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lunes, 4 de julio de 2016

Retos en la gestión de residuos tras un terremoto


El 25 de abril de 2015 un terremoto de magnitud 7,6 en la escala de Richter provocó en Nepal el mayor desastre natural vivido en los últimos 80 años. Con epicentro localizado en Barpak, distrito de Gorkha, a unos 76 km al noreste de Katmandú, el seísmo fue sentido en Paquistán, India y Bangladesh. Más de 300 réplicas se sucedieron en los días y semanas posteriores, dos de ellas de gran magnitud: 6,9 grados el 26 de abril y 6,8 el 12 de mayo. Cerca de 8 millones de personas se vieron afectadas, casi un tercio de la población de Nepal, de los cuales 9.000 fueron víctimas mortales y 22.300 heridos. La destrucción dañó todo tipo de edificios, lugares históricos, colegios, instalaciones deportivas, centros sanitarios, carreteras, puentes, sistemas de suministro de agua, suelos de cultivo, bosques y centrales hidroeléctricas.

Ya desde antes del terremoto, Nepal contaba con serios problemas medioambientales, desde la ausencia de servicios urbanos apropiados, como el tratamiento de las aguas residuales o la gestión de los residuos, hasta la erosión del suelo o la deforestación. El terremoto no hizo más que aumentar y agravar los problemas de degradación ambiental en Nepal, dejando millones de toneladas de residuos por tratar. Se calcula que se generaron aproximadamente 3,94 millones de toneladas de residuos, lo que equivaldría a la cantidad generada en unos 11 años. A estos residuos hay que añadir aquellos generados en los abarrotados campos de tiendas de campaña donde millones de habitantes se refugiaron tras el terremoto.

martes, 30 de octubre de 2012

Nuevo centro para investigar el aprovechamiento de residuos como biogás y compost

Estrella de Levante y Cespa Servicios Urbanos han firmado este lunes un acuerdo para la construcción de una planta en el vertedero de Cañada Hermosa que servirá para investigar el aprovechamiento de subproductos agroalimentarios y residuos orgánicos para la obtención de biogás y compost.


El acuerdo es el primero que se ha alcanzado en el marco del denominado clúster de Medio Ambiente y Energías Renovables de Murcia, impulsado por la empresa Cespa y el Ayuntamiento de Murcia, que lo constituyeron otoño de 2011.

Así lo han hecho saber en rueda de prensa el alcalde de Murcia, Miguel Ángel Cámara; el delegado de Cespa en Murcia, Antonio Igualada; el director general de Estrella de Levante, Patricio Valverde; y el científico del Centro de Edafología y Biología Aplicada del Segura (CEBAS-CSIC) y director del proyecto de investigación, Carlos García Izquierdo.

El proyecto conlleva la construcción de una nueva planta de 'biometanización' de materia orgánica que supondrá una inversión cercana a los 2,5 millones de euros y la creación de 25 empleos directos e indirectos, al margen de los puestos de trabajo generados en su construcción, según Cámara.

Valverde ha explicado que esta planta va a ser la primera que se construya en España para la investigación agroalimentaria, aunque ya se han llevado proyectos similares en Alemania para usar los residuos del maíz como energía renovable. Además, en España se está investigando para valorizar los purines de las granjas.

En la primera fase está prevista la construcción de 3.000 metros cuadrados, y luego se intentará ampliar hasta alcanzar los 3.600 metros cuadrados, según ha indicado Valverde, quien ha precisado que la planta de Cañada Hermosa cuenta con 84 hectáreas.

Igualada ha explicado que actualmente se está terminando el procedimiento legal de autorización ambiental para la ubicación de la planta, y confía en que reciba todas las autorizaciones a lo largo de este mes. El objetivo es que el centro esté funcionando "para el verano que viene".

El alcalde de Murcia ha precisado que uno de los objetivos es "intentar que se quede en la Región de Murcia el tratamiento de todos aquellos residuos que se generan", para lo que se prevé la creación de una zona especial para su valorización.

