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jueves, 6 de octubre de 2016

La importancia de la responsabilidad compartida clave para lograr una Economía Circular: consumo y gestión de RAEEs

Vivimos en un mundo donde la tecnología está en constante evolución. Ninguno de nosotros podría vivir ahora sin un ordenador, el  móvil, la nevera, o la lavadora, por ejemplo. Esa necesidad de tener lo último en tecnología nos invade y hace que, aunque muchas veces no sea necesario, cambiemos de móvil o de televisión porque ha salido un nuevo modelo mejorado y con más posibilidades. El problema de todo esto es la generación de la llamada basura electrónica o RAEEs (residuos de los aparatos eléctricos y electrónicos) que se está incrementando a nivel mundial. La prevención, reutilización y reciclado de estos productos es necesaria si queremos encaminarnos hacia una Economía Circular real y eficiente.

Aida Fernando, Responsable de proyectos de investigación e innovación de la Cátedra Ecoembes de Medio Ambiente UPM, ha sido entrevistada sobre este tema por el periódico El País. Aquí os dejamos la entrevista completa.


jueves, 21 de noviembre de 2013

Perú avanza en el tratamiento de residuos electrónicos con una nueva planta en Lima

Se trata de la quinta instalación autorizada con la que cuenta el país para dar un tratamiento adecuado a los RAEE.

Inauguración de la planta Perú Green Recycling. Fotos: MINAM


En Perú se generan cada año 20.000 toneladas de residuos de aparatos eléctricos y electrónicos (RAEE), lo que ha llevado al Ministerio del Ambiente (MINAM) a diseñar una estrategia para afrontar con garantías la gestión de estos aparatos en desuso. En esta línea, la semana pasada se inauguró una nueva planta de tratamiento de residuos electrónicos, Perú Green Recycling, ubicada en el distrito de los Olivos, en la ciudad de Lima. Se trata de la quinta instalación autorizada con la que cuenta el país para dar un tratamiento adecuado a los RAEE.

La planta tiene una capacidad instalada para tratar más de 300 toneladas de RAEE. Perú Green Recycling es una empresa de capital peruano, que cumple con los procesos e infraestructura exigida por las Normas Técnicas Peruanas (NTP), con estándares internacionales y los registros correspondientes otorgados por la Dirección General de Salud Ambiental (DIGESA).

El viceministro de Gestión Ambiental, Mariano Castro Sánchez-Moreno, aseguró durante la inauguración de la planta que se está logrando un gran avance en esta materia, al conocerse que las empresas importadoras de aparatos electrónicos –unas 500 en todo el país– están presentando sus planes de manejo de RAEE, y en la actualidad ya hay 200 en proceso de evaluación que pueden ser aprobados antes de finalizar el presente año. Estos planes se sumarían a los dos primeros planes aprobados, correspondientes a empresas de telecomunicaciones.

Durante la inauguración también se dio a conocer que el Ministerio del Ambiente realizara dos campañas de recogida de RAEE en las ciudades de Trujillo y Arequipa.

Desde el MINAM recordaron que se considera RAEE a todos los aparatos eléctricos o electrónicos que cumplen su ciclo de vida o quedan inservibles, convirtiéndose en potenciales contaminantes si no se desechan adecuadamente, pues su manipulación impropia ocasionaría graves impactos al medio ambiente y la salud de las personas.

A la inauguración de la planta, que tuvo lugar el pasado 8 de noviembre, acudieron, además del viceministro de Gestión Ambiental, Mariano Castro Sánchez Moreno, el Embajador de Suiza, Hans Ruedi Bortis, así como representantes del Comité de Apoyo Técnico RAEE conformado por organismos del sector público y privado vinculados a la gestión y manejo de RAEE.

Fuente: Residuos Profesional

lunes, 11 de noviembre de 2013

I+D+i en RAEES

En Europa se generan nueve millones de toneladas de residuos de aparatos eléctricos y electrónicos (RAEE) al año de los cuales, a pesar de la normativa vigente tanto general como ambiental, se trata adecuadamente menos del cuarenta por ciento.

Desde el proyecto financiado con fondos europeos WEEE TRACE («Full traceability of the management of WEEE») se propone la utilización de tecnologías de la información y la comunicación (TIC), como las etiquetas de identificación por radiofrecuencia o el reconocimiento de imágenes, para combatir la exportación ilícita y el tratamiento deficitario de RAEE.

«Un tratamiento inadecuado puede provocar escapes de sustancias peligrosas al medio ambiente -explicó Josu Rollón de MCCTelecom (España)-, entre ellas algunas destructoras del ozono como clorofluorocarbonos (CFC), gases de efecto invernadero, aceites, etc.».

El proyecto WEEE TRACE instala etiquetas inteligentes de radiofrecuencia en dichos residuos cuando se recogen para su mejor localización y control hasta que llegan a la planta de tratamiento.

Estos dispositivos permiten conocer el paradero de los residuos y su gestión, información que contribuye a garantizar su adecuado reciclaje.

Rollón añadió: «Nuestro sistema se encuentra en una fase de implantación avanzada en España y hasta ahora se han etiquetado más de siete mil toneladas de RAEE que se han transportado a sus respectivas plantas de reciclado. Confiamos en superar las doce mil toneladas gestionadas en 2013».

En último término, los investigadores de WEEE TRACE esperan aumentar la cantidad de residuos recogidos y tratados conforme a la normativa vigente en un treinta y tres por ciento en comparación con las cifras de 2009. Este proceso permitirá reducir en un doce por ciento las emisiones de CO2 gracias en parte a la obtención y tratamiento de gases de efecto invernadero de neveras desechadas.

«Cada europeo genera más de diez kilos anuales de estos objetos de desecho y muchos contienen sustancias peligrosas que deben tratarse de manera adecuada», afirmó Rollón. «La cantidad de este tipo de residuos no hace sino aumentar, circunstancia que hace aún más necesaria la recuperación de los materiales valiosos que contienen».

Rollón declaró que esta tecnología de etiquetas inteligentes es aplicable a otros residuos. «El sistema aumenta la eficacia del proceso de recogida y gestión de residuos y reduce las tareas administrativas asociadas. Su empleo permite por tanto reducir en un diez por ciento, según nuestros cálculos, el coste de recogida y reciclado por unidad».

WEEE TRACE recibió más de 1,1 millones de euros de financiación europea a través del programa de eco-innovación, una iniciativa destinada a apoyar proyectos medioambientales capaces de dejar huella en el mercado. El proyecto permanecerá activo hasta julio de 2014.

Para más información, consulte:

Sitio web de WEEE TRACE
http://www.weee-trace.eu

Ficha informativa del proyecto
http://www.eaci-projects.eu/eco/page/Page.jsp?op=project_detail&prid=2015

MCCTelecom
http://www.mcctelecom.es/

Fuente: Comisión Europea

viernes, 8 de noviembre de 2013

Seminario "Electrodomésticos: Yo también soy un residuo"

Aida Fernando, investigadora UPM

El miércoles 6 de noviembre de 2013, con motivo de la Semana de la Ciencia, se celebró en la Escuela Técnica Superior de Ingenieros de Montes el Seminario gratuito: "Electrodomésticos: Yo también soy un residuo".

Roío Torrejón, investigadora UPM
El Seminario estuvo coordinado por la investigadora de la Universidad Politécnica de Madrid Aida Fernando de Fuentes. En el intervinieron como ponentes, además, la investigadora de la UPM Rocío Torrejón Gómez; el profesor de la UPM Juan Carlos Arranz Sualdea; y Helena Arpa y Juan Hernández, del Instituto Jane Goodall.

Juan Carlos Arranz, profesor UPM
El contenido del Seminario giró en torno a los RAEES. Comenzó con un ciclo de conferencias sobre el pasado, presente y futuro en la gestión de los residuos de aparatos eléctricos y electrónicos, seguido por un cineforum con un documental sobre el tema y una mesa redonda. Para finalizar, el Instituto Jane Goodall presentó su campaña "MOVILízate por la Selva" y mostró algunos vídeos con los primeros resultados, en los que se puede observar que el éxito está siendo notable.

