domingo, 10 de abril de 2011

EL SECTOR DEL PAPEL EN EL 2010. RESULTADOS

En 2010 se recuperaron para su reciclaje 4.637.100 toneladas de papel y cartón usado (recogida selectiva municipal + recogida industrial), que suponen un ahorro de volumen en vertedero equivalente a más de 45 grandes estadios de fútbol como el Bernabéu o el Camp Nou llenos hasta arriba y un ahorro de las emisiones en vertedero de más de 4,1 millones de toneladas de CO2. Con respecto al año anterior la recuperación de papel y cartón para su reciclaje se mantuvo en niveles similares, con un ligero crecimiento del 0,3%.

Esa cifra supone que en 2010 recuperamos para su reciclaje el 71,9% del papel y cartón que consumimos. Ese 71,9% de tasa de recogida quiere decir que en España los ciudadanos, las administraciones públicas y la industria están haciendo un gran esfuerzo conjunto y creciente, hasta tal punto que casi tres cuartas partes de todo el papel que utilizamos, una vez usado, se recoge para su reciclaje.

Reciclaje: la industria papelera española líder en reciclaje
La industria papelera española recicló el pasado año 5.103.400 toneladas de papel y cartón usado como materia prima en la fabricación de papel nuevo.

El sector alcanza así una tasa de utilización de papel recuperado del 82,4% lo que significa que por cada tonelada de papel que se fabrica en España se utiliza como materia prima 0,82 toneladas de papel usado. Nuestra industria papelera es líder en reciclaje en Europa y lo es no solo en porcentaje sino también en volumen total. Con 4,6 millones de toneladas de papel usado reciclados por la industria española nos situamos solo por detrás de Alemania en volumen de papel reciclado.

El reciclaje, el uso de papel recuperado como materia prima, creció en Europa en 2010 un 7,7% hasta los 45.650.000 toneladas. España (11,1%) es el país con mayor crecimiento del reciclaje de papel y cartón, seguido de Alemania, Holanda e Italia. Por el contrario, Portugal, Suiza, Reino Unido y Suecia registran tasas negativas

Reciclaje en proximidad
La industria papelera española promueve el reciclaje en proximidad: la capacidad recicladora de nuestra industria papelera permite absorber todo el papel y cartón que se recupera en España.

La nueva Ley de Residuos, actualmente en tramitación, es una oportunidad para introducir el reciclaje en proximidad, lo que propugna la Directiva Marco de Residuos y como por ejemplo ha hecho Italia, algo muy recomendable por motivos medioambientales y de eficiencia de costes.

La nueva Ley debería dar preferencia al reciclaje en cercanía para mantener la autosuficiencia de la capacidad de reciclaje actual, asegurando la libre circulación intra-europea de papel recuperado y garantizando el reciclaje preferente en cercanía frente al reciclaje fuera de Europa, ampliando el principio de proximidad de la Directiva Marco a las fracciones reciclables en la nueva Ley de residuos.

En 2009 el 75% de las exportaciones europeas de papel recuperado fueron a China, y en segundo lugar a Indonesia e India. Lo mismo ocurre en otras zonas del mundo como Norteamérica, y Japón, que suministran sus excedentes a estos países emergentes, cuyos sistemas de recogida de papel usado son todavía incipientes.

En España, al mismo tiempo que la recuperación de papel ha crecido de forma sostenida, también lo han hecho las exportaciones de papel recuperado. Y también en España el grueso de las exportaciones se dirige a China.

Sin embargo, el problema de las exportaciones de papel recuperado no son únicamente las cantidades que se pueden movilizar, sino la volatilidad que las exportaciones masivas y erráticas traen a toda la cadena del reciclaje del papel. 

La volatilidad en sí es el gran problema, ya que arrastra situaciones coyunturales de gran tensión en los mercados. A modo de ejemplo, una exportación masiva en un mes que arrastre al 40% de lo recuperado en ese mes, provoca el desabastecimiento de las fábricas recicladoras locales y una escalada en precios, primero del papel recuperado, que arrastra al papel reciclado y a los productos de papel (periódicos, libros, envases, etc), pero que se traslada con dificultad a lo largo de la cadena y que implica que algún eslabón de la cadena tendrá que internalizar esta ineficiencia.


GIA-UPM