El anexo al Centro de Tratamiento de Cañada Hermosa, y como ampliación del mismo, acogerá esta 'Ciudad del Reciclaje', que está llamada a servir de foro, punto de encuentro y centro de oportunidad para las empresas del sector, además de posibilitar el asentamiento de industrias que permitan una mayor y mejor valorización y tratamiento de los residuos.

Para ello, el clúster dispondrá de 35 hectáreas para la instalación de empresas interesadas en desarrollar sistemas complementarios en la gestión de residuos, no existentes en la actualidad, fomentando el I+D+I, la sostenibilidad y el desarrollo económico y la creación de empleo.

BIOGÁS Y COMPOST

Cabe recordar que Estrella de Levante y el Centro de Edafología y Biología Aplicada del Segura (CEBAS-CSIC) desarrollan desde hace tres años un proyecto de investigación en valorización de subproductos agroalimentarios, que ya contaba con la financiación del Ministerio de Economía y Competitividad.

García remarca que la investigación comenzó con el objetivo de valorizar los subproductos de la cerveza y, fundamentalmente, del bagazo, que es el derivado mayoritario, y que tiene ya de por sí valor puesto que es una proteína animal.

En base a este bagazo, los investigadores se propusieron la elaboración de compost, realizando una fermentación de tipo aerobio, para convertir el subproducto en una enmienda orgánica simple, en un proceso que García ha considerado "sencillo".

De todas formas, recuerda que Estrella de Levante quería ir "un poco más allá", para lo que los científicos del CEBAS decidieron aplicar al bagazo una fermentación anaerobia, es decir, en ausencia de oxígeno, donde los microorganismos son capaces de degradar la materia orgánica, convertir el carbón en biogás y el metano en CH4. Además, se produce CO2 y agua.

Los científicos descubrieron entonces la problemática que suponía hacer biogás sólo con el bagazo, por lo que empezaron a introducir ecosustratos y otros productos de índole agroalimentaria. Así, compusieron una formulación para generar un biogás metano en "cantidad y calidad suficiente" en base al bagazo.

Para ello se construyó una planta piloto, que está funcionando y donde se descubrió que era factible hacer trabajar a los microorganismos en ausencia de oxigeno y hacer un biogás de calidad a partir del bagazo.

Además del biogás, el Cebas intentó valorizar el residuo restante derivado del bagazo, para lo que ha estudiado sus características agronómicas desde el punto de vista de su contenido en nitrógeno, en fósforo, potasio y otros micronutrientes. Así, está tratando de acondicionarlo para que sirva como enmienda nutritiva del suelo.

El hecho de tener un producto con nitrógeno de carácter natural "evitaría el uso de otros nitrógenos, de otra índole, con el consiguiente efecto en el ámbito económico y ambiental", según García Izquierdo.

No obstante, el científico remarca que este derivado no aparece sólo con el bagazo de la cerveza, sino que se obtiene "cada vez que se hace cualquier digestión anaerobia, con cualquier subproducto o residuo orgánico".

En este sentido, ha remarcado que el subproducto del bagazo tiene unas condiciones particulares "porque procede de unos residuos que se pueden clasificar como 'nobles', porque proceden de la industria agroalimentaria cervecera, y no contiene ningún elemento de riesgo ambiental nocivo".

Valverde ha explicado que el objetivo es cerrar el ciclo del carbono, que comienza en el campo, de donde la empresa extrae la cebada para hacer el mosto y la cerveza. El objetivo es que el carbono y lo que no se ha extraído como cerveza vuelva al campo, en un proceso ecológico.

En total, ha explicado que se generan unas 15.000 toneladas al año de subproductos, no sólo de la industria cervecera. La nueva planta podría generar un millón de metros cúbicos de biogás al año.

Valverde ha explicado que este proyecto es el comienzo, y el siguiente paso, ha indicado, es tratar de separar el biogás del carbono, con el fin de aprovechar el CO2 para los invernaderos y poder enriquecer el metano a la calidad de gas natural para emplearlo como biocombustibles.

El clúster "todavía no está implantado" y no cuenta de momento con una fecha definitiva de formación, aunque espera que esté "terminada o muy avanzada" en el plazo de un año. No obstante, Igualada ha destacado que ya hay "bastantes empresas interesadas" en darle forma al proyecto, aunque no ha querido desvelar de cuáles se trata.