El Seminario tuvo aforo completo y generó un debate muy enriquecedor para todo el público, compuesto en su mayoría por estudiantes de diversas ramas del Medio Ambiente, estudiantes de postgrado y profesionales de empresas y consultorías ambientales.
Juan Hernández y Helena Arpa, Instituo Jane Goodall

lunes, 4 de noviembre de 2013

Obsolescencia programada: Qué hacer con el móvil

(c) La cuarta R
La continua evolución del mercado tecnológico provoca la obsolescencia de miles de teléfonos móviles. De hecho, cada año dejan de utilizarse en España más de 20 millones de terminales.

¿Qué debemos hacer con estos teléfonos que ya no utilizamos?

Nunca tirarlos a la basura orgánica porque contienen materiales muy contaminantes y además , porque los teléfonos móviles y los aparatos electrónicos (residuos e) tienen valor en sí mismos. Bien tratados podríamos considerarlos no residuos ya que, son equipos electrónicos o partes de los mismos, que pueden volver a introducirse en el mercado para su reutilización o que pueden reciclarse para recuperar los materiales. De un teléfono móvil se puede aprovechar casi todo, hasta el 90% de sus componentes son reciclables. Contienen materiales como el plomo, cobre, aluminio, oro y varios tipos de plásticos, cristal y cables .

Y teniendo en cuenta el valor de los metales actualmente en el mercado, es comprensible entender la proliferación de proyectos que han surgido para la recuperación de teléfonos en desuso. Actualmente, existen opciones para todos los gustos…

Entrega en Puntos autorizados

Una de las opciones es entregar el terminal en un punto de recogida autorizado: Puntos Limpios de la MCP, comercios, tiendas de venta de teléfonos… con la garantía de que se va a reciclar hasta el 90% de sus componentes. Cada vez que lleves el móvil a un sitio correcto contribuyes al desarrollo sostenible.
Tragamóvil, la fundación de Recyclia para el reciclaje de móviles, retiró en España en 2012 un total de 462 toneladas de teléfonos viejos y en su página ofrece información sobre donde depositar el teléfono viejo en cada ciudad de España con todas las garantías.

Venta de segunda mano

Otra opción es la reventa o venta de segunda mano. El teléfono móvil que se ha quedado anticuado para un usuario puede tener una segunda vida para otro no tan exigente,con una rebaja de precio sustancial respecto al precio de mercado del mismo teléfono. En España este proceso se puede realizar a través de webs o tiendas de segunda mano autorizadas. Se trata de una práctica cada vez más habitual.

El sistema es sencillo. Según la marca y el modelo del terminal, la empresa hace una valoración por el teléfono, te lo recoje de forma gratuita y cuando examinan el móvil, pagan el dinero convenido.

En Estados Unidos este sistema funciona de forma más automática. A través de unos quioscos que valoran los aparatos móviles en el mismo momento y en función dela valoración, ofrecen un pago al propietario. Si está estropeado o es tan antiguo que no tiene ningún valor comercial, o no hay demanda, el mismo sistema se encarga de dirigirlo hacia plantas de reciclaje solventes y si puede servir para otra persona, oferta un precio al usuario.

El sistema es el siguiente: El usuario lo deposita ante un visor y el sistema de inteligencia artificial hace una inspección visual para identificar el modelo; a continuación, hay que enchufarlo (con 23 diferentes conectores posibles) para hacer el diagnóstico de su funcionamiento y conectarlo a su red. El sistema, entonces, determina el valor de mercado del aparato -basándose en las ofertas previas de miles de potenciales compradores y teniendo en cuenta cada modelo y el estado del equipo- y oferta un precio al usuario. Si está de acuerdo con la cantidad, acepta y recibe el dinero como en un cajero automático. Antes, eso sí, se le ofrece la posibilidad de donar todo o parte de ese dinero a una organización benéfica. El proceso completo dura unos pocos minutos. Tres cuartas partes de los teléfonos que han entrado en estos “kioskos” han encontrado un segundo hogar.

Donación solidaria

Y otra opción, muy en auge, es la donación solidaria. Como hemos comentado, los terminales valen dinero. Los usuarios donan un teléfono que ya nos les sirve a la ONG que prefieran. La institución los recoge y obtiene dinero a cambio. Lo hacen Cruz Roja, Entreculturas, Amnistía Internacional o Intermón Oxfam, entre otras.

También está activa ahora mismo la campaña MOVILízate por la selva, del Instituto Jane Goodall, para proteger los ecosistemas africanos. De esta campaña y otros aspectos técnicos relativos a la gestión de los RAEES se hablará en el Seminario "Electrodomésticos: Yo también soy un residuo" que se impartirá de manera gratuita el próximo 6 de noviembre en la Escuela Técnica Superior de Ingenieros de Montes. El aforo es limitado y para acudir es necesario enviar un email a a.fernando@catedraecoembes.es (Aida Fernando).

Fuentes: La cuarta R y UPM


lunes, 28 de octubre de 2013

Jane Goodall y Roger Payne filman un documental sobre el medio ambiente


Imagen de EFE Verde
La primatóloga inglesa Jane Goodall y el estadounidense Roger Payne, especialista en ballenas, filmarán en Argentina un documental para alertar sobre los problemas del medio ambiente.

“Hacemos este documental para intercambiar nuestros conocimientos sobre muchos años de investigación en chimpancés y ballenas, y vamos a advertir sobre los principales problemas que nos preocupan”, dijo Goodall al diario Clarín.

Goodall y Payne viajarán mañana a la Patagonia argentina para continuar la grabación que comenzó este fin de semana en Buenos Aires.

En declaraciones a Clarín, la primatóloga sostuvo que “la sobrepesca, la contaminación de los mares y la deforestación de los bosques son los verdaderos problemas que debemos afrontar porque están relacionados con el cambio climático”.

En el mismo diario, Payne denunció la contaminación de los mares y calificó los niveles tóxicos de las aguas, con plomo, mercurio y cromo, como “alarmantes”.

Según el científico, el aumento excesivo de la población humana, la escasez de recursos para alimentar a tantas personas, el consumismo y la contaminación son los principales problemas que comprometen al medio ambiente.

Goodall y Payne no sólo señalaron los principales problemas sino que explicaron cuales serían las medidas a tomar para combatirlos.

“Para el exceso de población, habría que promover más la educación sexual. Para evitar el consumismo, hay que comprar sólo lo necesario y a productores locales. Para frenar la contaminación, hay que controlar más a los emisores de sustancias que contaminan y alentar el desarrollo de la química verde”, afirmaron.

Jane Goodall, de 79 años, es una naturalista, activista y primatóloga inglesa que ha dedicado su vida al estudio del comportamiento de los chimpancés en África y a educar y promover estilos de vida más sostenibles en todo el planeta.

Roger Payne es biólogo y pasó muchos años investigando a las ballenas francas australes.

El documental será dirigido por el actor y director de cine argentino Boy Olmi.

El próximo 6 de noviembre se celebrará el Seminario gratuito "Electrodomésticos: Yo también soy un residuo", al que acudirán como ponentes Marisa Mariñan (Instituto Jane Goodall) y acompañantes, para presentar la campaña "MOVILízate por la Selva". Para inscribirse es necesario enviar un email a Aida Fernando, Coordinadora del evento (a.fernando@catedraecoembes.es) para reservar plaza. El aforo está prácticamente lleno, por lo que es imprescindible reservar. En el email hay que indicar el nombre y apellidos de todas las personas que deseen asistir.

Fuente: EFE Verde y UPM

La primatóloga inglesa Jane Goodall y el estadounidense Roger Payne, especialista en ballenas, filmarán en Argentina un documental para alertar sobre los problemas del medio ambiente, informaron hoy medios locales. - See more at: http://www.efeverde.com/blog/noticias/los-cientificos-jane-goodall-y-roger-payne-filman-un-documental-en-argentina/#sthash.R5PDWfTn.dpuf
La primatóloga inglesa Jane Goodall y el estadounidense Roger Payne, especialista en ballenas, filmarán en Argentina un documental para alertar sobre los problemas del medio ambiente, informaron hoy medios locales. - See more at: http://www.efeverde.com/blog/noticias/los-cientificos-jane-goodall-y-roger-payne-filman-un-documental-en-argentina/#sthash.R5PDWfTn.dpuf

viernes, 25 de octubre de 2013

Teléfonos móviles: Yo también soy un residuo

En España hay alrededor de 53 millones de teléfonos móviles activos y, cada año, más de 20 millones dejan de utilizarse. Desde hace muchos años se lleva a cabo la llamada producción inversa, es decir, la extracción de materiales útiles a partir de los desechos electrónicos. De esta forma, materiales como el plomo, el cobre, el aluminio y el oro, así como varios tipos de plásticos, cristal y cables, son recuperados de los móviles y reciclados para futuros productos.

