domingo, 10 de marzo de 2013

¿Será Valdemingómez la mayor central de producción eléctrica por residuos del país?


Los vertederos disponen de un límite para ser rebasados, existen casos en los cuales se está alcanzando el límite de capacidad del vertedero y se deben proponer medidas que beneficien la gestión y, de esta forma, el medio natural. Esta es la situación de Valdemingómez (Comunidad de Madrid): el vertedero que se sitúa en él, con una ocupación de 210 hectáreas, está  colmado en capacidad de acumular residuos.

La posibilidad de que se construyan más vertederos o de que este pueda ser ampliado es verdaderamente escasa. El territorio no urbanizable que resta en el municipio es de un 39% y de esta parte, el 88% pertenece al monte de El Pardo que cuenta con la mayor protección medioambiental.

La propuesta que plantea el Ayuntamiento de Madrid es la de utilizar estos residuos en la incineración ampliando el plazo de vida útil de éstos, convirtiendo Valdemingómez en una gran central eléctrica. Es decir, los residuos que son llevados a este vertedero se incineran mediante unas infraestructuras que dan lugar a otro tipo de energías (eléctrica, por ejemplo). Actualmente, el parque genera algo más del 2% de la demanda eléctrica de la ciudad, el objetivo de esta gestión es aumentar un 20% esa cifra antes de 2020.
El único inconveniente a esta propuesta es la problemática que supone la incineración.

Por un lado la incineración de los residuos podría suponer una serie de ventajas. En primer lugar, la solución a la problemática de espacio en el vertedero, pues se reducen los residuos acumulados y se crea una fuente eléctrica. Además supone un ahorro en combustibles fósiles no renovables (actualmente se proporciona un ahorro energético anual equivalente al consumo de 58 millones de litros de fuelóleo) y se reduce en la emisión de gases de efecto invernadero respecto a una central eléctrica de fuelóleo.

Foto:gentileza del Ayuntamiento de Madrid
Sin embargo, el proceso de incineración produce una serie de cenizas, escorias y gases tóxicos (dioxinas y furanos entre los más famosos y problemáticos)  que suponen un problema grave para la salud y para el medio ambiente. Si las infraestructuras de la estación de incinerado no disponen de un sistema de filtro de estos gases y productos, las emisiones suponen una gran contaminación del aire, agua y suelo.  Son muchos los grupos y las personas que se oponen a la Incineradora de Valdemingómez y la catalogan de peligrosa para la salud humana y para el medio ambiente.

La Directiva Europea para la gestión de residuos peligrosos 2000/76 indica que en la incineración no se debe pasar el límite de 0,1 nanogramos de dioxinas y furanos por metro cúbico de residuos. ¿Cumple Valdemingómez con esta normativa? Parece que sí. El Parque Tecnológico cuenta con un sistema de depuración de gases para ajustarse y quedarse por debajo de los límites establecidos y asegura que solamente un 5% de las dioxinas emitidas a la atmósfera procede de la quema de residuos (frente a un 7% del transporte según fuentes del Ayuntamiento de Madrid). También insisten en que la cuarta parte de las inversiones económicas van destinadas a fines medioambientales.

La cuestión ahora es si la mayor incineración que se plantea aumentará las emisiones de gases a la atmósfera de manera que se perjudique la salud humana y el medio ambiente. ¿Deberían estar preocupados los ciudadanos de Madrid?

Fuentes:
http://europa.eu/legislation_summaries/environment/waste_management/l28072_es.htm
http://ccaa.elpais.com/ccaa/2013/02/20/madrid/1361348268_093807.html


Ángela Chimeno Saavedra
Marta González Gil
Natalia de Jorge Mayorga

Estudiantes de 3º Grado en Ingeniería del Medio Natural.(UPM)