Las emisiones de carbono causadas por la deforestación tropical en
América Latina, el Caribe, África y Asia son menores que las predicciones más
recientes, según un nuevo estudio que publica la revista Science.
Un equipo de investigadores
combinó los datos obtenidos por satélites sobre la pérdida neta de forestas y
los volúmenes de carbono forestal para rastrear las emisiones procedentes de la
deforestación en millones de pixeles de mapas.
El llamado Equipo Winrock incluye
científicos de Applied GeoSolutions, el Laboratorio
de Propulsión de la agencia espacial estadounidense NASA, y de la Universidad de Maryland.
Los investigadores, que emplearon
los datos obtenidos por los satélites de observación en tres regiones
continentales distintas, encontraron que las emisiones totales de carbono
procedentes de la deforestación, que no toma en cuenta la restauración de
foresta, en las tres regiones entre 2000 y 2005 fueron de 0,81 petagramos de
carbono por año. (El petagramo es una unidad de
masa equivalente a 1.000.000.000.000.000 gramos, o mil millones de toneladas).
Sin embargo, los mejores cálculos
de las emisiones de carbono derivadas del uso de tierras tropicales hechos en
2007 por el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático, señalaban un
volumen de aproximadamente 1,6 petagramos por año.
Dado que los resultados de los
investigadores están entre el 25 y el 50 por ciento de las predicciones
públicas más recientes, los autores indican que deberían servir como línea base
para estudios futuros sobre la tasa de pérdida de forestas tropicales. Una
diferencia de esta magnitud en los cálculos de las emisiones por deforestación
tropical tiene implicaciones para las políticas que lidian con el cambio
climático.
Por ejemplo, el Gobierno de
Noruega ha estado pagando las porciones de su compromiso de 1.000 millones de
dólares a Brasil, a razón de 5 dólares por tonelada de dióxido de carbono, para
la reducción de emisiones por deforestación, sobre la base de los informes
anuales de la Agencia Espacial Brasileña acerca de la deforestación amazónica,
la cual ha ido disminuyendo desde 2005.
El Gobierno de Noruega ha
comprometido otros 1.000 millones de dólares para Indonesia si se desarrolla en
ese país un sistema de vigilancia legítimo, y si se reducen las emisiones.
Los dos países, Brasil e
Indonesia, produjeron las mayores emisiones entre 2000 y 2005, y fueron
responsables del 55 por ciento de las emisiones totales provenientes de la
deforestación tropical.
Casi el 40 por ciento de todas
las forestas en las regiones estudiadas se concentra en los trópicos secos,
pero representaron el 17 por ciento de las emisiones totales de carbón, lo cual
refleja bajas reservas de carbono en estas forestas comparadas con las junglas
tropicales húmedas.
Fuente: Madrimasd.org (22/06/2012)