Pero estas prácticas no están solo al alcance de las grandes empresas, los ciudadanos pueden utilizarlas en sus hogares. Así surge el Certificado de Eficiencia Energética de los edificios, cuyas exigencias relativas a esta certificación están expuestas en el Real Decreto 235/2013 de 5 de abril. Con esta normativa se aprueba el procedimiento básico para la certificación de la eficiencia energética de los edificios.
A partir del 1 de junio de 2013, se podrá exigir para los contratos de compraventa o alquiler el certificado de eficiencia energética de la totalidad o parte de un edificio, según regula la normativa. Los procedimientos para la calificación de la eficiencia energética de un edificio deben ser documentos reconocidos y estar inscritos en el Registro general, creado para facilitar el cumplimiento del Procedimiento básico y que está adscrito a la Secretaría de Estado de Energía del Ministerio de Industria, Energía y turismo, con carácter público e informativo.
El Real Decreto 235/2013, en su Disposición Adicional Segunda, expone la obligación de que todos los edificios construidos desde el 31 de diciembre de 2020 sean edificios de consumo energético casi nulo, siendo la determinación de que los requisitos a satisfacer serán los que en ese momento determine el Código Técnico de la Edificación. Toda esta normativa proviene de las Directivas Europeas que pretenden impulsar una economía baja en carbono, conscientes de la problemática medioambiental actual y la dependencia energética.
El Grupo Parlamentario Popular ha introducido en la Ley de Presupuestos Generales una enmienda exprés en el senado que dará una bonificación fiscal por eficiencia energética en el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI). Los inmuebles con una calificación energética A contarán con una bonificación potestativa en el impuesto de hasta el 20%, aunque sólo un 0,1% de los hogares con certificado energético consiguió tal calificación hasta 2014, según la estadística de certificación energética que elabora el Ministerio de Industria.
Pero los inmuebles con calificaciones energéticas B, C, D y E también contaran con bonificaciones, del 16, 12, 8 y 4% respectivamente. Este impuesto es competencia de los ayuntamientos quienes serán los encargados de tramitar las solicitudes de los ciudadanos que quieran beneficiarse de esta rebaja en el IBI. Con esta medida el Gobierno quiere impulsar la Certificación Energética de los edificios y la implantación de medidas en los hogares para ganar en eficiencia energética.
El Grupo Parlamentario Popular ha introducido en la Ley de Presupuestos Generales una enmienda exprés en el senado que dará una bonificación fiscal por eficiencia energética en el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI). Los inmuebles con una calificación energética A contarán con una bonificación potestativa en el impuesto de hasta el 20%, aunque sólo un 0,1% de los hogares con certificado energético consiguió tal calificación hasta 2014, según la estadística de certificación energética que elabora el Ministerio de Industria.
Pero los inmuebles con calificaciones energéticas B, C, D y E también contaran con bonificaciones, del 16, 12, 8 y 4% respectivamente. Este impuesto es competencia de los ayuntamientos quienes serán los encargados de tramitar las solicitudes de los ciudadanos que quieran beneficiarse de esta rebaja en el IBI. Con esta medida el Gobierno quiere impulsar la Certificación Energética de los edificios y la implantación de medidas en los hogares para ganar en eficiencia energética.
Con los avances normativos actuales enfocados en una mejora de la eficiencia energética a todos los niveles con el fin de avanzar hacia un futuro más sostenible serán necesarios técnicos cualificados para realizar las certificaciones de eficiencia energética. La Fundación Conde del Valle de Salazar (FUCOVASA) de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM) y AGESE, S.L. organizan el presente curso de Experto en Gestión y Eficiencia Energética dirigido a cualquier graduado o titulado universitario que quiera ampliar y certificar son conocimientos en la materia.
