La Fundación Cajamar y Coexphal expusieron en su último seminario los
resultados de proyectos de investigación de la presente campaña
En la provincia de Almería se
generan cada año 900.000 toneladas de residuos agrarios procedentes de los
invernadero, entrañando para el sector agrario un problema que, con el paso de
los años, ha quedado demostrado que sigue sin una solución efectiva. Estos
datos se exponían en el último seminario agronómico de la actual campaña,
organizado por la Fundación Cajamar y Coexphal para exponer los resultados de
los proyectos de investigación en los que los expertos han trabajado en el
último año. En relación a la problemática de la generación de restos vegetales
y su posterior gestión, desde la Fundación Cajamar trabajan en un proyecto
centrado en producir calor a partir de biomasa. María Dolores Fernández,
investigadora de la Estación Experimental 'Las Palmerillas' de la Fundación
Cajamar, centró parte de su intervención en exponer los resultados del proyecto
que se lleva a cabo, determinando la oportunidad de utilizar estos restos
vegetales como fuente de calor y dióxido de carbono para los cultivos de invernadero,
ya que «los residuos de invernadero están formados principalmente por carbono,
de esta manera se puede eliminar el problema medioambiental derivado de la
generación de residuos, además de reducir el coste de producción en los
invernaderos por uso de combustibles fósiles así como aumentar el beneficio
como aumentar el beneficio por el aumento de producción derivado del uso de
calefacción y técnicas de enriquecimiento carbónico».
La investigadora destacó la
importancia que tiene para la implementación adecuada de un proyecto innovador
aplicado a la agricultura conocer al detalle las condiciones meteorológicas que
se registran en la zona determinada objeto de aplicación posterior. Al
respecto, desde la Fundación señalan que «para la planificación y diseño se
requiere disponer de bases de datos meteorológicos amplias, de un año de
duración, y en algunos casos registrados a intervalos horarios. Habitualmente,
se recurre a datos medios de una serie histórica o a los datos particulares de
un año concreto, pero esto supone la pérdida de variabilidad o se recoge las
condiciones particulares de un año concreto».
Melón y tomate
Varios proyectos presentados en
el seminario tenía como protagonistas al cultivo de melón y de tomate. Así,
María Antonia Elorrieta analizó los problemas que se están presentando este año
de virus del cribado en melón, mientras que Juan Carlos Gázquez abordó las
técnicas de cultivo en tomate para incrementar los rendimientos con un bajo
consumo de energía. «Se están desarrollando sistemas de guiado de la planta
para mejorar la radiación interceptada y la ventilación, entre plantas y así
incrementar el rendimiento. Un ejemplo de ello es como conducir o descolgar las
plantas de tomate». La práctica habitual de la zona, explican desde Cajamar «
es liar la planta hasta que supera el emparrillado y después se deja caer por
gravedad, y es bien conocido que el descuelgue con perchas mejora la calidad y
la productividad». Gázquez presentó un avance de resultados de una comparativa
de sistemas de descuelgue con tomate cherry.
También quedó de manifiesto que
se obtiene una mayor rentabilidad en el cultivo de tomate aplicando la técnica
del interplanting, que «permite realizar el trasplante de un segundo cultivo
sin la necesidad de eliminar el primero, es decir, se solapan varios cultivos
de ciclo más corto en lugar de realizar un solo ciclo largo de cultivo. El
objetivo es que el invernadero produzca de forma continua con mejor calidad de
frutos, aunque comentó que la implementación de esta técnica de cultivo debería
llevar consigo tener asegurada previamente la comercialización del tomate
durante la época estival».
Sobre el cultivo de melón,
también se profundizó, en este caso, el investigador Corpus Pérez , en el uso
del mulching. Destacó que «el acolchado negro colocado encima de un suelo
enarenado mejoró las condiciones térmicas del suelo, del sustrato y del aire del
invernadero con respecto al suelo enarenado y acolchado blanco colocado encima
de un suelo enarenado. Así mismo, el acolchado blanco colocado encima de un
suelo enarenado retrasó la floración del cultivo de melón, induciendo una menor
precocidad del cultivo.
Finalmente, Juan Carlos López
expuso los avances obtenidos dentro del proyecto europeo Euphoros, con el
desarrollo de una herramienta para determinar necesidades de ventilación.
Explicó que «permite determinar el área de ventanas necesarias para ventilar el
invernadero para cada localidad y temperatura de consigna y, además, esta
herramienta posibilita decidir sobre qué tipo de ventana , así como su
superficie, es necesaria para mantener unas condiciones de clima adecuados para
los cultivos en invernadero».
Fuente: Ideal.es (18/06/2012)