Teniendo en cuenta el valor que han alcanzado los metales, es fácil entender la proliferación de proyectos para la recuperación de teléfonos en desuso. Una gran cantidad de lo que se denomina residuos-e en realidad no lo son en absoluto, más bien se trata equipos electrónicos, o partes de los mismos, que pueden volver a introducirse en el mercado para su reutilización o pueden reciclarse para recuperar materiales.

Tragamóvil, la fundación de la plataforma medioambiental Recyclia para el reciclaje de móviles, retiró en España en 2012 un total de 462 toneladas de teléfonos viejos. Con esta cifra superó en un 109% el objetivo marcado por el Real Decreto 208/2005 sobre aparatos eléctricos y electrónicos y la gestión correcta de sus residuos, que obliga a recuperar el 75% del peso de cada tipo de aparato. Desde su entrada en funcionamiento en 2001, Tragamóvil ha recogido y gestionado más de 4.000 toneladas de residuos procedentes de móviles. En lo que va de año, se han recogido 317 toneladas.

Telefónica parte del concepto que “el mejor residuo es el que no se produce”. Los clientes depositan sus teléfonos móviles antiguos y obtienen un beneficio económico para la compra de un nuevo dispositivo. La compañía también ofrece el reciclaje de aquellos móviles que no pueden reutilizarse. En 2012 recogió 216 toneladas de móviles en desuso: 147 toneladas de teléfonos de clientes para su reutilización y 69 para su reciclaje.

Proyectos solidarios 

Por su parte, Orange España también se ha comprometido con la recogida y reciclaje de móviles. El objetivo en toda Europa es que en 2020 sea capaz de recolectar un volumen de equipos usados equivalentes al 50% de todos los terminales que comercializará ese año. Desde 2010 y hasta finales del primer semestre de 2013 ha retirado más de un millón de terminales usados.

La operadora gala reunió, sólo en 2012, más de 460.000 unidades, el 10% de los que vende actualmente. Para fomentar la retirada de móviles antiguos, la operadora puso en marcha el programa Estrena y Recicla con el que aplica descuentos para compra de nuevos dispositivos a aquellos clientes que entreguen terminales de cualquier operador. Ha situado contenedores de recogida en todos sus puntos de venta. Este espíritu solidario es también la inspiración del segundo programa que tiene en marcha Orange: el proyecto Construye su futuro.

Esta iniciativa, que se lanzó el pasado año junto a Unicef, tiene como ambicioso objetivo que 220.000 niños en riesgo de exclusión reciban educación. El proyecto incentiva la donación de terminales viejos y destina 2 euros por cada móvil.

Vodafone España también se ha comprometido con el medio ambiente recogiendo más de 275.000 teléfonos durante el ejercicio 2012-2013 y participa en el programa Re-estrena en colaboración con el WWF. Además ha implantado un Sistema de Calificación Ecológica que permite conocer el impacto social y ambiental de teléfonos móviles y smartphones de su catálogo.

De los terminales se aprovecha todo 

Hasta el 90% de los componentes de un teléfono móvil son reciclables. Según datos de la Agencia de Protección Medioambiental de EEUU por cada millón de teléfonos móviles reciclados, que pesan unas 70 toneladas, se pueden recuperar 16 toneladas de cobre, 350 kilos de plata, 34 kilos de oro y 15 kilos de paladio.

En un móvil hay dos componentes principales: los circuitos impresos y las baterías. Existen varios procesos, más o menos mecanizados, para la separación de los diferentes componentes. Cada una de las partes se envia a tratamientos adecuados. Por ejemplo, los circuitos impresos son enviados a plantas especializadas en el norte de Europa, donde los metales preciosos son extraídos y reciclados.

Otro método que está creciendo consiste en meter los móviles en hornos de fundición especiales (previa retirada de sus baterías) para recuperar los metales que contienen. De un teléfono móvil se obtienen un 58% de plásticos, un 25% de metales y un 17% de vidrio y fibra de vidrio. Si se reutilizaran los móviles recogidos, por cada 500.000 dispositivos se dejarían de emitir unas 50.000 toneladas de CO2a la atmósfera.

Seminario "Electrodomésticos: Yo también soy un residuo"

El próximo 6 de noviembre se celebra el Seminario gratuito: "Electrodomésticos: Yo también soy un residuo", organizado por la Cátedra ECOEMBES de Medio Ambiente en colaboración con el Instituto Jane Goodall. Para asistir al evento es necesario enviar un email a Aida Fernando (a.fernando@catedraecoembes.es), indicando el nombre y apellido de los asistentes para reservar asiento. El aforo es limitado y ya está prácticamente completo. Puedes consultar el programa pinchando aquí.

Fuente: Expansión y UPM
En España hay alrededor de 53 millones de teléfonos móviles activos y, cada año, más de 20 millones dejan de utilizarse. Desde hace muchos años se lleva a cabo la llamada producción inversa, es decir, la extracción de materiales útiles a partir de los desechos electrónicos. De esta forma, materiales como el plomo, el cobre, el aluminio y el oro, así como varios tipos de plásticos, cristal y cables, son recuperados de los móviles y reciclados para futuros productos. Teniendo en cuenta el valor que han alcanzado los metales, es fácil entender la proliferación de proyectos para la recuperación de teléfonos en desuso. Una gran cantidad de lo que se denomina residuos-e en realidad no lo son en absoluto, más bien se trata equipos electrónicos, o partes de los mismos, que pueden volver a introducirse en el mercado para su reutilización o pueden reciclarse para recuperar materiales. Tragamóvil, la fundación de la plataforma medioambiental Recyclia para el reciclaje de móviles, retiró en España en 2012 un total de 462 toneladas de teléfonos viejos. Con esta cifra superó en un 109% el objetivo marcado por el Real Decreto 208/2005 sobre aparatos eléctricos y electrónicos y la gestión correcta de sus residuos, que obliga a recuperar el 75% del peso de cada tipo de aparato. Desde su entrada en funcionamiento en 2001, Tragamóvil ha recogido y gestionado más de 4.000 toneladas de residuos procedentes de móviles. En lo que va de año, se han recogido 317 toneladas. Telefónica parte del concepto que “el mejor residuo es el que no se produce”. Los clientes depositan sus teléfonos móviles antiguos y obtienen un beneficio económico para la compra de un nuevo dispositivo. La compañía también ofrece el reciclaje de aquellos móviles que no pueden reutilizarse. En 2012 recogió 216 toneladas de móviles en desuso: 147 toneladas de teléfonos de clientes para su reutilización y 69 para su reciclaje. Proyectos solidarios Por su parte, Orange España también se ha comprometido con la recogida y reciclaje de móviles. El objetivo en toda Europa es que en 2020 sea capaz de recolectar un volumen de equipos usados equivalentes al 50% de todos los terminales que comercializará ese año. Desde 2010 y hasta finales del primer semestre de 2013 ha retirado más de un millón de terminales usados. La operadora gala reunió, sólo en 2012, más de 460.000 unidades, el 10% de los que vende actualmente. Para fomentar la retirada de móviles antiguos, la operadora puso en marcha el programa Estrena y Recicla con el que aplica descuentos para compra de nuevos dispositivos a aquellos clientes que entreguen terminales de cualquier operador. Ha situado contenedores de recogida en todos sus puntos de venta. Este espíritu solidario es también la inspiración del segundo programa que tiene en marcha Orange: el proyecto Construye su futuro. Esta iniciativa, que se lanzó el pasado año junto a Unicef, tiene como ambicioso objetivo que 220.000 niños en riesgo de exclusión reciban educación. El proyecto incentiva la donación de terminales viejos y destina 2 euros por cada móvil. Vodafone España también se ha comprometido con el medio ambiente recogiendo más de 275.000 teléfonos durante el ejercicio 2012-2013 y participa en el programa Re-estrena en colaboración con el WWF. Además ha implantado un Sistema de Calificación Ecológica que permite conocer el impacto social y ambiental de teléfonos móviles y smartphones de su catálogo. De los terminales se aprovecha todo Hasta el 90% de los componentes de un teléfono móvil son reciclables. Según datos de la Agencia de Protección Medioambiental de EEUU por cada millón de teléfonos móviles reciclados, que pesan unas 70 toneladas, se pueden recuperar 16 toneladas de cobre, 350 kilos de plata, 34 kilos de oro y 15 kilos de paladio. En un móvil hay dos componentes principales: los circuitos impresos y las baterías. Existen varios procesos, más o menos mecanizados, para la separación de los diferentes componentes. Cada una de las partes se envia a tratamientos adecuados. Por ejemplo, los circuitos impresos son enviados a plantas especializadas en el norte de Europa, donde los metales preciosos son extraídos y reciclados. Otro método que está creciendo consiste en meter los móviles en hornos de fundición especiales (previa retirada de sus baterías) para recuperar los metales que contienen. De un teléfono móvil se obtienen un 58% de plásticos, un 25% de metales y un 17% de vidrio y fibra de vidrio. Si se reutilizaran los móviles recogidos, por cada 500.000 dispositivos se dejarían de emitir unas 50.000 toneladas de CO2 a la atmósfera.

