La biometanización de los
residuos biodegradables podría convertirse en una alternativa eficaz en la
gestión tradicional de los residuos, capaz de generar energía renovable como el
biogás (compuesto fundamentalmente de metano y dióxido de carbono); reducir el
volumen y peso de los residuos que van a los vertederos y disminuir la emisión
de metano a la atmósfera, muy adecuada para un país como España, con un amplio
tejido agrícola y mucha industria agroalimentaria, según las conclusiones de la
investigación realizada por el ingeniero industrial de la Universitat Jaume I
de Castellón, Álvaro Álvarez Arregui.
El objetivo fundamental de la
biometanización es la reducción del volumen de residuos biodegradables como
consecuencia del proceso anaeróbico (sin oxígeno) de descomposición
producido por las bacterias y microorganismos en la materia orgánica mediante
el que se obtiene una fracción gaseosa llamada biogás, que puede ser utilizada
por la producción de electricidad, combustible para vehículos o como nutriente
por la tierra.
En la investigación realizada por
el estudiante en el laboratorio del Grupo de Investigación de Residuos de la
UJI (INGRES) se ha experimentado con tres mezclas diferentes para evaluar cuál
de ellas generaba mayor volumen de biogás y una alta concentración de metano. Las
dos mezclas que han generado una mayor proporción de biogás, con más de un
litro por kilo de materia seca y día y porcentajes del 69,79% y 59,50% de
metano, han sido la constituida por lodo digerido, residuo orgánico sucio y
compuesto; y la formada por lodo no digerido, carne de cerdo, sangre y restos
de poda.
Otra de las conclusiones del
estudio es que la mezcla con mayor volumen de biogás y metano serviría para
producir, con los residuos biodegradables de una provincia como Castellón, una
potencia de generación eléctrica de 4 megavatios, lo que equivaldría a
abastecer anualmente el consumo energético de unos 4.000 ciudadanos.
Uno de los aspectos más
interesantes a nivel medioambiental es que esta técnica evitaría la liberación
de una gran cantidad de metano a la atmósfera, un gas que causa entre 21 y
23 veces más el efecto invernadero que el dióxido de carbono. Además, la
captación del biogás permitiría utilizarlo como fuente de energía, produciendo
electricidad para el consumo doméstico, como combustible para los automóviles o
simplemente, para obtener calor.
Por último, el estudio también ha
contemplado el aprovechamiento del material residual de la biometanización, el
digestato, un lodo que se puede utilizar como fertilizante o acondicionador de
suelos, con un elevado contenido de nutrientes; o la transformación en pellets
por su incineración y recuperación de energía, siempre que el coste previo del
secado no fuera superior a la energía obtenida.
El estudio titulado "Posibilidades
de biometanización a partir de distintos tipos de residuos biodegradables",
dirigido por el profesor del Departamento de Ingeniería Mecánica y Construcción
Francisco Colomer, ha constituido el trabajo final de máster presentado por el
alumno en el Máster de Eficiencia Energética y Sostenibilidad en Edificios y se
enmarca dentro del proyecto del mismo nombre del Plan de Promoción de la
Investigación cofinanciado por la Universitat Jaume I y la Fundación
Bancaja-Caja Castellón.
Fuente: elEconomista.es
(29/05/2012)