Los residuos están a la orden del día, son
producto de nuestro ritmo de vida actual, pero desarrollar una tecnología para
su gestión no llega a ser suficiente en muchas ocasiones.
En España se generan unos 547 toneladas de
residuos de los cuales se reciclan solo 82, según el Eurostat (Oficina
estadística comunitaria), lo cual es apenas un 14.9%, a pesar de que otras
organizaciones aseguran que en el año 2012 ya existe una infraestructura para
poder reciclar el 80% de los residuos. Y es que la educación es parte
fundamental del proceso de separación y reciclaje, pero el desconocimiento, la
falta de costumbre o la muy conocida pereza son las causas de que la población
no lleve a cabo unas prácticas ambientales activas.
Bien lo expone la regla de las 3 R’s, que
introduce una conciencia menos consumista y comprometida con el aprovechamiento
sostenible de nuestros recursos. Bien difícil es implantar esta moral a ciertas
personas, y por esta razón muchas instituciones rehúsan aplicar a los planes
educacionales asignaturas de educación ambiental. Giolitto (1997), expone que
no puede transmitirse como una disciplina única porque suscita comportamientos
y transmite valores.
El término “Educación Ambiental”, tiene como
objetivo fomentar un conocimiento del medio natural e incorporar en las
actividades productivas antrópicas unas técnicas limpias con el ambiente
permitiendo de esta forma un desarrollo sostenible. El ámbito de aplicación es
muy amplio, desde instituciones a los que se aplican políticas ambientales,
investigación, o participación ciudadana.
En este
último punto es donde TODOS podemos actuar y contribuir, entender que hay que gestionar con la razón nuestros recursos
para no comprometer el futuro del planeta no es cuestión de opinión, debe
ser de obligación. Debemos ayudar al medio a regular nuestro exceso de residuos
y desarrollar una conducta sostenible.
En la Comunidad de Madrid existe el AEA
MADRID. (Asociación de Educación Ambiental y de Educadoras y Educadores
Ambientales en la Comunidad de Madrid), que actúa en muchas líneas diferentes
de trabajo.
La Junta de Andalucía ha desarrollado el
programa “Recapacicla” dirigido a la comunidad universitaria en colaboración
con la FAMP, Ecoembes y Ecovidrio. El objetivo de este programa es conseguir la
implicación de toda la comunidad universitaria en la reducción, reutilización y
reciclaje de sus residuos y promover la recogida selectiva. Al mismo tiempo, se
pretende sensibilizar y concienciar ante el impacto ambiental de la generación
de los residuos, su relación con el consumo y las medidas proambientales que
podemos desarrollar para minimizarlo. Las actividades son muchas, talleres
artísticos, excursiones a centros de reciclado, concursos, cursos de formación,
etc.
En la página web de Ecoembes, hay secciones que te ayudan a gestionar los residuos de
tu casa, en el trabajo, en los medios, y hay un buscador de envases para saber
dónde y cómo hay que reciclarlos. ¡Hasta ofrecen la descarga de una aplicación
para el móvil! El que no lo hace es porque no quiere.
Estas actividades fomentadas por los
ayuntamientos junto con campañas publicitarias, no solo en televisión, sino en
pancartas urbanas podrían ser suficientes para empezar a fomentar la responsabilidad
social en temas de reciclaje. Cambiar nuestras costumbres es posible, fomentar una
cultura ambiental también.
Autores: Flor González y Beatriz Nofuentes
Escuela de Ingeniería de Montes, Forestales y Medio Natural
Universidad politécnica de Madrid