Y es que algo tan inocuo a simple vista como puede ser
adecentar nuestras prendas de vestir pasándolas por la lavadora puede tener
unos grandes impactos en el medio ambiente si tenemos en cuenta que es algo que
se realiza a diario en millones de hogares de todo el mundo.
Según Nicholas Mallos, director del programa de basura
marina del Ocean Conservacy “cerca del 85% de los materiales de origen humano
que encontramos en las costas son microfibras”
Este problema no es exclusivo de las zonas costeras, las
cuales están siempre más expuestas a la acción humana, sino que recientemente
una expedición financiada por el ERC (Consejo Europeo de Investigación) ha
hallado microplásticos en el fondo marino, más concretamente en una especie de
Cangrejo ermitaño. Esta investigación, mejor detallada en un artículo de Scientific
Report (http://www.nature.com/articles/srep33882),
pone de manifiesto que la actividad humana ha conseguido dejar su huella en
todos los rincones del planeta, por inhóspitos que sean.
Los efectos que producen los microplácticos sobre los seres
vivos son muy variados, yendo desde problemas de fertilidad en mamíferos
marinos o una simple bioacumulación de microplásticos en peces. Evidentemente,
esta última puede darnos escalofríos al pensar que este tipo de contaminación
puede volver a nosotros perjudicándonos.
A día de hoy es un problema que a priori la inmensa mayoría
de la gente desconoce, pero que de no tomarse medidas podría convertirse en un
futuro próximo en una situación catastrófica para los ecosistemas marinos.
Antonio Rodríguez Frontelo
Cátedra Ecoembes de Medio Ambiente UPM