Investigadores de la Universidad de Purdue han conseguido transformar los “gusanitos” de embalaje, hechos de poliestireno expandido, en electrodos de carbón de alto rendimiento para baterías recargables de litio, consiguiendo una nueva forma de reciclar este residuo plástico.
Los investigadores de la Universidad de Purde han conseguido fabricar ánodos de nanopartículas y microláminas de carbón mediante el poliestireno y el almidón presentes en los “gusanitos” de embalaje. Los resultados obtenidos indican que estos nuevos ánodos se cargan más rápidamente y ofrecen una mayor capacidad específica comparados con los ánodos de grafito disponibles comercialmente.
Estos nuevos descubrimientos fueron presentados durante la 249th American Chemical Society National Meeting & Exposition en Denver. El trabajo fue realizado por Vinodkumar Etacheri, Chulgi Nathan Hong y Vilas G. Pol.
Pese a que los “gusanitos” de embalaje son usados mundialmente como una solución ideal para realizar envíos, muy pocas veces son reciclados. La tasa de reciclaje de este material de poliestireno apenas alcanza el 10% según declaraciones de Pol, malos datos que atribuye a su baja densidad que hace necesarios enormes contenedores para su recogida y traslado a una planta de reciclaje que no conseguirá tantos beneficios como para realizar la inversión de su recogida.
Por ello, los “gusanitos” de embalaje de poliestireno acaban en los vertederos, donde permanecerán décadas. Con este nuevo método se pretende dar valor a un desecho para que sea más rentable su reciclado. Convertir los “gusanitos” de embalaje en ánodos es un proceso sencillo y directo. Los “gusanitos” se calientan entre 500 y 900ºC en un horno bajo atmósfera inerte en presencia o ausencia de un catalizador de sal de metal de transición. Del material resultante se procesa el ánodo.
“El proceso es barato, ambientalmente amigable y potencialmente práctico para la fabricación a gran escala” comenta Etacheri “Los análisis microscópicos y espectroscópicos mostraron que las microestructuras y morfologías responsables del rendimiento electroquímico se conservaban después de muchos ciclos de carga y descarga”.
Las actuales partículas ánodo comerciales son unas 10 veces más gruesas que las nuevas producidas mediante el reciclaje de “gusanitos” de embalaje y tienen mayor resistencia eléctrica, lo que aumenta el tiempo de carga.
El poliestireno expandido del que están compuestos estos “gusanitos de embalaje” en España se considera un producto reciclable que debe depositarse en el contenedor amarillo. Tras su recogida, será reciclado utilizando un método usado desde hace décadas que consiste en despedazar mecánicamente el material para posteriormente mezclarlo con material nuevo para formar nuevos bloques de poliestireno expandido que pueden contener hasta un 50% de material reciclado.
Los investigadores de la Universidad de Purde han conseguido fabricar ánodos de nanopartículas y microláminas de carbón mediante el poliestireno y el almidón presentes en los “gusanitos” de embalaje. Los resultados obtenidos indican que estos nuevos ánodos se cargan más rápidamente y ofrecen una mayor capacidad específica comparados con los ánodos de grafito disponibles comercialmente.
Estos nuevos descubrimientos fueron presentados durante la 249th American Chemical Society National Meeting & Exposition en Denver. El trabajo fue realizado por Vinodkumar Etacheri, Chulgi Nathan Hong y Vilas G. Pol.
Pese a que los “gusanitos” de embalaje son usados mundialmente como una solución ideal para realizar envíos, muy pocas veces son reciclados. La tasa de reciclaje de este material de poliestireno apenas alcanza el 10% según declaraciones de Pol, malos datos que atribuye a su baja densidad que hace necesarios enormes contenedores para su recogida y traslado a una planta de reciclaje que no conseguirá tantos beneficios como para realizar la inversión de su recogida.
Por ello, los “gusanitos” de embalaje de poliestireno acaban en los vertederos, donde permanecerán décadas. Con este nuevo método se pretende dar valor a un desecho para que sea más rentable su reciclado. Convertir los “gusanitos” de embalaje en ánodos es un proceso sencillo y directo. Los “gusanitos” se calientan entre 500 y 900ºC en un horno bajo atmósfera inerte en presencia o ausencia de un catalizador de sal de metal de transición. Del material resultante se procesa el ánodo.
“El proceso es barato, ambientalmente amigable y potencialmente práctico para la fabricación a gran escala” comenta Etacheri “Los análisis microscópicos y espectroscópicos mostraron que las microestructuras y morfologías responsables del rendimiento electroquímico se conservaban después de muchos ciclos de carga y descarga”.
Las actuales partículas ánodo comerciales son unas 10 veces más gruesas que las nuevas producidas mediante el reciclaje de “gusanitos” de embalaje y tienen mayor resistencia eléctrica, lo que aumenta el tiempo de carga.
El poliestireno expandido del que están compuestos estos “gusanitos de embalaje” en España se considera un producto reciclable que debe depositarse en el contenedor amarillo. Tras su recogida, será reciclado utilizando un método usado desde hace décadas que consiste en despedazar mecánicamente el material para posteriormente mezclarlo con material nuevo para formar nuevos bloques de poliestireno expandido que pueden contener hasta un 50% de material reciclado.