La idea de implantar el concepto de Smart City en nuestra
ciudad puede presentarse como una opción llena de ventajas. Entre ellas, cabe
destacar el ahorro de recursos mediante
la optimización de los servicios.
El sector de los residuos, como en el caso de cualquier
actividad basada en el transporte, siempre tiene la posibilidad de ser aún más
eficiente, principalmente debido a la optimización de sus rutas. Es decir, lo
que más caro nos puede salir es transportar aire.
Para ello, las nuevas tecnologías nos pueden ayudar a
disminuir los costes, tanto económicos como medioambientales. Un claro ejemplo
es la instalación de sensores volumétricos en nuestro parque de contenedores.