La ‘mina de oro’ de los móviles viejos,Digitech. Expansión.com
En España hay alrededor de 53 millones de teléfonos móviles activos y, cada año, más de 20 millones dejan de utilizarse. Desde hace muchos años se lleva a cabo la llamada producción inversa, es decir, la extracción de materiales útiles a partir de los desechos electrónicos. De esta forma, materiales como el plomo, el cobre, el aluminio y el oro, así como varios tipos de plásticos, cristal y cables, son recuperados de los móviles y reciclados para futuros productos. Teniendo en cuenta el valor que han alcanzado los metales, es fácil entender la proliferación de proyectos para la recuperación de teléfonos en desuso. Una gran cantidad de lo que se denomina residuos-e en realidad no lo son en absoluto, más bien se trata equipos electrónicos, o partes de los mismos, que pueden volver a introducirse en el mercado para su reutilización o pueden reciclarse para recuperar materiales. Tragamóvil, la fundación de la plataforma medioambiental Recyclia para el reciclaje de móviles, retiró en España en 2012 un total de 462 toneladas de teléfonos viejos. Con esta cifra superó en un 109% el objetivo marcado por el Real Decreto 208/2005 sobre aparatos eléctricos y electrónicos y la gestión correcta de sus residuos, que obliga a recuperar el 75% del peso de cada tipo de aparato. Desde su entrada en funcionamiento en 2001, Tragamóvil ha recogido y gestionado más de 4.000 toneladas de residuos procedentes de móviles. En lo que va de año, se han recogido 317 toneladas. Telefónica parte del concepto que “el mejor residuo es el que no se produce”. Los clientes depositan sus teléfonos móviles antiguos y obtienen un beneficio económico para la compra de un nuevo dispositivo. La compañía también ofrece el reciclaje de aquellos móviles que no pueden reutilizarse. En 2012 recogió 216 toneladas de móviles en desuso: 147 toneladas de teléfonos de clientes para su reutilización y 69 para su reciclaje. Proyectos solidarios Por su parte, Orange España también se ha comprometido con la recogida y reciclaje de móviles. El objetivo en toda Europa es que en 2020 sea capaz de recolectar un volumen de equipos usados equivalentes al 50% de todos los terminales que comercializará ese año. Desde 2010 y hasta finales del primer semestre de 2013 ha retirado más de un millón de terminales usados. La operadora gala reunió, sólo en 2012, más de 460.000 unidades, el 10% de los que vende actualmente. Para fomentar la retirada de móviles antiguos, la operadora puso en marcha el programa Estrena y Recicla con el que aplica descuentos para compra de nuevos dispositivos a aquellos clientes que entreguen terminales de cualquier operador. Ha situado contenedores de recogida en todos sus puntos de venta. Este espíritu solidario es también la inspiración del segundo programa que tiene en marcha Orange: el proyecto Construye su futuro. Esta iniciativa, que se lanzó el pasado año junto a Unicef, tiene como ambicioso objetivo que 220.000 niños en riesgo de exclusión reciban educación. El proyecto incentiva la donación de terminales viejos y destina 2 euros por cada móvil. Vodafone España también se ha comprometido con el medio ambiente recogiendo más de 275.000 teléfonos durante el ejercicio 2012-2013 y participa en el programa Re-estrena en colaboración con el WWF. Además ha implantado un Sistema de Calificación Ecológica que permite conocer el impacto social y ambiental de teléfonos móviles y smartphones de su catálogo. De los terminales se aprovecha todo Hasta el 90% de los componentes de un teléfono móvil son reciclables. Según datos de la Agencia de Protección Medioambiental de EEUU por cada millón de teléfonos móviles reciclados, que pesan unas 70 toneladas, se pueden recuperar 16 toneladas de cobre, 350 kilos de plata, 34 kilos de oro y 15 kilos de paladio. En un móvil hay dos componentes principales: los circuitos impresos y las baterías. Existen varios procesos, más o menos mecanizados, para la separación de los diferentes componentes. Cada una de las partes se envia a tratamientos adecuados. Por ejemplo, los circuitos impresos son enviados a plantas especializadas en el norte de Europa, donde los metales preciosos son extraídos y reciclados. Otro método que está creciendo consiste en meter los móviles en hornos de fundición especiales (previa retirada de sus baterías) para recuperar los metales que contienen. De un teléfono móvil se obtienen un 58% de plásticos, un 25% de metales y un 17% de vidrio y fibra de vidrio. Si se reutilizaran los móviles recogidos, por cada 500.000 dispositivos se dejarían de emitir unas 50.000 toneladas de CO2 a la atmósfera.

La ‘mina de oro’ de los móviles viejos,Digitech. Expansión.com
En España hay alrededor de 53 millones de teléfonos móviles activos y, cada año, más de 20 millones dejan de utilizarse. Desde hace muchos años se lleva a cabo la llamada producción inversa, es decir, la extracción de materiales útiles a partir de los desechos electrónicos. De esta forma, materiales como el plomo, el cobre, el aluminio y el oro, así como varios tipos de plásticos, cristal y cables, son recuperados de los móviles y reciclados para futuros productos. Teniendo en cuenta el valor que han alcanzado los metales, es fácil entender la proliferación de proyectos para la recuperación de teléfonos en desuso. Una gran cantidad de lo que se denomina residuos-e en realidad no lo son en absoluto, más bien se trata equipos electrónicos, o partes de los mismos, que pueden volver a introducirse en el mercado para su reutilización o pueden reciclarse para recuperar materiales. Tragamóvil, la fundación de la plataforma medioambiental Recyclia para el reciclaje de móviles, retiró en España en 2012 un total de 462 toneladas de teléfonos viejos. Con esta cifra superó en un 109% el objetivo marcado por el Real Decreto 208/2005 sobre aparatos eléctricos y electrónicos y la gestión correcta de sus residuos, que obliga a recuperar el 75% del peso de cada tipo de aparato. Desde su entrada en funcionamiento en 2001, Tragamóvil ha recogido y gestionado más de 4.000 toneladas de residuos procedentes de móviles. En lo que va de año, se han recogido 317 toneladas. Telefónica parte del concepto que “el mejor residuo es el que no se produce”. Los clientes depositan sus teléfonos móviles antiguos y obtienen un beneficio económico para la compra de un nuevo dispositivo. La compañía también ofrece el reciclaje de aquellos móviles que no pueden reutilizarse. En 2012 recogió 216 toneladas de móviles en desuso: 147 toneladas de teléfonos de clientes para su reutilización y 69 para su reciclaje. Proyectos solidarios Por su parte, Orange España también se ha comprometido con la recogida y reciclaje de móviles. El objetivo en toda Europa es que en 2020 sea capaz de recolectar un volumen de equipos usados equivalentes al 50% de todos los terminales que comercializará ese año. Desde 2010 y hasta finales del primer semestre de 2013 ha retirado más de un millón de terminales usados. La operadora gala reunió, sólo en 2012, más de 460.000 unidades, el 10% de los que vende actualmente. Para fomentar la retirada de móviles antiguos, la operadora puso en marcha el programa Estrena y Recicla con el que aplica descuentos para compra de nuevos dispositivos a aquellos clientes que entreguen terminales de cualquier operador. Ha situado contenedores de recogida en todos sus puntos de venta. Este espíritu solidario es también la inspiración del segundo programa que tiene en marcha Orange: el proyecto Construye su futuro. Esta iniciativa, que se lanzó el pasado año junto a Unicef, tiene como ambicioso objetivo que 220.000 niños en riesgo de exclusión reciban educación. El proyecto incentiva la donación de terminales viejos y destina 2 euros por cada móvil. Vodafone España también se ha comprometido con el medio ambiente recogiendo más de 275.000 teléfonos durante el ejercicio 2012-2013 y participa en el programa Re-estrena en colaboración con el WWF. Además ha implantado un Sistema de Calificación Ecológica que permite conocer el impacto social y ambiental de teléfonos móviles y smartphones de su catálogo. De los terminales se aprovecha todo Hasta el 90% de los componentes de un teléfono móvil son reciclables. Según datos de la Agencia de Protección Medioambiental de EEUU por cada millón de teléfonos móviles reciclados, que pesan unas 70 toneladas, se pueden recuperar 16 toneladas de cobre, 350 kilos de plata, 34 kilos de oro y 15 kilos de paladio. En un móvil hay dos componentes principales: los circuitos impresos y las baterías. Existen varios procesos, más o menos mecanizados, para la separación de los diferentes componentes. Cada una de las partes se envia a tratamientos adecuados. Por ejemplo, los circuitos impresos son enviados a plantas especializadas en el norte de Europa, donde los metales preciosos son extraídos y reciclados. Otro método que está creciendo consiste en meter los móviles en hornos de fundición especiales (previa retirada de sus baterías) para recuperar los metales que contienen. De un teléfono móvil se obtienen un 58% de plásticos, un 25% de metales y un 17% de vidrio y fibra de vidrio. Si se reutilizaran los móviles recogidos, por cada 500.000 dispositivos se dejarían de emitir unas 50.000 toneladas de CO2 a la atmósfera.

