domingo, 30 de septiembre de 2018

Formando el círculo y formando profesionales


Son muchas las declaraciones que referentes y entidades vienen haciendo sobre que estamos consumiendo por encima de nuestras posibilidades.
Teniendo en cuenta que son muchos los factores que afectan al consumo de los recursos naturales, tales como la demografía, los sistemas intensivos de producción primaria, los sistemas de producción, el desperdicio alimentario y mal reparto global de la riqueza y el propio cambio climático, además de otros, hay una cosa que es cierta: que algo está fallando en la humanidad que puede acabar con la sociedad y sus culturas, puede desembocar en enfrentamientos violentos por los recursos escaso, como lo ha sido y sigue siendo el petróleo, pero que sin duda se extenderá al agua, en fin, una serie de posibles resultados catastróficos, no muy alejados de novelas de ciencia ficción, que algunos alientan sin duda.
El cambio de paradigma económico es evidente y necesario. La teoría de desacoplar el crecimiento económico a la produción lineal o de "usar y tirar" hace que las áreas de acción sean muchas, pero básicamente que la Economía Circular actúe sobre los sistemas productivos y de transformación; la distribución; el consumo y el postconsumo transformando el residuo en recurso aprovechable.
Actuar en cada eslabón de la cadena ha de hacerse de manera coordinada y con visión global. Los puntos de ataque son variados y generan unos ejes de actuación encaminados a la producción sostenible, un consumo responsable, una gestión eficiente de los residuos, obtención de materias primas secundarias y reutilización del agua, todo ello bajo el paraguas de la eficiencia energética y energías renovables, tal y cmo se describe en el borrador de estrategia española de Economía Circular.
El modelo circular es aplicable a todos los ámbitos: el empresarial; el administrativo y el particular o doméstico. La metodología no es fija, ni debe seguir unas reglas determinadas porque cada organización o unidad familiar tiene sus propios problemas y compromisos que hay que respetar en el cambio, al menos en el tiempo.
El conocimiento de las oportunidades que se presenta con la economía circular es el primer paso. Evidentemente, hay que ajustar la cadena de valor y este es un reto que no depende de un área geográfica, sino de unos acuerdos globales importantes. De nada sirve señalar que es mejor reparar unos zapatos que comprar unos nuevos si como se ha descrito en las RRSS alguna vez por alguien, arreglar un zapato cuesta 18 € y unos nuevos en un mercadillo, 9 €. Tras una crisis y con empresas y familias afectadas por ella, lo que se busca es la funcionalidad más que la calidad y ello lleva a que existan productos fabricados en zonas donde la mano de obra no tiene valor alguno, que se ponen en el mercado a un coste muy inferior a otro de mayor calidad fabricado o reparado in situ.
Me comentaba alguien hace unos días que habían encargado unos presupuestos para colocar unos bancos en piscinas. Los presupuesto de bancos realizados en obra, con diseños ergonómicos y materiales de la zona, costaba cada uno 1.370 € más IVA. Otros presupuestos señalaban bancos prefabricados en piedra artificial por 270 € cada uno más IVA y un tercero procedente de un centro comercial especializado, en madera y acero, de importación y desmontado, por 75 € IVA incluido. Claro, si se compra el banco de 75 euros, que tiene la misma funcionalidad que el primero, con una vida media inferior claramente, durante 18 años se puede estar comprando el banco y estrenándolo hasta alcanzar el coste del primero. Algo falla. Porque ese mismo banco de acero y madera fabricado en nuestro país, tal vez con materiales reciclables y madera autóctona certificada, no cuesta 75 euros, cuesta bastante más. Romper ese desequilibrio es el objetivo de la Economía Circular, cuestión que se antoja difícil o que requiere de pactos globales.
El modelo de negocio circular, pasa por incorporar innovaciones incrementales e incorporar nuevas tecnologías y ofrecer al usuario o consumidor alguna cosa diferencial al producto tradicional que le haga decantarse por el innovador.
La administración puede jugar un papel importante en este sentido. Puede priorizar proveedores circulares a través de la compra pública verde; las empresas pueden buscar aliados dentro y fuera de ella para sumar esfuerzos e incrementar el impacto en el mercado y sobre todo, comunicar lo que se está haciendo y por qué se está haciendo.
Los principios de la economía circular tienen que llegar cuanto antes a todos los agentes implicados, tal vez con un lenguaje distinto, pero con una misma filosofía: “formar el círculo” y no "cerrar el círculo".
Una vez formado el círculo, la Economía tiene que ir agrandando la superficie de éste y ello se traduce en nuevas formas de negocio, nuevas formas de consumo, nuevos materiales, fundamentalmente biodegradables en aquellos casos que sustituyan a los de un solo uso, en una economía más colaborativa…. Todo ello genera una eficiencia en el sistema frente a la producción y consumo de recursos que hace que se pueda ir ampliando ese círculo y alcanzando a otras zonas geográficas en el mundo.
La formación juega un papel importante en todo ello y por esto, hemos diseñado este programa de aprendizaje para graduad@s y técnic@s de empresas o entidades locales que quieran especializarse y entender la aplicabilidad práctica de la Economía Circular.