Desde 1988 se conoce la existencia de la isla de plástico en
el océano Pacífico norte, formada por toneladas de residuos que han sido arrastrados
por las corrientes y ocupan una extensión mínima estimada del tamaño de la
península ibérica. Debido a la degradación, el plástico se desintegra en
partículas pequeñas de baja densidad dispersas en la superficie del agua, lo
que dificulta enormemente su localización exacta o el seguimiento por satélite.
Debido al riesgo que supone para la flora y la fauna marina,
deteriorando su ecosistema y causando la muerte de animales por ingestión de
plásticos con el consiguiente peligro para la cadena trófica, en los últimos
años se han llevado a cabo varios proyectos para intentar limpiar el océano.
Gracias al impacto de su conferencia TEDx en 2012
y la repercusión de los primeros artículos que se publicaron sobre él, consiguió
convencer a suficientes inversores para que apostaran por su idea y así, un año
después, con tan sólo diecinueve años fundó The Ocean Cleanup, organización que
preside actualmente.
Con un equipo de cien personas y tras un año de estudios, comprobaron
que su proyecto es posible, tal y como han demostrado en el estudio de
viabilidad “How
the oceans can clean themselves” publicado en 2014, en el que participaron
70 autores junto con Boyan Slat.
El año siguiente estuvo dedicado a diferentes
investigaciones, expediciones, ensayos a escala y actualmente está en marcha el
prototipo
en el mar del norte a 23 kilómetros de la costa de Holanda, para probar cómo
responde la barrera en condiciones extremas. Con la información obtenida los
ingenieros podrán desarrollar un sistema para que sea suficientemente
resistente y funcional en el Pacífico norte, donde está previsto llevar a cabo
el proyecto piloto en 2017 con el objetivo de implantar el proyecto final en
2020 y limpiar por fin la gran isla de plástico.
Si los resultados siguen siendo positivos, se podría ampliar
este proyecto a otras islas de plástico en los demás océanos del planeta con la
esperanza de combatir este problema hasta que dejemos de lanzar residuos al
mar.
Ángela García
Cátedra Ecoembes de Medio Ambiente UPM