¿Es posible cubrir la demanda de movilidad y proteger el medio ambiente al mismo tiempo? Se trata de una pregunta importante y que pesa sobremanera en la conciencia de los europeos. En un intento por ayudar a los consumidores al respecto, la Unión Europea ha concedido su apoyo a un proyecto fundamental dedicado a investigar el acuciante y creciente problema que plantean los aspectos ecológicos de la movilidad en un momento en el que el transporte personal constituye uno de los principales culpables de las emisiones de dióxido de carbono (CO2). El proyecto ECONAV («Navegación con conciencia ecológica: consejero de viaje usable y persuasivo para reducir el consumo de CO2») cuenta con una financiación de más de 2,3 millones de euros concedidos en virtud del tema «Tecnologías de la información y las comunicaciones» (TIC) del Séptimo Programa Marco (7PM) de la UE.
Los investigadores de esta iniciativa, dirigidos por el «Centro de investigación e ingeniería de la usabilidad» (CURE, Austria), están desarrollando una nueva aplicación para el teléfono móvil que informará al usuario acerca de distintas situaciones, por ejemplo, si su técnica de conducción es deficiente o si es peor conductor que la media. Al final de cada semana, el usuario recibirá una ficha informativa que indicará los aspectos en los que falló. Esta aplicación se está diseñando para que anime al usuario a decantarse por opciones de desplazamiento ecológicas.
El consorcio ECONAV se compone de investigadores y empresarios de Austria, República checa, Grecia, Irlanda, Países Bajos y Suiza. Todos ellos colaborarán para sacar a la venta esta aplicación.
El profesor Brian Caulfield, del Trinity College de Dublín (Irlanda), asociado a ECONAV, explicó que esta aplicación ofrecerá indicaciones como cualquier sistema de navegación por satélite, pero que también ayudará al usuario a escoger la opción más respetuosa con el medio ambiente. La información estará integrada en el sistema e incluirá distintos tipos de datos, como por ejemplo las opciones de transporte que existan en un núcleo urbano. Además, el sistema podrá informar al usuario de alternativas al coche propio, animándole así a dejarlo aparcado en casa.
«Mostrará las opciones de medios de transporte más ecológicas y rentables, por orden de preferencia», añadió el profesor Caulfield. El usuario no tiene ni siquiera que introducir sus preferencias en el sistema, puesto que la aplicación se conecta con satélites de geoposicionamiento.
Así pues, si toma una decisión inadecuada, como desplazarse en coche en lugar de hacerlo en tren o autobús, la aplicación «le regañará» y le indicará cuánto dinero ha malgastado en combustible. También le criticará por agravar su huella de carbono.
Así pues, si toma una decisión inadecuada, como desplazarse en coche en lugar de hacerlo en tren o autobús, la aplicación «le regañará» y le indicará cuánto dinero ha malgastado en combustible. También le criticará por agravar su huella de carbono.
Desde el equipo de ECONAV informan que la aplicación se conectará con canales de medios sociales y comparará el rendimiento de distintos usuarios. Tienen previsto probar el sistema como máximo en diciembre de este año, empezando en la capital de Austria, Viena. También se han previsto otros ensayos en Dublín.
Para llevar a buen puerto este proyecto, el consorcio de ECONAV cuenta con especialistas en sistemas de navegación, ciencias del transporte, modelos medioambientales, inteligencia artificial, tecnología persuasiva, interacción entre humanos y ordenadores y desarrollo de software.
Fuente: Cordis.Europa.eu (16/03/2012)