Estamos viviendo semanas de temperaturas superiores a 40
grados en todo el territorio español, en un mes de septiembre que debería ir dándonos
una tregua y acercándonos a las temperaturas otoñales que tanto deseamos ahora.
Pero no queremos quedarnos sólo con lo superficial.
Es el momento de plantearnos el porqué de esta ola de calor.
Más calor
Según la Agencia Estatal de Meteorología, AEMET, "para
la próxima semana y para la siguiente parece que se esperan también
temperaturas altas, por encima de la media y volviendo a la normalidad para la
última del mes". Hasta la fecha, en los dos últimos años hemos batido
varios récords de temperatura mensuales, así como históricos. Esto no nos sirve
para prever la temperatura que hará, pero todo apunta a que el clima seguirá
siendo cálido en los meses venideros.
¿Por qué?
Cada año sufrimos peores olas de calor, más continuas,
duraderas e intensas. Los modelos y las previsiones de cambio climático se van
cumpliendo y los años son cada vez más
cálidos. Actualmente, la costa pacífica sudamericana se prepara para el ‘El
Niño’. Un acontecimiento oceánico y atmosférico que se caracteriza por la llegada de una masa
de agua muy cálida a las costas de Chile y Perú que emana gran cantidad de
vapor, y por tanto, se forman grandes tormentas, aguaceros e inundaciones, previstas
con gran virulencia.
Algunos estudios sobre el cambio climático ya hablan de
todas estas consecuencias provocadas por la emisión de miles de millones de
toneladas de gases de efecto invernadero a la atmósfera, y los peores
escenarios se están cumpliendo día a día ante nosotros. Desde 1850 hasta ahora
se ha puesto en la atmósfera el 80% del dióxido de carbono (CO2) del total que
se ha emitido históricamente. Toda esta acumulación de gases nocivos está
provocando cambios importantes en el planeta que afectan a nuestra salud.
Por todo ello debemos ser conscientes del problema del
cambio climático y sus consecuencias, no sólo es el calor agobiante es mucho
más. Solo tenemos un planeta y para conservarlo es necesario cuidarlo y ser
conscientes de lo que suponen nuestras acciones en él.
Fuentes: Hipertextual, aemet, huffingtonpost.