Cada nueva temporada en la
industria del prêt-à-porter trae consigo un torrente de tejidos nuevos de
infinitos colores que desfilan por todas las pasarelas y también por los blogs
de moda, todo un festín para los fanáticos de la moda . Pero tras todo este deleite
para la vista existe otra realidad, y es que la producción de estos tejidos
multicolor acarrea un coste desorbitado para el medio ambiente, ya que los
tintes utilizados, altamente contaminantes, se vierten junto con las aguas
residuales del sector textil . Ahora, por medio de un proyecto financiado por
la Unión Europea, se ha desarrollado una nueva tecnología de descontaminación
de aguas que podría ayudar a la industria de la moda a limpiar su huella
medioambiental.
El proyecto se denomina
Innowatech («Tecnologías innovadoras integradas para el tratamiento de aguas
residuales industriales») y recibió fondos por valor de 2 750 000
euros en virtud del área temática «Desarrollo sostenible, cambio global y ecosistemas»
del Sexto Programa Marco (6PM) de la UE. El nuevo Sequencing Batch Biofilter
Granular Reactor (SBBGR, reactor discontinuo secuencial granular con biofiltro)
permite eliminar los componentes más contaminantes de los tintes usados en los
tejidos -los llamados compuestos orgánicos recalcitrantes- mediante
descomposición tratándolos con ozono y, a continuación, aplicando una
innovadora técnica de filtrado biológico . Innowatech, que se desarrolló entre
2006 y 2010, contó con la participación de investigadores de diecisiete
institutos asociados de Australia, Alemania, Italia, Países Bajos, Noruega,
España, Suecia, Suiza y Reino Unido.
Las ventajas del SBBGR radican en
que integra el tratamiento biológico y un tratamiento por oxidación química
basado en ozono, pero separando físicamente estas dos etapas. Según explicó
Claudio di Iaconi, del Instituto de Investigación Hídrica (IRSA), del Consejo
Nacional de Investigación de Italia: «Lo innovador es la unión de la
degradación biológica y la oxidación química, dos procesos que se emplean con
objetivos y en etapas totalmente diferentes en los sistemas convencionales.»
A diferencia de lo que ocurre en
los sistemas biológicos tradicionales, este novedoso filtro de tratamiento
biológico se fundamenta en el crecimiento de microorganismos en agregados y se
ubica aparte del recipiente que contiene el ozono y los residuos. Las aguas
residuales se vierten sobre los microorganismos, que procesan los
contaminantes. Cada agregado contiene hasta diez veces más microorganismos que en
los métodos convencionales.
Según destacó di Iaconi, el nuevo
sistema genera un 80 % menos de lodos que los sistemas biológicos
tradicionales. Dichos lodos se reducen dado que, en estas condiciones, los
microorganismos apenas sobreviven y son incapaces de reproducirse.
En palabras del profesor Joan
Mata, de la Universidad de Barcelona (España): «Este proceso biológico tiene
competidores, entre otros, los ya afianzados reactores biológicos de membrana,
que también producen menos lodos que el sistema estándar de lodos activados.»
Pero esta nueva tecnología no
está exenta de inconvenientes que requieren investigaciones complementarias. En
primer lugar, su uso resulta bastante caro y, en segundo lugar, consume una
gran cantidad de electricidad. Una de sus ventajas más señaladas con respecto a
otras tecnologías disponibles y competidoras para el tratamiento de aguas
residuales es la posibilidad de ponerla en práctica a distintas escalas.
«Para resultar convincente de
verdad, hay que mostrar algo que ya funcione a escala real porque, a medida que
un sistema se amplía, los problemas no hacen sino multiplicarse», apuntó Adrián
Garrido, del Departamento de Tierra y Agua de la Organización de Investigación
Científica e Industrial de la Commonwealth (CSIRO), sita en Canberra
(Australia). «Estos problemas pueden ser muy diversos, desde que el sistema sea
incapaz de asumir picos de demanda hasta que su consumo energético sea muy
elevado o que se planteen problemas de mantenimiento, máxime teniendo en cuenta
que este sistema se fundamenta en gran medida en la aireación y el bombeo, lo
que aumenta las probabilidades de avería.»
Fuente: CORDIS.Europa.eu (29/05/2012)