La ‘mina de oro’ de los móviles viejos,Digitech. Expansión.com
En España hay alrededor de 53 millones de teléfonos móviles activos y, cada año, más de 20 millones dejan de utilizarse. Desde hace muchos años se lleva a cabo la llamada producción inversa, es decir, la extracción de materiales útiles a partir de los desechos electrónicos. De esta forma, materiales como el plomo, el cobre, el aluminio y el oro, así como varios tipos de plásticos, cristal y cables, son recuperados de los móviles y reciclados para futuros productos. Teniendo en cuenta el valor que han alcanzado los metales, es fácil entender la proliferación de proyectos para la recuperación de teléfonos en desuso. Una gran cantidad de lo que se denomina residuos-e en realidad no lo son en absoluto, más bien se trata equipos electrónicos, o partes de los mismos, que pueden volver a introducirse en el mercado para su reutilización o pueden reciclarse para recuperar materiales. Tragamóvil, la fundación de la plataforma medioambiental Recyclia para el reciclaje de móviles, retiró en España en 2012 un total de 462 toneladas de teléfonos viejos. Con esta cifra superó en un 109% el objetivo marcado por el Real Decreto 208/2005 sobre aparatos eléctricos y electrónicos y la gestión correcta de sus residuos, que obliga a recuperar el 75% del peso de cada tipo de aparato. Desde su entrada en funcionamiento en 2001, Tragamóvil ha recogido y gestionado más de 4.000 toneladas de residuos procedentes de móviles. En lo que va de año, se han recogido 317 toneladas. Telefónica parte del concepto que “el mejor residuo es el que no se produce”. Los clientes depositan sus teléfonos móviles antiguos y obtienen un beneficio económico para la compra de un nuevo dispositivo. La compañía también ofrece el reciclaje de aquellos móviles que no pueden reutilizarse. En 2012 recogió 216 toneladas de móviles en desuso: 147 toneladas de teléfonos de clientes para su reutilización y 69 para su reciclaje. Proyectos solidarios Por su parte, Orange España también se ha comprometido con la recogida y reciclaje de móviles. El objetivo en toda Europa es que en 2020 sea capaz de recolectar un volumen de equipos usados equivalentes al 50% de todos los terminales que comercializará ese año. Desde 2010 y hasta finales del primer semestre de 2013 ha retirado más de un millón de terminales usados. La operadora gala reunió, sólo en 2012, más de 460.000 unidades, el 10% de los que vende actualmente. Para fomentar la retirada de móviles antiguos, la operadora puso en marcha el programa Estrena y Recicla con el que aplica descuentos para compra de nuevos dispositivos a aquellos clientes que entreguen terminales de cualquier operador. Ha situado contenedores de recogida en todos sus puntos de venta. Este espíritu solidario es también la inspiración del segundo programa que tiene en marcha Orange: el proyecto Construye su futuro. Esta iniciativa, que se lanzó el pasado año junto a Unicef, tiene como ambicioso objetivo que 220.000 niños en riesgo de exclusión reciban educación. El proyecto incentiva la donación de terminales viejos y destina 2 euros por cada móvil. Vodafone España también se ha comprometido con el medio ambiente recogiendo más de 275.000 teléfonos durante el ejercicio 2012-2013 y participa en el programa Re-estrena en colaboración con el WWF. Además ha implantado un Sistema de Calificación Ecológica que permite conocer el impacto social y ambiental de teléfonos móviles y smartphones de su catálogo. De los terminales se aprovecha todo Hasta el 90% de los componentes de un teléfono móvil son reciclables. Según datos de la Agencia de Protección Medioambiental de EEUU por cada millón de teléfonos móviles reciclados, que pesan unas 70 toneladas, se pueden recuperar 16 toneladas de cobre, 350 kilos de plata, 34 kilos de oro y 15 kilos de paladio. En un móvil hay dos componentes principales: los circuitos impresos y las baterías. Existen varios procesos, más o menos mecanizados, para la separación de los diferentes componentes. Cada una de las partes se envia a tratamientos adecuados. Por ejemplo, los circuitos impresos son enviados a plantas especializadas en el norte de Europa, donde los metales preciosos son extraídos y reciclados. Otro método que está creciendo consiste en meter los móviles en hornos de fundición especiales (previa retirada de sus baterías) para recuperar los metales que contienen. De un teléfono móvil se obtienen un 58% de plásticos, un 25% de metales y un 17% de vidrio y fibra de vidrio. Si se reutilizaran los móviles recogidos, por cada 500.000 dispositivos se dejarían de emitir unas 50.000 toneladas de CO2 a la atmósfera.