No obstante, los estudios previos realizados cifran en más de un centenar las empresas radicadas en la Región de Murcia -con una facturación superior a 600 millones de euros- relacionadas con el agua, la gestión de residuos y la energía que podrían estar interesadas en participar en esta iniciativa, que nace con una vocación público-privada.


Fuente: Europa Press

viernes, 19 de octubre de 2012

¿Cómo funciona un punto de reciclaje?

Actualmente, existe bastante conciencia con respecto a la separación de residuos, y afortunadamente muchos ciudadanos dejan su basura en el contenedor correspondiente. Pero la gran mayoría ignora lo que ocurre después, dado que es apenas el primer paso del proceso.

Por ello, veamos en este vídeo cómo funciona un punto de reciclado y qué ocurre con tus residuos una vez los dejaste en el contenedor amarillo, verde o azul. Para eso, las cámaras entran al Campillo, el punto de reciclado más importante de la Comunidad de Madrid.

Lo primero que se hace es corroborar que el camión que traslada la basura no tenga ningún contenido radioactivo. De ser así, pasa a la zona de descarga, donde se separan los residuos para dirigir cada tipo a un espacio de tratamiento diferente.

Por ejemplo, las botellas de plástico son tratadas aquí, lo que se hace es pasarlas por unas máquinas que quitan tapones, etiquetas y las lavan, luego se las pasa a una máquina que separa por color y finalmente a los molinos, donde se hacen unas escamas de plástico, que luego es donde se termina de lavar el producto.

Podemos ver también que el volumen de residuos que finalmente no se recuperarán, tiene un 70% menos de volumen que el camión que ha ingresado, es allí donde es posible materializar el poder del reciclaje para lograr un ambiente más limpio.

Este responsable de la planta, nos cuenta cómo la basura también ha cambiado a lo largo del tiempo, siendo los envases el principal deshecho con el que nos encontramos en la actualidad.

Finalmente, vemos cómo una planta de reciclaje puede ser un espacio donde se cuida a la naturaleza, en este caso, con un aviario donde especies sensibles a la contaminación viven plácidamente.



Fuente: energiaverde.com y EFE Verde

lunes, 1 de octubre de 2012

Abanto-Zierbena (Bizkaia) aprueba la instalación del contenedor de residuos orgánicos para el compostaje

El pleno del Ayuntamiento de Abanto-Zierbena (Bizkaia) ha aprobado la firma de un convenio con la Mancomunidad de municipios de la Margen Izquierda del Nervión para la implantación del "quinto contenedor", destinado a la recogida selectiva de la fracción orgánica del residuo doméstico.

A falta por concretar el número y la ubicación de los contenedores y la forma en la que se repartirá el kit de recogida, que incluye un balde, bolsas y la llave de acceso al contenedor, esta implantación experimental supone "un nuevo paso en la política municipal del fomento de diferentes acciones de prevención, separación y recogida selectiva de los residuos", ha informado el Consistorio.

"La implantación del quinto contenedor personalizado en el núcleo de Gallarta supone un compromiso municipal para el desarrollo de este programa experimental de recogida selectiva de los bioresiduos para destinarlos al compostaje o a la obtención de biocombustible", han destacado.

Para ello, el pleno ha aprobado la encomienda de la gestión de su desarrollo a la Mancomunidad de municipios de la Margen Izquierda, así como para la solicitud de las subvenciones que correspondan para la implantación de este nuevo contenedor.

El informe técnico del área municipal de Medio ambiente aprobado en el pleno destaca que la Mancomunidad, "puede ser el cauce idóneo a tener en cuenta en este momento para las actuaciones experimentales que se considera necesario realizar".

Esta encomienda a la Mancomunidad tendrá una duración máxima de 30 meses y no conlleva la asunción de obligación económica alguna por parte del Ayuntamiento, ya que la entidad mancomunada asumirá los gastos tanto de la implantación como de la gestión.

