domingo, 14 de abril de 2013

Muere un cachalote en Granada por la ingesta de residuos de invernaderos


La inmensidad de los océanos ha sido una excusa para que el hombre los utilice como vertederos de basura. Pero verdaderamente estamos vertiendo tal cantidad de residuos que provocan la muerte de millones de animales, desde pequeños peces hasta auténticos gigantes.  Los residuos sólidos, como bolsas y redes a menudo son confundidos con comida,  con consecuencias generalmente desastrosas.

Plásticas de invernaderos encontrados en el interior del cachalote. Obtenido de http://www.ecologiaverde.com/
Un ejemplo de esto es el hallazgo de casi 18 kilogramos de plástico procedentes de los invernaderos de la costa andaluza, en el interior de uno de los estómagos del cadáver de un cachalote de 4.500 kilos y unos 10 metros de largo, en una playa de Castell de Ferro (Granada). Es el cuarto caso documentado de un asunto como este por muerte de cetáceos debido a la ingestión de plástico.

Los descubridores de este hecho fueron el equipo de Renaud de Stephanis, de la Estación Biológica de Doñana del CSIC, cuando acudieron  a tomar muestras biológicas para estudiar las estrategias alimenticias del animal. En el interior del estómago se llegaron a encontrar 29,9 m2 de plástico procedente principalmente de los invernaderos cercanos, 4 restos de bolsas negras para cultivos, 9 metros de cuerdas usadas para fijar invernaderos, dos macetas, un espray y dos mangueras que sumaban 4,5 metros, en total una cantidad de residuos con un peso de 17,927 kilos. Todos estos residuos reventaron uno de los estómagos del animal que sufría además signos de desnutrición.

A partir de este descubrimiento, se empezaron a hacer investigaciones sobre la distribución de la especie y sobre el origen de los residuos que contenía. Se observó que en la zona próxima, los plásticos eran muy abundantes, especialmente los plásticos usados en invernaderos, que suponen en Almería 40000 hectáreas con su correspondiente producción de residuos que llegan a ser cerca de 2.400 kilogramos por año y hectárea.       
                    
Este hallazgo es sólo  una evidencia más de la contaminación del mar debido a la mala gestión de los residuos de las zonas costeras y su enorme amenaza para la biodiversidad marina. Es necesario conocer este problema y concienciar a la población para que este impacto sobre los ecosistemas marinos no siga aumentando.

  
Fuentes:

Realizado por:
Sandra Fernádez Freixeda
Paula Naranjo Quintanilla
Cristina Rodríguez Coslado
Escuela de Ingeniería de Montes, Forestal y del Medio Natural