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En España hay alrededor de 53 millones de teléfonos móviles activos y, cada año, más de 20 millones dejan de utilizarse. Desde hace muchos años se lleva a cabo la llamada producción inversa, es decir, la extracción de materiales útiles a partir de los desechos electrónicos. De esta forma, materiales como el plomo, el cobre, el aluminio y el oro, así como varios tipos de plásticos, cristal y cables, son recuperados de los móviles y reciclados para futuros productos. Teniendo en cuenta el valor que han alcanzado los metales, es fácil entender la proliferación de proyectos para la recuperación de teléfonos en desuso. Una gran cantidad de lo que se denomina residuos-e en realidad no lo son en absoluto, más bien se trata equipos electrónicos, o partes de los mismos, que pueden volver a introducirse en el mercado para su reutilización o pueden reciclarse para recuperar materiales. Tragamóvil, la fundación de la plataforma medioambiental Recyclia para el reciclaje de móviles, retiró en España en 2012 un total de 462 toneladas de teléfonos viejos. Con esta cifra superó en un 109% el objetivo marcado por el Real Decreto 208/2005 sobre aparatos eléctricos y electrónicos y la gestión correcta de sus residuos, que obliga a recuperar el 75% del peso de cada tipo de aparato. Desde su entrada en funcionamiento en 2001, Tragamóvil ha recogido y gestionado más de 4.000 toneladas de residuos procedentes de móviles. En lo que va de año, se han recogido 317 toneladas. Telefónica parte del concepto que “el mejor residuo es el que no se produce”. Los clientes depositan sus teléfonos móviles antiguos y obtienen un beneficio económico para la compra de un nuevo dispositivo. La compañía también ofrece el reciclaje de aquellos móviles que no pueden reutilizarse. En 2012 recogió 216 toneladas de móviles en desuso: 147 toneladas de teléfonos de clientes para su reutilización y 69 para su reciclaje. Proyectos solidarios Por su parte, Orange España también se ha comprometido con la recogida y reciclaje de móviles. El objetivo en toda Europa es que en 2020 sea capaz de recolectar un volumen de equipos usados equivalentes al 50% de todos los terminales que comercializará ese año. Desde 2010 y hasta finales del primer semestre de 2013 ha retirado más de un millón de terminales usados. La operadora gala reunió, sólo en 2012, más de 460.000 unidades, el 10% de los que vende actualmente. Para fomentar la retirada de móviles antiguos, la operadora puso en marcha el programa Estrena y Recicla con el que aplica descuentos para compra de nuevos dispositivos a aquellos clientes que entreguen terminales de cualquier operador. Ha situado contenedores de recogida en todos sus puntos de venta. Este espíritu solidario es también la inspiración del segundo programa que tiene en marcha Orange: el proyecto Construye su futuro. Esta iniciativa, que se lanzó el pasado año junto a Unicef, tiene como ambicioso objetivo que 220.000 niños en riesgo de exclusión reciban educación. El proyecto incentiva la donación de terminales viejos y destina 2 euros por cada móvil. Vodafone España también se ha comprometido con el medio ambiente recogiendo más de 275.000 teléfonos durante el ejercicio 2012-2013 y participa en el programa Re-estrena en colaboración con el WWF. Además ha implantado un Sistema de Calificación Ecológica que permite conocer el impacto social y ambiental de teléfonos móviles y smartphones de su catálogo. De los terminales se aprovecha todo Hasta el 90% de los componentes de un teléfono móvil son reciclables. Según datos de la Agencia de Protección Medioambiental de EEUU por cada millón de teléfonos móviles reciclados, que pesan unas 70 toneladas, se pueden recuperar 16 toneladas de cobre, 350 kilos de plata, 34 kilos de oro y 15 kilos de paladio. En un móvil hay dos componentes principales: los circuitos impresos y las baterías. Existen varios procesos, más o menos mecanizados, para la separación de los diferentes componentes. Cada una de las partes se envia a tratamientos adecuados. Por ejemplo, los circuitos impresos son enviados a plantas especializadas en el norte de Europa, donde los metales preciosos son extraídos y reciclados. Otro método que está creciendo consiste en meter los móviles en hornos de fundición especiales (previa retirada de sus baterías) para recuperar los metales que contienen. De un teléfono móvil se obtienen un 58% de plásticos, un 25% de metales y un 17% de vidrio y fibra de vidrio. Si se reutilizaran los móviles recogidos, por cada 500.000 dispositivos se dejarían de emitir unas 50.000 toneladas de CO2 a la atmósfera.

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En España hay alrededor de 53 millones de teléfonos móviles activos y, cada año, más de 20 millones dejan de utilizarse. Desde hace muchos años se lleva a cabo la llamada producción inversa, es decir, la extracción de materiales útiles a partir de los desechos electrónicos. De esta forma, materiales como el plomo, el cobre, el aluminio y el oro, así como varios tipos de plásticos, cristal y cables, son recuperados de los móviles y reciclados para futuros productos. Teniendo en cuenta el valor que han alcanzado los metales, es fácil entender la proliferación de proyectos para la recuperación de teléfonos en desuso. Una gran cantidad de lo que se denomina residuos-e en realidad no lo son en absoluto, más bien se trata equipos electrónicos, o partes de los mismos, que pueden volver a introducirse en el mercado para su reutilización o pueden reciclarse para recuperar materiales. Tragamóvil, la fundación de la plataforma medioambiental Recyclia para el reciclaje de móviles, retiró en España en 2012 un total de 462 toneladas de teléfonos viejos. Con esta cifra superó en un 109% el objetivo marcado por el Real Decreto 208/2005 sobre aparatos eléctricos y electrónicos y la gestión correcta de sus residuos, que obliga a recuperar el 75% del peso de cada tipo de aparato. Desde su entrada en funcionamiento en 2001, Tragamóvil ha recogido y gestionado más de 4.000 toneladas de residuos procedentes de móviles. En lo que va de año, se han recogido 317 toneladas. Telefónica parte del concepto que “el mejor residuo es el que no se produce”. Los clientes depositan sus teléfonos móviles antiguos y obtienen un beneficio económico para la compra de un nuevo dispositivo. La compañía también ofrece el reciclaje de aquellos móviles que no pueden reutilizarse. En 2012 recogió 216 toneladas de móviles en desuso: 147 toneladas de teléfonos de clientes para su reutilización y 69 para su reciclaje. Proyectos solidarios Por su parte, Orange España también se ha comprometido con la recogida y reciclaje de móviles. El objetivo en toda Europa es que en 2020 sea capaz de recolectar un volumen de equipos usados equivalentes al 50% de todos los terminales que comercializará ese año. Desde 2010 y hasta finales del primer semestre de 2013 ha retirado más de un millón de terminales usados. La operadora gala reunió, sólo en 2012, más de 460.000 unidades, el 10% de los que vende actualmente. Para fomentar la retirada de móviles antiguos, la operadora puso en marcha el programa Estrena y Recicla con el que aplica descuentos para compra de nuevos dispositivos a aquellos clientes que entreguen terminales de cualquier operador. Ha situado contenedores de recogida en todos sus puntos de venta. Este espíritu solidario es también la inspiración del segundo programa que tiene en marcha Orange: el proyecto Construye su futuro. Esta iniciativa, que se lanzó el pasado año junto a Unicef, tiene como ambicioso objetivo que 220.000 niños en riesgo de exclusión reciban educación. El proyecto incentiva la donación de terminales viejos y destina 2 euros por cada móvil. Vodafone España también se ha comprometido con el medio ambiente recogiendo más de 275.000 teléfonos durante el ejercicio 2012-2013 y participa en el programa Re-estrena en colaboración con el WWF. Además ha implantado un Sistema de Calificación Ecológica que permite conocer el impacto social y ambiental de teléfonos móviles y smartphones de su catálogo. De los terminales se aprovecha todo Hasta el 90% de los componentes de un teléfono móvil son reciclables. Según datos de la Agencia de Protección Medioambiental de EEUU por cada millón de teléfonos móviles reciclados, que pesan unas 70 toneladas, se pueden recuperar 16 toneladas de cobre, 350 kilos de plata, 34 kilos de oro y 15 kilos de paladio. En un móvil hay dos componentes principales: los circuitos impresos y las baterías. Existen varios procesos, más o menos mecanizados, para la separación de los diferentes componentes. Cada una de las partes se envia a tratamientos adecuados. Por ejemplo, los circuitos impresos son enviados a plantas especializadas en el norte de Europa, donde los metales preciosos son extraídos y reciclados. Otro método que está creciendo consiste en meter los móviles en hornos de fundición especiales (previa retirada de sus baterías) para recuperar los metales que contienen. De un teléfono móvil se obtienen un 58% de plásticos, un 25% de metales y un 17% de vidrio y fibra de vidrio. Si se reutilizaran los móviles recogidos, por cada 500.000 dispositivos se dejarían de emitir unas 50.000 toneladas de CO2 a la atmósfera.