Además, la Mancomunidad, una vez transcurrido un año desde el inicio de la ejecución del proyecto, presentará al Ayuntamiento una memoria técnica y económica sobre el desarrollo del mismo, memoria que se completará con las conclusiones del proyecto una vez finalizado el plazo máximo del mismo.

El quinto contenedor es uno de los elementos contemplados en el II Plan Integral de Gestión de Residuos Urbanos de Bizkaia 2004-2016, aprobado por las Juntas Generales en 2005 y que tiene como objetivo estratégico alcanzar para el año 2016 el vertido cero de los residuos primarios. Para ese mismo año se establece como objetivo que el 4 por ciento de los residuos urbanos primarios generados en Bizkaia se compostarán.

Implantación

El proyecto de reciclaje del residuo orgánico se pondrá en marcha el 1 de marzo de 2013 con una vigencia de gestión de 24 meses, aunque el plazo máximo dado a la Mancomunidad por los ayuntamientos colaboradores, Abanto-Zierbena y Barakaldo, llegue a los 30 meses.

Con anterioridad a la puesta en marcha, se llevará a cabo una campaña de información y sensibilización ciudadana, dando a conocer la iniciativa para la conversión de residuo orgánico en compost o generación de biocombustible.

Las personas que voluntariamente colaboren con la iniciativa recibirán un cubo para el depósito del residuo orgánico, así como bolsas. Del mismo modo, recibirán una "llave", similar a la de los carros de supermercado con la que podrán abrir el contenedor. La Mancomunidad solicitará a la Diputación foral subvención para la adquisición y gestión de un total de 75 contenedores a distribuir en los dos municipios.

Fuente: Europapress.es

martes, 18 de septiembre de 2012

Residuos orgánicos: ¿son un buen abono?

El Instituto de Recursos Naturales y Agrobiología de Salamanca (IRNASA, centro del CSIC) ha estudiado los efectos que produce la aplicación de residuos orgánicos como abono sobre la degradación de los fungicidas que llegan al suelo tras ser aplicados para combatir enfermedades de las plantas. Así, junto a la Universidad de La Rioja, los científicos han analizado cómo se disipan algunos de estos productos químicos cuando los agricultores aplican simultáneamente al suelo como enmienda un sustrato postcultivo de hongos. Los resultados, publicados en la revista Journal of Agricultural and Food Chemistry, apuntan a que estos desechos orgánicos ralentizan la degradación de los fungicidas, lo cual tiene efectos sobre la posible contaminación de suelos y aguas del entorno.

María Jesús Sánchez, investigadora principal del grupo de 'Contaminación de Suelos y Aguas por Pesticidas' del IRNASA, firma el artículo junto a sus compañeros Jesús María Marín-Benito y Sonia Rodríguez-Cruz y a Marisol Andrades, investigadora riojana. Sánchez señala que es importante estudiar estos procesos ya que pueden provocar contaminación de aguas superficiales o subterráneas.

El sustrato postcultivo de hongos es un material orgánico que queda como residuo después de cultivar setas o champiñones y está conformado por los materiales del compost utilizado para su producción: paja, serrín, estiércol, carbohidratos o yeso. Puesto que en La Rioja el cultivo más destacado tras el viñedo es el del champiñón, este desecho podría utilizarse posteriormente como fertilizante en los suelos de los viñedos, debido a que tienen un contenido muy bajo en materia orgánica.

La aplicación de residuos orgánicos a los suelos en combinación con productos químicos para las plantas ya fue objeto de estudio anteriormente por el IRNASA, que ha demostrado que modifica la adsorción, movilidad y degradación de los plaguicidas. En esta ocasión, el trabajo publicado analiza la disipación de cuatro fungicidas de diferente estructura química: iprovalicarb, metalaxil, penconazol y pirimetanil, de empleo muy frecuente en el cultivo de la vid para combatir enfermedades como el oídio y el mildiú y la podredumbre.

Un agricultor puede aplicar al suelo del viñedo los sustratos postcultivo de hongos directamente, cuando aún están frescos, o tras un proceso de compostaje. Los datos del estudio apuntan a que las consecuencias son muy diferentes. Con el residuo compostado se reduce la velocidad de degradación de todos los fungicidas; en el caso del residuo fresco apenas frena la velocidad de degradación en alguno de los compuestos químicos.

