Esta semana, el día martes 28 de agosto de 2018, hasta
23 ciudades y regiones del mundo se han comprometido a reducir el volumen de
residuos que destinan a incineración y vertedero, residuos que suman una gran
fuente de emisiones de CO2.
Esta es una excelente noticia muy representativa, ya
que estas 23 zonas representan a una población total de más de 150 millones de
habitantes y a ciudades muy importantes (como Nueva York, Tokio y París) en las
cuales la producción media de residuos por habitante es de las más altas del
mundo.
Estas ciudades han hecho una declaración conjunta en la
que afirman que van a reducir en un 50% la cantidad de desechos vertidos y/o
incinerados para el año 2030. Además han firmado también el compromiso de
aumentar la tasa de recuperación (mediante reciclaje y compostaje) un 70%
respecto al año 2015 y por último se han comprometido a reducir la producción
de residuos per cápita en un 15%.
La coalición de ciudades C40 (C40 Cities) ha calculado
que cumplir con este compromiso evitaría la producción de 87 millones de
toneladas de residuos cada año.
En relación a la entrada anterior en este blog: “La
Tierra corre peligro de entrar en un estado invernadero irreversible”, la
declaración de C40 cities señala como correcto este camino de reducción de
desperdicios para alcanzar los objetivos de los acuerdos climáticos de París
2015, y mantener el aumento de la temperatura global por debajo de 1,5 grados
Celsius.
El acuerdo de parís corre peligro desde que un país tan
grande y con tanto peso abandonó este acuerdo climático, no obstante varias
jurisdicciones municipales han relevado al gobierno federal en sus esfuerzos
para tratar de reducir las emisiones de carbono, y aunque en algunos aspectos
no pueden hacer nada al respecto, la gestión de residuos depende completamente
de los municipios.
Algunos de estos municipios son Washington, Filadelfia,
Portland y San Francisco Todos estos actores, estadounidenses y otros, se
reunirán en esta última ciudad durante dos semanas a mediados de septiembre
para la primera Cumbre Mundial de Acción
Climática.
Allí participará la alcaldesa de París, Anne Hidalgo,
presidenta de C40.