Los 2.050 millones de bolsas
de papel con asa y sin asa que se utilizan al año en España contribuyen a la
lucha contra el cambio climático almacenando 78.000 toneladas de CO2, según
labolsadepapel, campaña que une a fabricantes de papel y de bolsas de papel. La
apuesta de los comercios por la bolsa de papel supone así 78.000 toneladas de CO2
menos en la atmósfera, un ahorro equivalente a las emisiones anuales de
calefacción y agua caliente de 46.000 hogares.
Los árboles absorben el CO2 de la
atmósfera para alimentarse y crecer. De hecho, la fibra de madera, la celulosa
con la que se fabrica el papel, es un hidrato de carbono. Y los árboles que se
plantan y cultivan en las plantaciones que se utilizan para la fabricación de
bolsas de papel, al ser especies de rápido crecimiento como el pino y el
eucalipto, son precisamente debido a esa característica los que más CO2
absorben. El eucalipto, por ejemplo, fija anualmente el doble de carbono que el
castaño y cinco veces más rápido que la encina.
Estas plantaciones para papel se
rejuvenecen además periódicamente con las talas de aprovechamiento y la
consiguiente regeneración y replantación. Y son los árboles jóvenes, los que
están creciendo, los que más CO2 absorben. Estudios recientes demuestran que
una vez que el bosque alcanza su madurez, deja de fijar carbono, por lo que
estas plantaciones productivas son una oportunidad medioambiental.
Los cultivos de madera a partir
de la que se fabrica el papel son por lo tanto grandes sumideros de CO2 que
ayudan a frenar el cambio climático. El carbono almacenado en las plantaciones
permanece en los productos papeleros como las bolsas de papel. Y con el
reciclaje de las bolsas el plazo de almacenamiento se va alargando una y otra
vez.
La contribución al freno del
cambio climático de la bolsa de papel se ve reforzada no solo por el
almacenamiento de CO2, sino también porque la producción de bolsas de papel
presenta una huella negativa de carbono (según estudio realizado por IVL SWEDISH
ENVIRONMENT RESEARCH INSTITUTE para BILLERUD AB).
El 35% del total de las bolsas
del comercio en España son ya de papel. En los comercios de ropa, textil y
confección, donde son ampliamente mayoritarias, el 70% de las bolsas utilizadas
son de papel. También en los comercios de alimentación se va introduciendo
crecientemente y el 7% de las bolsas para alimentación son ya de papel.
La bolsa de papel contribuye a la
lucha contra el cambio climático y es natural, renovable, reciclable y
biodegradable, por lo que cuenta con todos los atributos para posicionarse como
la opción más sostenible para cumplir con las recomendaciones de la nueva Ley
de Residuos y Suelos Contaminados.
Fuente: CompromisoRSE.com
(08/06/2012)