La conclusión es que los residuos postcultivo de champiñón "pueden servir para controlar el mecanismo de degradación de los fungicidas". Si bien esto puede evitar que se dispersen rápidamente, el producto químico persiste durante más tiempo, aunque "el final deseado para los fungicidas es su transformación en CO2". Por otra parte, el sustrato postcultivo puede favorecer también la formación de productos de degradación con diferente capacidad de adsorción por el suelo que el fungicida original. Además, las comunidades microbianas del suelo también sufren modificaciones debido a la combinación de residuos orgánicos y fungicidas.

El trabajo, financiado por el Ministerio de Economía y Competitividad, se ha realizado en colaboración con el Centro Tecnológico de Investigación del Champiñón, en La Rioja, y la empresa Intraval.

Fuente: Gestores de Residuos

jueves, 21 de junio de 2012

La UMH firma un convenio para desarrollar un compost a base de lodos de depuradora


La Universidad Miguel Hernández (UMH) de Elche ha firmado un convenio de colaboración con Aquagest Levante, Aguas del Arco del Mediterráneo (AGAMED) y Aigües i Sanejament d’Elx, que permitirá desarrollar compost derivado de lodos de depuradora. El Grupo de Investigación Aplicada en Agroquímica y Medio Ambiente (GIAMMA) de la UMH llevará a cabo el estudio para la obtención de este abono orgánico, que se utilizará en campañas de repoblación con especies forestales y arbustivas en el Mediterráneo.La firma del acuerdo ha corrido a cargo del rector de la UMH, Jesús Tadeo Pastor Ciurana, la alcaldesa de Elche y presidenta del Consejo de Administración de Aigües i Sanejament d’Elx, Mercedes Alonso García, el alcalde de Torrevieja y presidente del Consejo de Administración de AGAMED, Eduardo Dolón Sánchez, y el director de Concesiones de Alicante, Miguel Ángel Benito López.

Al acto, han asistido, también, el profesor de la UMH responsable del convenio, Raúl Moral Herrero, el presidente del Consejo Social de la UMH, Francisco Borja Miralles, y el coordinador técnico de las empresas, David Santacreu.


El objetivo del convenio es la realización de un estudio para desarrollar un compost que se pueda emplear para mejorar el entorno de plantación de las especies a repoblar. Este tipo de producto asegura la correcta implantación y el desarrollo temprano de las especies plantadas.

Las actividades de repoblación se llevarán a cabo en los parajes de Lo Albentosa en Torrevieja y el Clot de Galvany en Elche y forman parte del programa de factura electrónica adoptado por las empresas firmantes. El objetivo es repoblar estas zonas con más de 5.000 ejemplares de especies autóctonas. Además, esta actividad se encuadra dentro del compromiso medioambiental de la UMH que desarrolla en diferentes ámbitos: másteres en gestión de residuos y agroecología, titulaciones de la Escuela Politécnica Superior de Orihuela (EPSO) o la Oficina Ambiental.

La UMH ha apostado por la excelencia en la sostenibilidad de los recursos. Para ello, ha puesto en marcha diversas acciones que incluyen iniciativas como el Programa Residuo Zero, que pretende gestionar y valorizar los residuos generados en los campus de la UMH con la obtención de productos fertilizantes a partir de los residuos asociados a las actividades de mantenimiento, restauración y jardinería. Además, la Universidad ha apostado por el laboratorio de valorización de residuos orgánicos COMPOLAB, ubicado en la EPSO. Esta instalación es pionera en el entorno universitario español.
Fuente: Gestoresderesiduos.org (20/06/2012)

viernes, 27 de enero de 2012

Autogestión de los biorresiduos generados en el campus de la Escuela de Ingeniería Forestal y del Medio natural


