En la Unión Europea se producen cada año
más de 100.000 millones de bolsas de plástico, lo que se traduce en una media
de 200 bolsas por persona y año. En nuestro país este número es ligeramente
inferior (144) pero el problema es el mismo. La mayoría de estas bolsas debido
a malas gestiones del residuo, bajas tasas de reciclado y mal comportamiento y
concienciación del ciudadano, acaban en ríos, mares, en definitiva, en
distintos lugares del medio.
Debido a este problema, actualmente se
trabaja mucho en materia legislativa para reducir el consumo de este tipo de
material y como ya se adelantó a principios de Julio en este mismo Blog en la
entrada: “El fin de las bolsas de
plástico” (http://giaupm.blogspot.com/2018/07/el-fin-de-las-bolsas-de-plastico.html) el pasado 18 de mayo se promulgó un Real Decreto 293/2018, sobre
reducción del consumo de bolsas de plástico y por el que se crea el Registro de
Productores.
No obstante los avances que se producen
respecto a este tema no son solo en materia legislativa, a lo largo de todo el
globo se llevan a cabo investigaciones con nuevos procesos, nuevos materiales…
La noticia que se comparte hoy abre un
horizonte interesante a esta problemática.
En chile, unos emprendedores han
conseguido lograr crear unas bolsas plásticas y de tela, solubles en agua, que
no contaminan.
El proceso consiste en un pequeño cambio
en la fórmula que permite sustituir el componente de petróleo por caliza. El
grupo de investigadores comenzó con experimentos para fabricar detergente
biodegradable, pero al final hallaron una fórmula química a base de PVA
(alcohol de polivinilo, soluble en el agua) que reemplaza a los derivados del
petróleo.
Los componentes utilizados para crear
estas bolsas han sido aceptados por la agencia estadounidense para la
regulación de alimentos, medicamentos, cosméticos, aparatos médicos, productos
biológicos y derivados sanguíneos (FDA), además los emprendedores aseguran que
una vez disueltas, lo que queda en el agua es carbono y se han realizado
pruebas médicas que no muestran ningún efecto nocivo para el cuerpo humano. Para
demostrarlo en su presentación del producto se bebe unos cuantos vasos de agua
con las bolsas disueltas.
La fórmula hallada permite "hacer cualquier material plástico"
por lo que ya están trabajando en la fabricación de materiales como cubiertos,
platos o envases de plástico.
Además aseguran que se puede programar la temperatura estos materiales se
disuelven al contacto con el agua (esto evitaría problemas por ejemplo en días
de lluvia si la bolsa de la compra se moja de vuelta a casa).