El proyecto prevé producir energía eléctrica y utilizar las cenizas
como fertilizantes y para mejorar los hormigones, de manera que no habrá
residuos sobrantes.
La Universidad de Salamanca está
realizando un proyecto para diseñar una planta que permita el aprovechamiento
integral de la biomasa de origen forestal. La idea es que los residuos puedan
transformarse, por una parte, en energía térmica o eléctrica, y por otra, en
cenizas que se aprovechen como fertilizantes para la agricultura y como
material de construcción para proporcionar mejores cualidades a los hormigones.
De esta forma, se eliminarían todos los residuos forestales sin tener que
mandar nada a vertederos.
La iniciativa se enmarca en el
Programa de Prototipos Orientados al Mercado de la Universidad de Salamanca,
dentro del Proyecto de Transferencia de Conocimiento (T-CUE) de la Junta de
Castilla y León y está desarrollado por María Isabel Pérez Rodríguez, alumna de
Ingeniería Química, apoyada por la investigadora María del Carmen Márquez.