jueves, 1 de diciembre de 2016

Microfibras textiles y su problemática

En la actualidad, cualquier actuación humana produce un impacto en el medio ambiente, pudiendo ser este más o menos grave. Es algo inherente al ser humano y a su actividad diaria, y puede ser causada por una gran producción industrial o por cualquier acción cotidiana como puede ser lavar nuestra ropa.

Y es que algo tan inocuo a simple vista como puede ser adecentar nuestras prendas de vestir pasándolas por la lavadora puede tener unos grandes impactos en el medio ambiente si tenemos en cuenta que es algo que se realiza a diario en millones de hogares de todo el mundo.


Según Nicholas Mallos, director del programa de basura marina del Ocean Conservacy “cerca del 85% de los materiales de origen humano que encontramos en las costas son microfibras”

Estas microfibras, de tamaño menor a 1 milímetro, provienen de nuestras prendas, siendo las prendas deportivas (como puede ser un forro polar) su fuente principal. Estas microfibras son una parte de los llamados microplásticos.



Este problema no es exclusivo de las zonas costeras, las cuales están siempre más expuestas a la acción humana, sino que recientemente una expedición financiada por el ERC (Consejo Europeo de Investigación) ha hallado microplásticos en el fondo marino, más concretamente en una especie de Cangrejo ermitaño. Esta investigación, mejor detallada en un artículo de Scientific Report (http://www.nature.com/articles/srep33882), pone de manifiesto que la actividad humana ha conseguido dejar su huella en todos los rincones del planeta, por inhóspitos que sean.

Los efectos que producen los microplácticos sobre los seres vivos son muy variados, yendo desde problemas de fertilidad en mamíferos marinos o una simple bioacumulación de microplásticos en peces. Evidentemente, esta última puede darnos escalofríos al pensar que este tipo de contaminación puede volver a nosotros perjudicándonos.

A día de hoy es un problema que a priori la inmensa mayoría de la gente desconoce, pero que de no tomarse medidas podría convertirse en un futuro próximo en una situación catastrófica para los ecosistemas marinos.

Antonio Rodríguez Frontelo
Cátedra Ecoembes de Medio Ambiente UPM