La ‘mina de oro’ de los móviles viejos,Digitech. Expansión.com
En España hay alrededor de 53 millones de teléfonos móviles activos y, cada año, más de 20 millones dejan de utilizarse. Desde hace muchos años se lleva a cabo la llamada producción inversa, es decir, la extracción de materiales útiles a partir de los desechos electrónicos. De esta forma, materiales como el plomo, el cobre, el aluminio y el oro, así como varios tipos de plásticos, cristal y cables, son recuperados de los móviles y reciclados para futuros productos. Teniendo en cuenta el valor que han alcanzado los metales, es fácil entender la proliferación de proyectos para la recuperación de teléfonos en desuso. Una gran cantidad de lo que se denomina residuos-e en realidad no lo son en absoluto, más bien se trata equipos electrónicos, o partes de los mismos, que pueden volver a introducirse en el mercado para su reutilización o pueden reciclarse para recuperar materiales. Tragamóvil, la fundación de la plataforma medioambiental Recyclia para el reciclaje de móviles, retiró en España en 2012 un total de 462 toneladas de teléfonos viejos. Con esta cifra superó en un 109% el objetivo marcado por el Real Decreto 208/2005 sobre aparatos eléctricos y electrónicos y la gestión correcta de sus residuos, que obliga a recuperar el 75% del peso de cada tipo de aparato. Desde su entrada en funcionamiento en 2001, Tragamóvil ha recogido y gestionado más de 4.000 toneladas de residuos procedentes de móviles. En lo que va de año, se han recogido 317 toneladas. Telefónica parte del concepto que “el mejor residuo es el que no se produce”. Los clientes depositan sus teléfonos móviles antiguos y obtienen un beneficio económico para la compra de un nuevo dispositivo. La compañía también ofrece el reciclaje de aquellos móviles que no pueden reutilizarse. En 2012 recogió 216 toneladas de móviles en desuso: 147 toneladas de teléfonos de clientes para su reutilización y 69 para su reciclaje. Proyectos solidarios Por su parte, Orange España también se ha comprometido con la recogida y reciclaje de móviles. El objetivo en toda Europa es que en 2020 sea capaz de recolectar un volumen de equipos usados equivalentes al 50% de todos los terminales que comercializará ese año. Desde 2010 y hasta finales del primer semestre de 2013 ha retirado más de un millón de terminales usados. La operadora gala reunió, sólo en 2012, más de 460.000 unidades, el 10% de los que vende actualmente. Para fomentar la retirada de móviles antiguos, la operadora puso en marcha el programa Estrena y Recicla con el que aplica descuentos para compra de nuevos dispositivos a aquellos clientes que entreguen terminales de cualquier operador. Ha situado contenedores de recogida en todos sus puntos de venta. Este espíritu solidario es también la inspiración del segundo programa que tiene en marcha Orange: el proyecto Construye su futuro. Esta iniciativa, que se lanzó el pasado año junto a Unicef, tiene como ambicioso objetivo que 220.000 niños en riesgo de exclusión reciban educación. El proyecto incentiva la donación de terminales viejos y destina 2 euros por cada móvil. Vodafone España también se ha comprometido con el medio ambiente recogiendo más de 275.000 teléfonos durante el ejercicio 2012-2013 y participa en el programa Re-estrena en colaboración con el WWF. Además ha implantado un Sistema de Calificación Ecológica que permite conocer el impacto social y ambiental de teléfonos móviles y smartphones de su catálogo. De los terminales se aprovecha todo Hasta el 90% de los componentes de un teléfono móvil son reciclables. Según datos de la Agencia de Protección Medioambiental de EEUU por cada millón de teléfonos móviles reciclados, que pesan unas 70 toneladas, se pueden recuperar 16 toneladas de cobre, 350 kilos de plata, 34 kilos de oro y 15 kilos de paladio. En un móvil hay dos componentes principales: los circuitos impresos y las baterías. Existen varios procesos, más o menos mecanizados, para la separación de los diferentes componentes. Cada una de las partes se envia a tratamientos adecuados. Por ejemplo, los circuitos impresos son enviados a plantas especializadas en el norte de Europa, donde los metales preciosos son extraídos y reciclados. Otro método que está creciendo consiste en meter los móviles en hornos de fundición especiales (previa retirada de sus baterías) para recuperar los metales que contienen. De un teléfono móvil se obtienen un 58% de plásticos, un 25% de metales y un 17% de vidrio y fibra de vidrio. Si se reutilizaran los móviles recogidos, por cada 500.000 dispositivos se dejarían de emitir unas 50.000 toneladas de CO2 a la atmósfera.

La ‘mina de oro’ de los móviles viejos,Digitech. Expansión.com
En España hay alrededor de 53 millones de teléfonos móviles activos y, cada año, más de 20 millones dejan de utilizarse. Desde hace muchos años se lleva a cabo la llamada producción inversa, es decir, la extracción de materiales útiles a partir de los desechos electrónicos. De esta forma, materiales como el plomo, el cobre, el aluminio y el oro, así como varios tipos de plásticos, cristal y cables, son recuperados de los móviles y reciclados para futuros productos. Teniendo en cuenta el valor que han alcanzado los metales, es fácil entender la proliferación de proyectos para la recuperación de teléfonos en desuso. Una gran cantidad de lo que se denomina residuos-e en realidad no lo son en absoluto, más bien se trata equipos electrónicos, o partes de los mismos, que pueden volver a introducirse en el mercado para su reutilización o pueden reciclarse para recuperar materiales. Tragamóvil, la fundación de la plataforma medioambiental Recyclia para el reciclaje de móviles, retiró en España en 2012 un total de 462 toneladas de teléfonos viejos. Con esta cifra superó en un 109% el objetivo marcado por el Real Decreto 208/2005 sobre aparatos eléctricos y electrónicos y la gestión correcta de sus residuos, que obliga a recuperar el 75% del peso de cada tipo de aparato. Desde su entrada en funcionamiento en 2001, Tragamóvil ha recogido y gestionado más de 4.000 toneladas de residuos procedentes de móviles. En lo que va de año, se han recogido 317 toneladas. Telefónica parte del concepto que “el mejor residuo es el que no se produce”. Los clientes depositan sus teléfonos móviles antiguos y obtienen un beneficio económico para la compra de un nuevo dispositivo. La compañía también ofrece el reciclaje de aquellos móviles que no pueden reutilizarse. En 2012 recogió 216 toneladas de móviles en desuso: 147 toneladas de teléfonos de clientes para su reutilización y 69 para su reciclaje. Proyectos solidarios Por su parte, Orange España también se ha comprometido con la recogida y reciclaje de móviles. El objetivo en toda Europa es que en 2020 sea capaz de recolectar un volumen de equipos usados equivalentes al 50% de todos los terminales que comercializará ese año. Desde 2010 y hasta finales del primer semestre de 2013 ha retirado más de un millón de terminales usados. La operadora gala reunió, sólo en 2012, más de 460.000 unidades, el 10% de los que vende actualmente. Para fomentar la retirada de móviles antiguos, la operadora puso en marcha el programa Estrena y Recicla con el que aplica descuentos para compra de nuevos dispositivos a aquellos clientes que entreguen terminales de cualquier operador. Ha situado contenedores de recogida en todos sus puntos de venta. Este espíritu solidario es también la inspiración del segundo programa que tiene en marcha Orange: el proyecto Construye su futuro. Esta iniciativa, que se lanzó el pasado año junto a Unicef, tiene como ambicioso objetivo que 220.000 niños en riesgo de exclusión reciban educación. El proyecto incentiva la donación de terminales viejos y destina 2 euros por cada móvil. Vodafone España también se ha comprometido con el medio ambiente recogiendo más de 275.000 teléfonos durante el ejercicio 2012-2013 y participa en el programa Re-estrena en colaboración con el WWF. Además ha implantado un Sistema de Calificación Ecológica que permite conocer el impacto social y ambiental de teléfonos móviles y smartphones de su catálogo. De los terminales se aprovecha todo Hasta el 90% de los componentes de un teléfono móvil son reciclables. Según datos de la Agencia de Protección Medioambiental de EEUU por cada millón de teléfonos móviles reciclados, que pesan unas 70 toneladas, se pueden recuperar 16 toneladas de cobre, 350 kilos de plata, 34 kilos de oro y 15 kilos de paladio. En un móvil hay dos componentes principales: los circuitos impresos y las baterías. Existen varios procesos, más o menos mecanizados, para la separación de los diferentes componentes. Cada una de las partes se envia a tratamientos adecuados. Por ejemplo, los circuitos impresos son enviados a plantas especializadas en el norte de Europa, donde los metales preciosos son extraídos y reciclados. Otro método que está creciendo consiste en meter los móviles en hornos de fundición especiales (previa retirada de sus baterías) para recuperar los metales que contienen. De un teléfono móvil se obtienen un 58% de plásticos, un 25% de metales y un 17% de vidrio y fibra de vidrio. Si se reutilizaran los móviles recogidos, por cada 500.000 dispositivos se dejarían de emitir unas 50.000 toneladas de CO2 a la atmósfera.