El compostaje supone una alternativa sostenible para la valorización de la materia orgánica generada. La propuesta pretende establecer una autogestión de los biorresiduos de las escuelas de Montes y Forestales de la Ciudad Universitaria de Madrid, de tal manera que suponga una mejora de la situación habitual que se lleva a cabo con estos residuos, una herramienta de Educación Ambiental y una motivación personal por parte de todos los implicados en el proyecto, técnicos, estudiantes, personal de administración y servicios y profesorado.
El objetivo principal del presente proyecto consiste en autogestionar los residuos de materia orgánica de las Escuelas de  Montes y Forestales (Ingeniería Forestal y del Medio Natural). Por otro lado cabe destacar una serie de objetivos específicos que se persiguen con el proyecto:
·        Voluntad de innovación: Voluntad de posicionar la experiencia en la UPM. como una entidad innovadora y que la haga extensiva al resto de centros en los que se pueda ejecutar. 
·         Mejora de la opinión pública: La imagen del nuevo centro va a transmitir un comportamiento sostenible real. 
         Conseguir que el proyecto de lugar a una herramienta de educación ambiental adulta y de calidad. Se pretende explicar mediante charlas y talleres los beneficios ambientales del compostaje doméstico. 
Motivación interna de la comunidad (estudiantes y personal) al poder gestionar sus propios residuos. Se pretende que todas las personas interesadas puedan participar en el proceso.
El proyecto va a estar dirigido por Aida Fernando de Fuentes, Licenciada en Ciencias Ambientales  y Rocío Torrejón Gómez, Ingeniera e Montes, ambas pertenencientes al Grupo de Innovación Ambiental (GIAUPM). Al mismo se le han unido estudiantes y profesores para colaborar en su ejecución. 
Los beneficios esperaqdos del proyecto son los siguientes:

ü  Autogestión de los residuos orgánicos biodegradables generados en la ETSI de Montes contribuyendo al ahorro del transporte del mismo y eliminación en vertedero.
ü  Aplicación del compost en el suelo de la Escuela, deficitaria en horizonte orgánico.
ü  Ahorro en el pago de transporte del camión más el canon de vertido.
ü  Promoción de la Escuela como gestora pionera de sus residuos orgánicos.
o   Nuevo escenario abierto a investigación y proyectos fin de carrera.
ü  Relación con otras entidades externas.


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martes, 17 de enero de 2012

Experiencia en compostaje low cost

Se va a comenzar una experiencia en la Escuela de Ingenieros de Montes de la Universidad Politécnica de Madrid de gestión de la materia orgánica biodegradable producida en sus instalaciones mediante tecnicas low cost de compostaje. La iniciativa está promovida por la Cátedra Ecoembes de Medio Ambiente, quién aportará la experiencia que tiene en materia de residuos biodegradables. La iniciativa está dirigida por Belén Vazquez de Quevedo Algora, licenciada en Ciencias Ambientales y responsable de proyectos de la Cátedra de Medio Ambiente. Esta experiencia va a contar con un estudio de generación y caracterización de los residuos orgánicos (no biorresiduos generados en el centro) durante un periodo de tiempo determinado, para poder dimensionar unas estructuras de vermicompostaje con Eisenia foetida como primera especie, calculando rendimientos de transformación y calidad del compost en función del material de enetrada. Posteriormente con ese compost se tiene previsto utilizar para realizar diversas experiencias de siembra y plantaciones en los campos de prácticas, viveros e invernaderos del centro. La puesta en marcha de la experiencia piloto es inmediata. La idea es autogestionar la generación de estos residuos con participación de todos los colectivos del centro y verificar la no fitotoxicidad de los mismos y proponer hacerlo extensible al resto de centros de la UPM.

miércoles, 4 de enero de 2012

Una simulación a escala del proceso de compostaje permitirá introducir mejoras en los CTR


Los Centros de Tratamiento de Residuos emplean el compostaje para la degradación industrial de los residuos orgánicos. Aunque el proceso ha sido muy estudiado desde el punto de vista biológico y químico, no se conocen bien las variables físicas que influyen, como la compactación de la masa debido a su propio peso o al paso del aire. Por eso, la Universidad de Salamanca ha diseñado un reactor que simula este proceso industrial a menor escala con el objetivo de que los propios CTR puedan introducir mejoras a partir de las pruebas que se lleven a cabo. Cuatro reactores conforman una planta piloto destinada a hacer experimentos para mejorar la calidad del compost y ahorrar energía. A partir de esta idea ya se ha presentado una solicitud de patente.

