El acuerdo es el primero que se ha alcanzado en el marco del denominado clúster de Medio Ambiente y Energías Renovables de Murcia, impulsado por la empresa Cespa y el Ayuntamiento de Murcia, que lo constituyeron otoño de 2011.
Así lo han hecho saber en rueda de prensa el alcalde de Murcia, Miguel Ángel Cámara; el delegado de Cespa en Murcia, Antonio Igualada; el director general de Estrella de Levante, Patricio Valverde; y el científico del Centro de Edafología y Biología Aplicada del Segura (CEBAS-CSIC) y director del proyecto de investigación, Carlos García Izquierdo.
El proyecto conlleva la construcción de una nueva planta de 'biometanización' de materia orgánica que supondrá una inversión cercana a los 2,5 millones de euros y la creación de 25 empleos directos e indirectos, al margen de los puestos de trabajo generados en su construcción, según Cámara.
Valverde ha explicado que esta planta va a ser la primera que se construya en España para la investigación agroalimentaria, aunque ya se han llevado proyectos similares en Alemania para usar los residuos del maíz como energía renovable. Además, en España se está investigando para valorizar los purines de las granjas.
En la primera fase está prevista la construcción de 3.000 metros cuadrados, y luego se intentará ampliar hasta alcanzar los 3.600 metros cuadrados, según ha indicado Valverde, quien ha precisado que la planta de Cañada Hermosa cuenta con 84 hectáreas.
Igualada ha explicado que actualmente se está terminando el procedimiento legal de autorización ambiental para la ubicación de la planta, y confía en que reciba todas las autorizaciones a lo largo de este mes. El objetivo es que el centro esté funcionando "para el verano que viene".
El alcalde de Murcia ha precisado que uno de los objetivos es "intentar que se quede en la Región de Murcia el tratamiento de todos aquellos residuos que se generan", para lo que se prevé la creación de una zona especial para su valorización.
El anexo al Centro de Tratamiento de Cañada Hermosa, y como ampliación del mismo, acogerá esta 'Ciudad del Reciclaje', que está llamada a servir de foro, punto de encuentro y centro de oportunidad para las empresas del sector, además de posibilitar el asentamiento de industrias que permitan una mayor y mejor valorización y tratamiento de los residuos.
Para ello, el clúster dispondrá de 35 hectáreas para la instalación de empresas interesadas en desarrollar sistemas complementarios en la gestión de residuos, no existentes en la actualidad, fomentando el I+D+I, la sostenibilidad y el desarrollo económico y la creación de empleo.
BIOGÁS Y COMPOST
Cabe recordar que Estrella de Levante y el Centro de Edafología y Biología Aplicada del Segura (CEBAS-CSIC) desarrollan desde hace tres años un proyecto de investigación en valorización de subproductos agroalimentarios, que ya contaba con la financiación del Ministerio de Economía y Competitividad.
García remarca que la investigación comenzó con el objetivo de valorizar los subproductos de la cerveza y, fundamentalmente, del bagazo, que es el derivado mayoritario, y que tiene ya de por sí valor puesto que es una proteína animal.
En base a este bagazo, los investigadores se propusieron la elaboración de compost, realizando una fermentación de tipo aerobio, para convertir el subproducto en una enmienda orgánica simple, en un proceso que García ha considerado "sencillo".
De todas formas, recuerda que Estrella de Levante quería ir "un poco más allá", para lo que los científicos del CEBAS decidieron aplicar al bagazo una fermentación anaerobia, es decir, en ausencia de oxígeno, donde los microorganismos son capaces de degradar la materia orgánica, convertir el carbón en biogás y el metano en CH4. Además, se produce CO2 y agua.
Los científicos descubrieron entonces la problemática que suponía hacer biogás sólo con el bagazo, por lo que empezaron a introducir ecosustratos y otros productos de índole agroalimentaria. Así, compusieron una formulación para generar un biogás metano en "cantidad y calidad suficiente" en base al bagazo.
Para ello se construyó una planta piloto, que está funcionando y donde se descubrió que era factible hacer trabajar a los microorganismos en ausencia de oxigeno y hacer un biogás de calidad a partir del bagazo.
Además del biogás, el Cebas intentó valorizar el residuo restante derivado del bagazo, para lo que ha estudiado sus características agronómicas desde el punto de vista de su contenido en nitrógeno, en fósforo, potasio y otros micronutrientes. Así, está tratando de acondicionarlo para que sirva como enmienda nutritiva del suelo.
El hecho de tener un producto con nitrógeno de carácter natural "evitaría el uso de otros nitrógenos, de otra índole, con el consiguiente efecto en el ámbito económico y ambiental", según García Izquierdo.
No obstante, el científico remarca que este derivado no aparece sólo con el bagazo de la cerveza, sino que se obtiene "cada vez que se hace cualquier digestión anaerobia, con cualquier subproducto o residuo orgánico".
En este sentido, ha remarcado que el subproducto del bagazo tiene unas condiciones particulares "porque procede de unos residuos que se pueden clasificar como 'nobles', porque proceden de la industria agroalimentaria cervecera, y no contiene ningún elemento de riesgo ambiental nocivo".
Valverde ha explicado que el objetivo es cerrar el ciclo del carbono, que comienza en el campo, de donde la empresa extrae la cebada para hacer el mosto y la cerveza. El objetivo es que el carbono y lo que no se ha extraído como cerveza vuelva al campo, en un proceso ecológico.
En total, ha explicado que se generan unas 15.000 toneladas al año de subproductos, no sólo de la industria cervecera. La nueva planta podría generar un millón de metros cúbicos de biogás al año.
Valverde ha explicado que este proyecto es el comienzo, y el siguiente paso, ha indicado, es tratar de separar el biogás del carbono, con el fin de aprovechar el CO2 para los invernaderos y poder enriquecer el metano a la calidad de gas natural para emplearlo como biocombustibles.
El clúster "todavía no está implantado" y no cuenta de momento con una fecha definitiva de formación, aunque espera que esté "terminada o muy avanzada" en el plazo de un año. No obstante, Igualada ha destacado que ya hay "bastantes empresas interesadas" en darle forma al proyecto, aunque no ha querido desvelar de cuáles se trata.
No obstante, los estudios previos realizados cifran en más de un centenar las empresas radicadas en la Región de Murcia -con una facturación superior a 600 millones de euros- relacionadas con el agua, la gestión de residuos y la energía que podrían estar interesadas en participar en esta iniciativa, que nace con una vocación público-privada.
Fuente: Europa Press