The Ocean clean Up es una fundación creada en 2013 que
desarrolla tecnología para extraer residuos plásticos de los océanos y evitar
que sigan llegando a estos.
La tecnología para extraer estos residuos está todavía
en sus inicios; algunas iniciativas han consistidos en emplear barcos con redes
para capturar plástico, también han realizado expediciones aéreas e incluso
lanzaron una aplicación móvil en 2015 para que cualquier persona a bordo de un
barco pueda aportar datos.
Ahora The Ocean Clean Up se propone instalar en el agua
una red de unas 50 barreras flotantes que miden entre 1 y 2 kilómetros y que
forman un recolector gigante. No se trata de desplazarse por el océano a la
búsqueda y captura del plástico sino de aprovechar las corrientes marinas, el
propio desplazamiento del océano, para atrapar los desechos en las barreras.
El método consiste en construir con estas barreras un
sistema flotante estabilizado con un ancla a una profundidad de 600 metros. Una
pantalla que se encuentra bajo el tubo de flotación, atrapará y recogerá los
residuos sólidos. Estos sistemas en forma de U que navegan sin rumbo en el giro
del Pacífico Norte; concentrarán los residuos en un punto central donde, con la
ayuda de embarcaciones de apoyo, podrán ser extraídos y devueltos a tierra
Es aquí donde cobra importancia la empresa española
Marine Instruments (De Galicia) que participará en este ambicioso proyecto
mediante la instalación de unas boyas marinas cuyo objetivo es marcar la
posición de las barreras flotantes y a su vez enviar la información vía
satélite a los barcos, para que estos puedan recoger los residuos acumulados.
Desde la empresa están encantados en colaborar en este
gran proyecto para la limpieza de los océanos que aboga por la sostenibilidad y
el futuro de estos.
The Ocean Cleanup pretende implantar este sistema en
septiembre, de hecho en su página web tiene un contador: https://www.theoceancleanup.com/
The Ocean Cleanup estima ser capaz de limpiar el 50% de
los resíduos en la isla de basura del Pacífico en 5 años a partir de la
implantación total en 2020.