Francisco Devesa Geanini, estudiante de la Facultad de Ciencias Químicas, es el principal desarrollador de este proyecto, dirigido por María del Carmen Márquez Moreno. "La idea nació al conocer la necesidad que hay en los CTR de una optimización del proceso de compostaje", afirma en declaraciones a DiCYT. Actualmente, las plantas están trabajando con túneles que tienen equipos sobredimensionados, por ejemplo, "los ventiladores están diseñados para trabajar por tiempos de parada y tiempos de trabajo", pero tienen que optimizar el tiempo de trabajo para obtener un mejor rendimiento energético, es decir, un menor consumo energético y económico.

Para conseguirlo, la finalidad del reactor de este proyecto es simular de la forma más real lo que ocurre dentro de los túneles. "La mayoría de las investigaciones en compostaje se han centrado más en entender el proceso a nivel biológico y a nivel químico, pero dejando de lado lo que pasa realmente en las instalaciones industriales. Con este reactor buscamos incluir también esos factores que influyen a nivel industrial, de manera que los resultados que se obtienen pueden ser directamente aplicables en las plantas industriales, generando un ahorro energético, a la vez que se reducen tiempos y se mejora la calidad del compost, que actualmente tiene difícil salida".

La innovación que aporta el proyecto se basa en los factores más físicos, como el tamaño del residuo, la altura de la columna o el peso que soporta el propio residuo, que evita la propagación del oxígeno de manera adecuada. "Este tipo de factores nunca se tuvieron en cuenta, porque nunca ha habido una planta piloto que buscara simular estos factores y que lo que se obtenga se pueda utilizar en el proceso industrial", declara Francisco Devesa.

Optimizar el tiempo de compostaje

"La idea es que con estos aparatos y un sistema automatizado que regula tiempos y toma muestras de residuos en tiempo real podemos optimizar el tiempo de compostaje para cada tipo de residuo, ya que tienen una variación estacional importante", señala. De esta forma, los investigadores podrían ofrecer a los CTR un servicio de optimización del proceso para lograr un ahorro energético. "La ventaja es que nosotros lo hacemos en reactores de 20 litros y ellos lo hacen en reactores de 2.000 toneladas. Por eso, podemos probar con diferentes condiciones y ver enseguida el comportamiento del aparato y cómo evoluciona todo, con un coste de materia muy bajo", indica.

En realidad, la planta piloto se ha diseñado con cuatro reactores, que incluyen sensores de temperatura, humedad y oxígeno para simular mediante un sistema automatizado los tiempos de entrada de aire al sistema. "Creemos que con este tipo de plantas podemos ahorrarles dinero a los CTR y pensamos que puede ser interesante a gran escala para los centros de compostaje", señala el investigador.

La ventaja de contar con esta tecnología de simulación es realizar pruebas de mejora de la eficiencia con muy poco coste. Por ejemplo, "si se plantea la posibilidad de utilizar aditivos para mejorar el funcionamiento de los túneles, nosotros podemos realizar la prueba con un coste mucho menor que hubiera que realizar una prueba a gran escala y podríamos indicar qué aditivos son mejores", comenta.

T-CUE

Por eso, ya se ha presentado una patente que incluye los detalles de todo el proyecto y se convierte así en uno de los grandes resultados que ha tenido por el momento esta edición del Programa de Prototipos Orientados al Mercado de la Universidad de Salamanca, que se enmarca dentro del Proyecto de Transferencia del Conocimiento Universidad-Empresa (T-CUE) de la Junta de Castilla y León, mediante el cual se ha financiado la idea.

Ahora el objetivo es comercializar el proyecto y las posibilidades son variadas. "Actualmente, el ahorro energético es una prioridad, así que podríamos realizar estos experimentos de forma continua para los centros. Nos hemos planteado una asesoría técnica a los CTR o la venta de la tecnología para que ellos mismos realicen sus pruebas", apunta Devesa.
Fuente: MásSalamanca.es (20/12/2011)