más fáciles de contar y que generan destrucción. Todo ello sin olvidar nunca lo que está ocurriendo: cierres de empresas, despidos, personas que lo están pasando mal, pero por ello, insistía en que todos tenemos que tirar del carro y que este seminario y otros más que se hicieran contribuirán sin duda a ello.
A continuación, tomó la palabra la directora del Instituto de la Felicidad de Coca Cola, Silvia García Barnechea, quien a través de una interesante proyección, fue pormenorizando los distintos conceptos de felicidad y cómo las personas en momentos difíciles deben afrontar esa situación y salir adelante. Eso sólo ocurre con una actitud positiva que el resto de la sociedad reconozca. En la presentación los casos más significativos que aparecieron y que cambiaron la vida de las personas fueron los del periodista Jaume Sanllorente, fundador de la ONG "Sonrisas de Bombay" y autor de varios libnros sobre la temática de la felicidad y de la superación del individuo, y que él define la actitud positiva de las personas con la frase: "si eres capaz de soñarlo, eres capaz de cumplirlo". Silvia también tocó el tema del accidente aéreo de los Andes en los años 70 (supervivientes) y de cómo el ser humano que toma consciencia de sí mismo es capaz de superar las adversidades más grandes y duras. Finalizó con una referencia al país más feliz del mundo, Bután, donde su indicador económico nos el PIB sino el PIH (Producto Interior de Felicidad), dado que los butaneses sólo entiende su nivel de desarrollo cuidando el medioambiente, su entorno, como elemento vital y ello les conduce a ser felices ya que huyen de los parámetros de mercado o de las economías dirigidas.
Finalmente, el Dr. Albert Figuera disertó sobre la relación salud-felicidad a través de una interesante proyección. En dicha charla analizó temas como la percepción que tenemos los humanos de la realidad y la propia realidad a través de imágenes, el pensamientos de Descartes y otros filósofos, concluyendo que todo lo que se aleje de lo real en la pèrcepción humana genera inconformismo e infelicidad en si misma. Tras la interesante introducción, pasó ya al análisis científico de lo que ocurre en el cerebro humano, los estímulos que generan las sustancias transmisoras de los impulsos
neuronales y de su relación con la salud humana, sobre todo en situaciones de estrés. Infartos, hipertensión, cáncer, inflamaciones musculares y articulares, etc. están directamente relacionadas ya con la escasez de esas sustancias en el cerebro que el cuerpo es incapaz de reponer por el propio ritmo de vida que llevamos. De ahí que buscar situaciones de felicidad, de bienestar a través de caricias, de un abrazo, de un beso....generan cantidades ingentes de serotonina y otras sustancias intraneuronales que estimulan el cerebro hacia el positivismo. Por ello las personas depresivas, con un trauma reciente o una desgracia, no deben aislarse; sino comunicarse con los familiares, amigos... Tener contacto es la única forma de empezar a buscar la felicidad. para Albert, la felicidad no tiene receta, cada uno ha de buscarla por sí mismo, teniendo en cuenta que el primer paso es lo que aquí nos ha contado.
Tras la intervención de los ponentes, Belén Vazquez de Quevedo coordinó una mesa redonda a la que se unieron dos estudiantes de la escuela, que además han participado en órganos de representación y actividades culturales y deportivas. Para la mesa redonda, diseñó unas tarjetas con una frase por una cara y un dibujo por la otra y cada miembro de la mesa, tomando una al azar, debía dar su opinión o lo que le sugería cada tarjeta. Así se hizo con todos los miembros de la mesa y posteriormente al azar, se repartieron entre el público otras tarjetas para que ellos interpretasen lo que sentían al verlas. La experiencia además de original y animada, supuso una implicación importante por parte de todo el auditorio.
La clausura del acto correspondió al Director de la Escuela y al Director de Ecoembes. José Vicente López agradeció a todos los presentes su asistencia y participación, dejando abierta la organización de un segundo seminario para el año que viene, incluso más amplio. Hizo un resumen de la jornada y terminó con una revisión comparativa de las circunstancias socioeconómicas de la actualidad con otras acaecidas en el siglo XX, a través de las denominadas "novelas utópicas" de Óscar Casado. Para el director, coincide la publicación de una novela utópica cuando hay un aparente cambio social de la humanidad, derivado de un hecho traumático o al menos que escapa del individuo. En las cuatro novelas utópicas a las que se refiere, lo importante no es la historia en sí, sino el momento en que se publicaron y todas bajo un denominador común. Así:
- en 1921 el escritor rusoYevgueni Zamiatin escribe la novela Nosotros, apenas unos años después de acabar la Primera Guerra Mundial y la transformación de Rusia.
- en 1932 el británico Aldous Huxley escribía Un mundo Feliz, enmarcada en la devastadora crisis financiera y caída de la Bolsa de Nueva York en 1929, que afectó fuera de las fronteras americanas y que exacerbó los nacionalismos en Europa durante esa década de los 30.
- en 1949, el también británico George Orwell escribió 1984, todavía con las secuelas de la Segunda Guerra Mundial y una Europa devastada en reconstrucción y un inminente cambio social en ciernes.
- en 1953 el americano Ray Bradbury escribe Fahrenheit 451, en plena guerra fría EEUU y la URSS en la que abordaba un mundo uniforme sin información, subyaciendo lo que pasaría si el bloque contrario se apoderara del mundo.
Concluye esta revisión que el denominador común de las cuatro novelas es la ciencia, la innovación tecnológica y su trascendencia para la humanidad, el férreo control estatal de las emociones y de las vidas, la vigilancia del individuo, la sostenibilidad del poder por el miedo al rechazo y a perder la comodidad adquirida, en definitiva, el miedo a perder el estado de felicidad de esas sociedades descritas en las novelas. En todas ellas la humanidad tiene que elegir entre la libertad o la felicidad y, curiosamente, los autores en las mismas optan por elegir la felicidad. Queda ahí esa disyuntiva para una reflexión individual que puede dar lugar a un futuro seminario.
Oscar Martín clausuró el acto agradeciendo también a todos los asistentes y ponentes su presencia y a Belén Vazquez de Quevedo la organización perfecta del mismo. Con sus palabras incide nuevamente en el momento que vivimos y en la necesidad de pensar en positivo, reconociendo lo que pasa, pero con optimismo, porque, señala, es la única forma de buscar soluciones constructivas y duraderas. Comparte todas las conclusiones y puntos de vista que no hay una sola definición de felicidad, que cada uno tiene que buscarla en su interior, tiene que conocerse, pero con una estrategia esencial: el contacto con los demás, el abrazo, el beso, todas esas cosas que Albert nos ha contado, hay que hacerlas todos los días, como rutina, para empezar a sentirnos mejor. Anima a la Cátedra a que siga organizando seminarios de este tipo y otras muchas más actividades que positivicen la situación.
Agradecimientos:
- A Albert Figuera por su visita desde Barcelona para esta charla.
- A Silvia Garcia Bernechea por la organización del evento desde el Instituto de la Felicidad.
- A Óscar Martín por su presencia y participación, dada la apretada agenda que tiene.
- A Belén Vazquez de Quevedo por la dedicación y horas que ha invertido para que todo saliera perfecto.
- A los miembros de la Cátedra Ecoembes de Medio Ambiente que de alguna forma han hecho posible también la realización de este acto.
- Al personal de administración y servicios de la Escuela, por su ayuda, implicación y apoyo en todo momento a la organización.