Los envases de cartón ondulado son limpios e higiénicos, debido a las altas temperaturas que se aplican durante el proceso de fabricación y debido a que cada envase se utiliza una única vez. Estos datos son importantes a la luz de los recientes casos de contaminación con la bacteria EHEC (Enterohaemorrhagic Escherichia coli). El envase de cartón ondulado ha sido por décadas, y sigue siendo, el envase preferido para productos alimentarios. Permite el almacenamiento y el transporte, así como exhibir la imagen de marca y sus mensajes. El ambiente óptimo para el desarrollo de dicha bacteria está entre 25ºC y 40ºC, en combinación con humedad suficiente. Sin embargo, no puede sobrevivir a temperaturas por encima de 70ºC. El cartón ondulado se fabrica combinando capas de papel en una única estructura que da al envase su ligereza y resistencia. El proceso de fabricación utiliza calor a temperaturas entre 180ºC y 200ºC. El material en sí mismo alcanza temperaturas de al menos 100ºC tres veces, una vez durante la fabricación del papel en si mismo, y dos veces durante el proceso de conversión en cartón ondulado. La contaminación de un producto con otro es imposible debido a que cada envase se utiliza una única vez. Tras el uso, el envase se envía a reciclar y convertir de nuevo en papel, proceso durante el que el material es de nuevo calentado a temperaturas que exceden los 100ºC. Con temperaturas tan por encima de los niveles a los que la bacteria EHEC puede sobrevivir, la industria del cartón ondulado ofrece una solución eficiente para la cadena logística de alimentación. FEFCO