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En España hay alrededor de 53 millones de teléfonos móviles activos y, cada año, más de 20 millones dejan de utilizarse. Desde hace muchos años se lleva a cabo la llamada producción inversa, es decir, la extracción de materiales útiles a partir de los desechos electrónicos. De esta forma, materiales como el plomo, el cobre, el aluminio y el oro, así como varios tipos de plásticos, cristal y cables, son recuperados de los móviles y reciclados para futuros productos. Teniendo en cuenta el valor que han alcanzado los metales, es fácil entender la proliferación de proyectos para la recuperación de teléfonos en desuso. Una gran cantidad de lo que se denomina residuos-e en realidad no lo son en absoluto, más bien se trata equipos electrónicos, o partes de los mismos, que pueden volver a introducirse en el mercado para su reutilización o pueden reciclarse para recuperar materiales. Tragamóvil, la fundación de la plataforma medioambiental Recyclia para el reciclaje de móviles, retiró en España en 2012 un total de 462 toneladas de teléfonos viejos. Con esta cifra superó en un 109% el objetivo marcado por el Real Decreto 208/2005 sobre aparatos eléctricos y electrónicos y la gestión correcta de sus residuos, que obliga a recuperar el 75% del peso de cada tipo de aparato. Desde su entrada en funcionamiento en 2001, Tragamóvil ha recogido y gestionado más de 4.000 toneladas de residuos procedentes de móviles. En lo que va de año, se han recogido 317 toneladas. Telefónica parte del concepto que “el mejor residuo es el que no se produce”. Los clientes depositan sus teléfonos móviles antiguos y obtienen un beneficio económico para la compra de un nuevo dispositivo. La compañía también ofrece el reciclaje de aquellos móviles que no pueden reutilizarse. En 2012 recogió 216 toneladas de móviles en desuso: 147 toneladas de teléfonos de clientes para su reutilización y 69 para su reciclaje. Proyectos solidarios Por su parte, Orange España también se ha comprometido con la recogida y reciclaje de móviles. El objetivo en toda Europa es que en 2020 sea capaz de recolectar un volumen de equipos usados equivalentes al 50% de todos los terminales que comercializará ese año. Desde 2010 y hasta finales del primer semestre de 2013 ha retirado más de un millón de terminales usados. La operadora gala reunió, sólo en 2012, más de 460.000 unidades, el 10% de los que vende actualmente. Para fomentar la retirada de móviles antiguos, la operadora puso en marcha el programa Estrena y Recicla con el que aplica descuentos para compra de nuevos dispositivos a aquellos clientes que entreguen terminales de cualquier operador. Ha situado contenedores de recogida en todos sus puntos de venta. Este espíritu solidario es también la inspiración del segundo programa que tiene en marcha Orange: el proyecto Construye su futuro. Esta iniciativa, que se lanzó el pasado año junto a Unicef, tiene como ambicioso objetivo que 220.000 niños en riesgo de exclusión reciban educación. El proyecto incentiva la donación de terminales viejos y destina 2 euros por cada móvil. Vodafone España también se ha comprometido con el medio ambiente recogiendo más de 275.000 teléfonos durante el ejercicio 2012-2013 y participa en el programa Re-estrena en colaboración con el WWF. Además ha implantado un Sistema de Calificación Ecológica que permite conocer el impacto social y ambiental de teléfonos móviles y smartphones de su catálogo. De los terminales se aprovecha todo Hasta el 90% de los componentes de un teléfono móvil son reciclables. Según datos de la Agencia de Protección Medioambiental de EEUU por cada millón de teléfonos móviles reciclados, que pesan unas 70 toneladas, se pueden recuperar 16 toneladas de cobre, 350 kilos de plata, 34 kilos de oro y 15 kilos de paladio. En un móvil hay dos componentes principales: los circuitos impresos y las baterías. Existen varios procesos, más o menos mecanizados, para la separación de los diferentes componentes. Cada una de las partes se envia a tratamientos adecuados. Por ejemplo, los circuitos impresos son enviados a plantas especializadas en el norte de Europa, donde los metales preciosos son extraídos y reciclados. Otro método que está creciendo consiste en meter los móviles en hornos de fundición especiales (previa retirada de sus baterías) para recuperar los metales que contienen. De un teléfono móvil se obtienen un 58% de plásticos, un 25% de metales y un 17% de vidrio y fibra de vidrio. Si se reutilizaran los móviles recogidos, por cada 500.000 dispositivos se dejarían de emitir unas 50.000 toneladas de CO2 a la atmósfera.

La ‘mina de oro’ de los móviles viejos,Digitech. Expansión.com
En España hay alrededor de 53 millones de teléfonos móviles activos y, cada año, más de 20 millones dejan de utilizarse. Desde hace muchos años se lleva a cabo la llamada producción inversa, es decir, la extracción de materiales útiles a partir de los desechos electrónicos. De esta forma, materiales como el plomo, el cobre, el aluminio y el oro, así como varios tipos de plásticos, cristal y cables, son recuperados de los móviles y reciclados para futuros productos. Teniendo en cuenta el valor que han alcanzado los metales, es fácil entender la proliferación de proyectos para la recuperación de teléfonos en desuso. Una gran cantidad de lo que se denomina residuos-e en realidad no lo son en absoluto, más bien se trata equipos electrónicos, o partes de los mismos, que pueden volver a introducirse en el mercado para su reutilización o pueden reciclarse para recuperar materiales. Tragamóvil, la fundación de la plataforma medioambiental Recyclia para el reciclaje de móviles, retiró en España en 2012 un total de 462 toneladas de teléfonos viejos. Con esta cifra superó en un 109% el objetivo marcado por el Real Decreto 208/2005 sobre aparatos eléctricos y electrónicos y la gestión correcta de sus residuos, que obliga a recuperar el 75% del peso de cada tipo de aparato. Desde su entrada en funcionamiento en 2001, Tragamóvil ha recogido y gestionado más de 4.000 toneladas de residuos procedentes de móviles. En lo que va de año, se han recogido 317 toneladas. Telefónica parte del concepto que “el mejor residuo es el que no se produce”. Los clientes depositan sus teléfonos móviles antiguos y obtienen un beneficio económico para la compra de un nuevo dispositivo. La compañía también ofrece el reciclaje de aquellos móviles que no pueden reutilizarse. En 2012 recogió 216 toneladas de móviles en desuso: 147 toneladas de teléfonos de clientes para su reutilización y 69 para su reciclaje. Proyectos solidarios Por su parte, Orange España también se ha comprometido con la recogida y reciclaje de móviles. El objetivo en toda Europa es que en 2020 sea capaz de recolectar un volumen de equipos usados equivalentes al 50% de todos los terminales que comercializará ese año. Desde 2010 y hasta finales del primer semestre de 2013 ha retirado más de un millón de terminales usados. La operadora gala reunió, sólo en 2012, más de 460.000 unidades, el 10% de los que vende actualmente. Para fomentar la retirada de móviles antiguos, la operadora puso en marcha el programa Estrena y Recicla con el que aplica descuentos para compra de nuevos dispositivos a aquellos clientes que entreguen terminales de cualquier operador. Ha situado contenedores de recogida en todos sus puntos de venta. Este espíritu solidario es también la inspiración del segundo programa que tiene en marcha Orange: el proyecto Construye su futuro. Esta iniciativa, que se lanzó el pasado año junto a Unicef, tiene como ambicioso objetivo que 220.000 niños en riesgo de exclusión reciban educación. El proyecto incentiva la donación de terminales viejos y destina 2 euros por cada móvil. Vodafone España también se ha comprometido con el medio ambiente recogiendo más de 275.000 teléfonos durante el ejercicio 2012-2013 y participa en el programa Re-estrena en colaboración con el WWF. Además ha implantado un Sistema de Calificación Ecológica que permite conocer el impacto social y ambiental de teléfonos móviles y smartphones de su catálogo. De los terminales se aprovecha todo Hasta el 90% de los componentes de un teléfono móvil son reciclables. Según datos de la Agencia de Protección Medioambiental de EEUU por cada millón de teléfonos móviles reciclados, que pesan unas 70 toneladas, se pueden recuperar 16 toneladas de cobre, 350 kilos de plata, 34 kilos de oro y 15 kilos de paladio. En un móvil hay dos componentes principales: los circuitos impresos y las baterías. Existen varios procesos, más o menos mecanizados, para la separación de los diferentes componentes. Cada una de las partes se envia a tratamientos adecuados. Por ejemplo, los circuitos impresos son enviados a plantas especializadas en el norte de Europa, donde los metales preciosos son extraídos y reciclados. Otro método que está creciendo consiste en meter los móviles en hornos de fundición especiales (previa retirada de sus baterías) para recuperar los metales que contienen. De un teléfono móvil se obtienen un 58% de plásticos, un 25% de metales y un 17% de vidrio y fibra de vidrio. Si se reutilizaran los móviles recogidos, por cada 500.000 dispositivos se dejarían de emitir unas 50.000 toneladas de CO2 a la atmósfera.

La ‘mina de oro’ de los móviles viejos,Digitech. Expansión.com